El coronavirus está afectando a multitud de sectores de forma global. Paraliza ciudades enteras y en el ámbito tecnológico hemos visto cómo se han cancelado múltiples eventos y las principales compañías se han visto afectadas por la reducción de la producción. Pero no sólo ocurre en este sector, las aerolíneas por ejemplo han visto cómo se ha producido una reducción drástica de pasajeros. Y eso no significa que dejen de poner en el aire aviones, lo hacen incluso aunque estén vacíos.
Las normas europeas obligan a las aerolíneas a ejecutar sus vuelos asignados o si no correr el riesgo de perder sus franjas horarias en el aeropuerto. Esto se debe a la limitación de tiempo y espacio en los aeropuertos, con tal de que se aproveche al máximo las capacidades de los mismos, las aerolíneas están obligadas a hacer sus vuelos o de lo contrario se les quita la plaza. La regla es cumplir al menos con un 80% de los vuelos.
Miles y miles de litros de combustible desaprovechados
El COVID-19 ha desplomado la demanda de vuelos en todo el mundo, algunas estimaciones indican que el brote podría causar la pérdida de alrededor de más de 100 mil millones de euros en ventas de billetes. Además del hecho de no recibir ingresos, las aerolíneas se han visto en la situación de que deben seguir gastando recursos en poner en vuelo sus aviones a pesar de ir casi vacíos o directamente vacíos.
Según indican en The Sunday Times, hay aerolíneas que ya están operando con aviones vacíos dentro y fuera de los países europeos desde Londres. La norma de Europa dice que las compañías aéreas que operan fuera del continente deben seguir ejecutando el 80 % de sus franjas horarias asignadas o correr el riesgo de perderlas ante un competidor.
El Secretario de Transporte de Reino Unido, Grant Shapps, ha pedido a la organización aérea encargada de coordinar los aeropuertos que suspenda de forma temporal esta regla del 80/20 para las aerolíneas. Indica que "No está en el interés de la industria, de los pasajeros o del medio ambiente y debe evitarse". De momento los vuelos a Hong Kong y China continental ya no deben cumplir con esta regla.
Esto, efectivamente, tiene un impacto medioambiental enorme. La aviación es uno de los transportes más contaminantes y ya hemos visto cómo las aerolíneas buscan reducir este impacto a base de técnicas de lo más rebuscadas, pues sigue siendo prácticamente imposible alzar un avión comercial con energías renovables. Explican en CityLab que por ejemplo un vuelo que va a Londres a Hong Kong para un solo pasajero produce alrededor de 1,82 toneladas métricas de CO2. Más de la contaminación por carbono que produce una sola persona en todo un año.
Vía | CityLab y The Sunday Times
Imagen | @photosbysamuelhb, @introspectivedesgn y @arturtumasjan
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