2014, pese a los esfuerzos internacionales, fue el año más caluroso de los últimos ciento cincuenta. No fue por mucho tiempo. Llegó 2015 y se coronó como el año más cálido del registro. Aunque, según los datos de la NASA, a 2015 también le durará poco: hay un 99% de posibilidades de que 2016 pulverice el récord del año pasado. Es la primera vez que vemos tres récords en tres años consecutivos.
Pero eso no es nada. Si por un momento olvidamos los años naturales, descubrimos que los doce meses consecutivos más calurosos de la historia ocurrieron entre el 1 de julio de 2015 y el 30 de junio de 2016. Es decir, los últimos doce meses han sido los más caluroso desde que tenemos datos. Un récord que hemos roto 10 veces en los últimos diez meses.
Diez meses rompiendo récords
Comunicar el cambio climático es muy complejo. El clima y las temperaturas de una zona concreta, no se relacionan directamente con las temperaturas medias del Mundo. Por eso, aunque mientras leemos la noticia esté nevando, tenemos la costumbre de hablar sobre años calurosos en enero por el simple hecho de que en enero empieza el año natural.
Pero la verdad es que no hay ninguna razón para centrarnos únicamente en los años naturales. Si nos fijamos en las secuencias de 12 meses (independientemente de cuando comiencen), nos daríamos cuenta de que los que van desde julio de 2015 a junio de 2016, han sido el año más caluroso de la historia. Superando al anterior récord de calor de 12 meses consecutivos: el año que iba desde junio de 2015 a mayo de 2016. Desde septiembre del año pasado, hemos roto ese récord una y otra vez con cada mes que se sumaba al registro. Estos diez récords sucesivos nos dan una idea bien clara del momento en el que vivimos.
Junio fue el junio más caluroso de la Historia. Las temperaturas medias mundiales fueron 0,9 grados más calurosas que la media del siglo 20 según la NOAA y 0,79 grados según la NASA. Ambas agencias coinciden en dos cosas: que junio se suma a los meses récords de los último tiempos y que la tendencia, aunque se mantiene al alza, se ha ralentizado.
Esperando a La Niña
Esta enorme ola de calor mundial ha sido una 'tormenta climática perfecta' en la que se han combinado el progresivo calentamiento global con un fenómeno de El Niño especialmente grande. Pero El Niño ya está en retirada y las aguas superficiales del Pacífico ecuatorial están enfriándose progresivamente.
Eso se empieza a notar en los datos. Mientras febrero de 2016 superó a febrero de 2015 en 0,33 grados, junio ha superado a su homólogo solo en 0,02. Esto no le quita importancia al suceso, al fin y al cabo junio ha sido décimo cuarto mes consecutivo en que se ha batido el récord mundial de temperaturas. Pero sí refleja la menara en que se ha ido frenando la tendencia alcista y como, previsiblemente, la racha de récords se acabará pronto.
Un problema que va más allá de las temperaturas concretas
En una rueda de prensa del mes pasado, Gavin Schmidt (el director del Instituto Goddard de la NASA) explicaba que era la primera vez en que se analizaban y valoraban públicamente los datos de la primera mitad del año. Y esta decisión está motivada por el hecho de que "las temperaturas medias de los últimos meses están muy por encima de cualquier otra cosa que hayamos visto nunca".
La extensión del hielo ártico en el mar también ha llegado a mínimos históricos. En términos generales, la NASA cree que el calentamiento de los últimos años se debe en un 40% a El Niño y en un 60% a otros factores relacionados con el calentamiento global. No debemos olvidar que la Tierra se está calentando entre 20 y 50 veces más rápido de lo que se calentaría debido a procesos naturales de cambio climático.
El frenazo de las temperaturas que se dará a partir de ahora es una excelente noticia, pero no debemos olvidar que oculto bajo los efectos de La Niña el cambio climático sigue haciendo de las suyas. No es momento de frenar la lucha contra el calentamiento global.
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