Cuando visitas las oficinas de la empresa de tecnología de reconocimiento facial Megvii, no necesitas ningún tipo de tarjeta de identificación para moverte por las mismas: sólo dejar que escaneen tu cara.
A partir de ese momento, la compañía sabrá a qué te estás dedicando en cada momento gracias a la videovigilancia y al análisis en tiempo real de 106 puntos de cada rostro que sus cámaras registren.
Ahora esta compañía, también conocida en Occidente como Face++ (el nombre de su plataforma), está a punto de recaudar 500 millones en una nueva ronda de financiación que eleva su valoración hasta los 3.500 millones de dólares. Y hace un año, la compañía recaudó 460 millones en otra ronda protagonizada por fondos de inversión chinos y ruso-chinos.
Pero, ¿cuál es la historia de esta compañía, y qué ofrece para lograr reunir tal interés (y capital) en torno a ella? Megvii fue fundada en 2011 por Yin Qi, Tang Wenbin y Yang Mu, todos ellos participantes en el prestigioso programa piloto de ciencias de la computación de la Universidad de Tsinghua.
Siete años después, esta compañía, que emplea a más de 1500 trabajadores, cuenta entre sus clientes a grandes empresas (como Lenovo, Huawei, Didi Chuxing y las empresas del grupo Alibaba) y 220 administraciones territoriales que hacen uso de Face++, la plataforma de reconocimiento facial creada por Yin Qi.
Face++ es una plataforma abierta que permite a 300.000 desarrolladores de 150 países usar su algoritmo, lo que la convierte en la mayor plataforma de reconocimiento facial del mundo, y le permite mejorar su IA al multiplicar la cantidad de datos que recopila.
Un crecimiento realizado a hombros del estado chino
En Occidente, el reconocimiento facial es usada sobre todo en el campo de los móviles de gama alta, como método de desbloqueo de los terminales. Pero en China, donde la mayoría de los chinos no se muestran especialmente preocupados por el debate en torno a la privacidad, se hace un uso intensivo de esta tecnología... y se abren innumerables oportunidades de negocio.
Gracias a esto, Megvii ha logrado destacar en campos como el control de accesos a metro y estaciones de tren, o la verificación de identidad de las aplicaciones bancarias. Su tecnología también cuenta con presencia destacada en campos que hacen uso de algoritmos para buscar patrones en grandes conjuntos de datos, como el sector inmobiliario o el del comercio minorista.
Además, Megvii también está empezando a introducirse en el sector de las smart cities (Face++ está integrada en la plataforma City Brain que Alibaba desarrolló conjuntamente con varios gobiernos locales), y tiene planes para expandirse a otros como el de los coches autónomos o los robots de servicio. Y todos ellos son campos en los que le toca competir con su gran rival, SenseTime.
Megvii cuenta además con una división de I+D, Megvii Research, en Seattle (EE.UU), desde 2016. Ese año decidió buscar y contratar algunos de los mejores talentos chinos que estuviesen ya trabajando para las grandes tecnológicas americanas.
Y lo logró: el laboratorio estadounidense está dirigido por Jue Wang, quien hasta 2016 ocupaba el cargo de Científico principal de Adobe Research. Inmediatamente por debajo de él se encuentra Jian Sun, ex científico principal de Microsoft Research Asia.
Es de esperar que la valoración de Mengvii siga creciendo mientras el gobierno chino mantenga su fuerte apuesta por la inteligencia artificial... y mientras se mantenga como principal cliente de las tecnologías de videovigilancia para mantener en marcha su sistema de crédito social.
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