Lo de cambiar de nombre no parece haber ayudado a la empresa creada por Mark Zuckerberg. Meta cayó por debajo de la barrera de los 600.000 millones de valoración bursátil esta semana, algo que no ocurría desde mayo de 2020. Ese desplome en bolsa puede tener un efecto curioso: que la empresa esquive potenciales investigaciones por monopolio en Estados Unidos.
Caída en picado. Las acciones de Meta (antes Facebook) no estaban tan bajas desde hace más de año y medio. La crisis por la que pasa la marca —y que impulsaron ese cambio de nombre— se ha agravado con la primera caída en usuarios de su historia. El discurso sobre su apuesta por el metaverso no cuaja y de hecho está provocando la desbandada de los inversores. La cosa nunca había pintado tan mal, y la competencia está arrasando.
Si vales menos de 600.000 millones de dólares, no eres monopolio . Lo curioso de esa caída en bolsa es que puede tener un efecto beneficioso para Facebook. La cifra de 600.000 millones de dólares es curiosamente la barrera entre poder ser un monopolio o no serlo. Así lo indican los reguladores en Estados Unidos según una serie de reformas que se aprobaron en verano de 2021. Si Meta se mantiene por debajo de esa cifra, los reguladores podrían dejarla en paz a la hora en cuanto a estrategia y acuerdos. Las (verdaderamente) gigantes como Amazon, Alphabet (Google), Apple o Microsoft estarían mucho más en el punto de mira de esos reguladores.
Pero las leyes cambian. El problema para Meta es que en realidad esas reformas tardan en aplicarse, y pueden estar en constante revisión. De hecho una reforma más reciente que pasó por el Comité Judicial en EE.UU. cambió la cifra: ahora la capitalización bursátil debe ser inferior a 550.000 millones de dólares para entrar en esa calificación de empresa que tiene algo así como menos opciones de ser un monopolio. Las formas de entender esa reforma que tienen el Senado y de la Cámara de Representantes de Estados Unidos son distintas, y su aplicación real al mundo de las grandes tecnológicas es compleja.
Y mientras, a vueltas con la App Store. Lo que est´a pasando con Meta está muy relacionado con la nueva Open App Markets Act, una reforma que trata de limitar el poder que tienen las grandes tecnológicas y que afecta de forma específica a las tiendas de aplicaciones. La idea es impulsar la competencia en el segmento de los móviles —donde unas pocas empresas tienen demasiado poder— y permitir por ejemplo que los desarrolladores puedan usar otras pasarelas de pago y no solo las del intermediario. La reforma está claramente orientada a resolver los problemones que se han vivido con Apple, que ganó el juicio contra Epic pero que junto a Google han sido acusadas de tener una posición dominante en el mercado de distribución de software en dispositivos móviles.
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