La compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft ha superado, con mayor o menor dificultad, una decena de organismos reguladores de diferentes partes del mundo. Ayer, sin ir más lejos, la compañía de Redmond consiguió una notable victoria contra la Comisión Federal de Comercio (FTC), pero el culebrón todavía no ha terminado.
El reciente fallo de la jueza Jacqueline Scott Corley que allanó el camino en Estados Unidos, dejó la concreción a escala mundial de la operación valorada en 68.700 millones de dólares en manos de la Autoridad de Competencia y Mercados de Reino Unido (CMA). Es que ahora el regulador británico es el único que está bloqueando el acuerdo.
Aumentan las esperanzas, pero la historia continúa
No quedan dudas de que los hechos que tuvieron lugar ayer han favorecido a Microsoft, pero la compañía no está en condiciones de celebrar una victoria absoluta, al menos de momento. Tras el espaldarazo de la Justicia estadounidense, la CMA concedió una pausa apelación programada para el 28 de julio para una instancia de negociación.
Este paso se tradujo en un importante salto en las probabilidades de que la operación acabe cerrándose. Según los analistas consultados por Bloomberg, el porcentaje aumentó del 40 al 80%. Como podemos ver, seguimos lejos del 100% por diferentes motivos. Y aquí es donde la respuesta de la CMA hace que todavía exista cierta incertidumbre.
La autoridad de competencia británica ha enviado una declaración a Reuters en la que remarca que su resolución final sobre el caso sigue en pie. Asimismo señala que si bien Microsoft y Activision Blizzard ya no tienen la oportunidad de presentar nuevos recursos legales, “pueden optar por reestructurar el acuerdo, lo que podría conducir a una nueva investigación”.
Sobre esta última posibilidad, el organismo asegura que está dispuesto a adoptar una postura de compromiso con las partes involucradas en la operación de compra. No obstante, aseguran que las discusiones al respecto se encuentran “en una etapa inicial y la naturaleza y el momento de los próximos pasos se determinarán a su debido tiempo”.
Ahora todas las miradas están puestas en lo que ocurrirá entre Microsoft y la CMA. Lo cierto es que no hay detalles oficiales más allá de la última declaración del regulador. Desde la cadena estadounidense CNBC dicen que los de Redmond ofrecieron “una pequeña y discreta venta” para abordar las preocupaciones que emergen desde Reino Unido.
Desconocemos la naturaleza de esta posible desinversión, pero recordemos que las preocupaciones del organismo se sitúan en el campo un campo concreto. El organismo piensa que la compra de Activision Blizzard daría a Microsoft una ventaja competitiva decisiva en el ámbito del juego en la nube, por lo que hay posibilidades de que los movimientos provengan de esa esfera.
Imágenes: Chris Robert | Microsoft
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