"Indetectable por el departamento de IT". Así se anuncia un "meneador de ratón" ('mouse jiggler') en Amazon. Estos curiosos dispositivos se han convertido en la última expresión de los vagos profesionales, sobre todo ahora que el teletrabajo permite que hagan poco o nada no ya en la oficina, sino cómodamente desde sus casas.
Algunas empresas tratan de imponer sistemas para vigilar la productividad de sus empleados, y una de ellas consiste en monitorizar el uso del ratón: si se mantiene inactivo mucho tiempo, se sospecha que el empleado no está trabajando, pero estos 'meneadores de ratón' evitan eso precisamente y convierten la picaresca del teletrabajador vago en un (dudoso y absurdo) arte.
Los alucinantes métodos para simular que estás trabajando
Tuve un compañero (¿o era una compañera?) hace años que chateaba mucho en sus horas de trabajo. En la revista en la que trabajaba (impresa en papel, no digital) entregábamos los artículos en Word para que luego pasara a los procesos de edición y maquetación.
El tipo (o tipa) usaba ciertamente Word a todas horas, pero no precisamente para escribir artículos: tenía su sesión de MSN Messenger —o quiza´s fuera AOL Messenger no lo recuerod bien— siempre en segundo plano, y lo que hacía era ver qué le escribía alguien y luego contestar, pero hacerlo en Word. Escribía allí la frase, y luego la cortaba y pegaba rápidamente en el cliente de mensajería.
El efecto era claro: parecía que estaba trabajando un montón, porque siempre tenía Word abierto y siempre parecía estar escribiendo algún artículo allí. El chaval (o chavala) acababa haciendo también su trabajo de todos modos, pero usaba aquel método para evitar suspicacias y sospechas.
Mucho ha llovido desde entonces, y la tecnología también ha hecho que aparezcan nuevas formas de aparentar que uno está trabajando. La pandemia que ha provocado el auge del teletrabajo ha hecho que esos métodos se vuelvan aún más creativos, sobre todo ahora que algunas empresas tratan de monitorizar el rendimiento y productividad de sus teletrabajadores.
Los métodos para hacerlo son muchos, pero tenemos un buen ejemplo en Time Doctor, una terrorífica aplicación de la que algunos se quejaban en Reddit y que una vez instalada hace varias cosas para (tratar de) demostrar a nuestros jefes que estamos trabajando.
Para ello la herramienta va sacando capturas de pantalla mientras trabajamos, y también es capaz de registrar la actividad del teclado y del ratón para, como explican en su FAQ, permitir a la empresa "saber si la gente está usando sus ordenadores cuando dicen que lo están haciendo".
La demanda de ese tipo de herramientas para monitorizar a los teletrabajadores ha crecido de forma notable —Microsoft ya las proporciona en su suite Microsoft 365—, y entre las medidas más inquietantes está el llamado 'tattleware' o 'bossware', aplicaciones como Sneek que sacan cada cierto tiempo una captura del empleado a través de su webcam.
Ya hablamos en el pasado de las cámaras instaladas en las furgonetas de reparto de Amazon o de los sistemas de Walmart para "escuchar" a sus empleados, y el clima de desconfianza entre empleador y empleado es desde luego creciente a la vista de estos esfuerzos.
Los esfuerzos de las empresas por monitorizar a sus empleados son contrarrestados con soluciones tecnológicas para hacer trampas. Había desde hace tiempo, como comentaba eduo en Twitter, aplicaciones software que evitaban que se activase el salvapantallas (señal de que el ordenador estaba inactivo y por tanto no estabas trabajando), pero las cosas han ido a más.
Meneadores al poder
Entre las soluciones más llamativas destacan últimamente los citados 'meneadores de ratón', que en anteriores versiones hacían uso de un pequeño dispositivo en formato de pendrive USB.
Esos dispositivos se encargan de generar movimientos aleatorios del ratón sin que nosotros tengamos que hacer nada y parezca que por ejemplo siempre estamos activos en programas de mensajería usados en la empresa. Algunos de esos modelos son programables y permiten simular tanto ciertos movimientos de ratón en cierto momento como ciertas pulsaciones del teclado.
Esas versiones no obstante no son siempre las más efectivas, sobre todo porque algunas empresas impiden que conectemos nuevos dispositivos a los portátiles que nos ceden para trabajar, o monitorizan la conexión de esos dispositivos y por tanto pueden "pillar" al usuario que los intente usar.
En ese juego del gato y el ratón han aparecido en los últimos tiempos nuevas versiones de estos 'meneadores de ratón' que ya ni siquiera se conectan al equipo: son bases sobre las que colocamos el ratón y que permiten simular el movimiento del puntero gracias a una disco que gira en esa base que precisamente simula esos desplazamientos.
La picaresca llega al absurdo en estos casos y en otros muchos —atentos al método del pájaro que bebe y que también puede encargarse de simular movimiento en el ratón— y quizás es la demostración de que algo no funciona cuando el empleador usa esos métodos para vigilar al empleado y cuando éste último devuelve la jugada con alguna de estas técnicas.
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