El mismo año que Barcelona acogía los Juegos Olímpicos o Sevilla la Exposición Universal, Málaga inauguraba por todo lo alto (presencia de los Reyes incluida) su Parque Tecnológico de Andalucía (PTA). Más de un cuarto de siglo después, lo que se vendió como el Silicon Valley español es, para vecinos y trabajadores, un infierno en horas punta: 20.000 trabajadores y otros tantos vecinos del barrio de Campanillas (el más próximo al PTA) confluyen en una única carretera (la A-7054, que se coge en la salida 61 de la A-357) sin -denuncian- medios de transporte alternativos.
Por hacernos una idea, los trabajadores del PTA aseguran que durante los meses de verano, cuando la mayoría de empresas trabajan de 8 a 15 horas, puede llegar a costar más de 50 minutos... solo salir del parque tecnológico. Si un trayecto de 27 kilómetros sin atascos se hace en 20 minutos, cuesta más del doble si se quiere llegar a las 7,30 de la mañana al PTA. Si nos metemos en horas punta (hasta las 9,30 de la mañana), el cálculo es imprevisible.
Parte del problema es que la única manera de llegar al PTA es por carretera. La Empresa Municipal Transportes de Málaga tiene dos líneas de autobuses que van al parque (la 19 y la 25), pero muchos trabajadores siguen optando por su propio vehículo por la mala combinación de trayectos que tienen para escoger el transporte público. Aunque se ha estudiado la posibilidad de construir un carril Bus VAO, de momento no hay planes concretos para hacerlo realidad.
“Los problemas se conocen. Las soluciones también. Pero una depende de una administración, otra opción de otras o de las empresas. Y es un conflicto de intereses que al final no llega a resolverse”, denuncia Rafael Rodríguez Carracedo, secretario de Cohesión Territorial y Sostenibilidad de CCOO Málaga.
20.000 trabajadores... y creciendo
El problema de los accesos al PTA no es nuevo. De hecho, hace muchos años se construyó la mesa de movilidad con administraciones, vecinos, empresas y empleados. “Esa mesa no es operativa”, denuncia Juan Ignacio Martín Olea, trabajador de la división software de Indra y miembro de su comité de empresa. “Se han hecho muchos estudios e ideas, pero el problema es que el PTA es de los años 90 y los accesos no han cambiado pese al crecimiento que ha tenido el parque”.
Según los datos del propio PTA, a finales de 2017 el parque acogía a 18.750 trabajadores (un 5% más que el año 2016). Pero no está ni al 50% de su capacidad. De hecho, la propia dirección del parque calcula que, de aquí a 15 años, el centro podría dar trabajo a 50.000 personas.
“La gente no es consciente de qué puede pasar si el parque llega a su capacidad total”, explica Javier Palomo, trabajador en OP Plus, una empresa que da servicios administrativos al BBVA. “Hay un edificio a la entrada que lo están arreglando para que entre una nueva empresa. Eso supone mil trabajadores más. ¿Cómo vendrán? Aunque compartan coches, el volumen de vehículos adicionales es muy alto. Y sigue habiendo mucho hueco para que se instalen nuevas empresas”.
Metro, cercanías y carril bus
Como decimos, el acceso al parque solo se puede hacer por carretera. Por eso, quizá la opción más rápida es hacer un carril especial para los autobuses, que puedan de esta manera evitarse el atasco de acceso y salida. “Se ha probado a poner autobuses lanzaderas, pero el bus se come el mismo atasco que los coches, por lo que el transporte público no es una alternativa”, denuncia Juan Ignacio Martín Olea. Pero, además, desde la Asociación de Vecinos de Campanillas (el barrio en el que se ubica el PTA) advierten que la rotonda de acceso al parque puede ser otro nuevo cuello de botella a ese carril especial para el transporte colectivo.
Los afectados reconocen que no hay una única solución, sino la suma de varias. Y reclaman la llegada de transportes como el Metro o el Cercanías. “Todos estamos de acuerdo en que hay que fomentar el transporte público porque los coches no caben. Si llegas a las 10 ya no puedes aparcar. Pero, para que la gente opte por el transporte público, la red tiene que ser buena. Yo ahora mismo tardaría hora y media en un trayecto que, en mi coche, me lleva 50 minutos”, explica Martín Olea. Algo que hace que muchos trabajadores, en su misma situación, sigan optando por el transporte privado al público.
Las diferentes soluciones (Cercanías, Metro, carril bus, medidas de flexibilidad) se conocen y se han estudiado, pero nunca materializado
Rafael Rodríguez Carracedo, de CCOO, reconoce que la solución no es sencilla. “En las horas punta el transporte público no daría a basto y hay que tener en cuenta que hay que cubrir otras zonas de Málaga. Fuera de las horas punta, posiblemente estamos hablando de una línea infrautilizada”.
Mientras se decide si se construyen estos servicios, se van tomando algunas medidas, como poner semáforos temporales en la rotonda de acceso. Algo que molesta a los vecinos de Campanillas. La presidenta de su asociación, Carmela Fernández Oliva, se queja de la prioridad que se les da a estos trabajadores en detrimento de aquellos que viven en ese barrio, que también tienen que ir a trabajar. “Entiendo que se tienen que buscar la vida, pero están acotando todos los parkings, callejean por el barrio porque está todo saturado”. Algo que también comprende el trabajador de Indra Software. “Los vecinos de Campanillas están mosqueados porque es un quebranto. Les pone un semáforo y tienen que esperar. No nos quieren fastidiar a nosotros pero tampoco quieren que se les fastidie a ellos”.
Mismo número de vecinos que de empleados
En Campanillas viven casi 19.000 habitantes según el último padrón municipal de Málaga. Un número prácticamente idéntico al de personas que acuden al PTA para trabajar. “Para salir de nuestras casas tenemos que mirar el horario del PTA. Por los autobuses y las caravanas que se forman”, explica Fernández Oliva. “Si queremos estar a las 18 horas en el centro de Málaga tenemos que salir dos horas antes”, explica.
El PTA asegura que la contribución del parque a la generación del PIB de la provincia de Málaga alcanza el 7,95%. Podría pensarse que Campanillas sería uno de los barrios más beneficiados de esta inversión económica. Pero, según Carmela Fernández Oliva, la realidad es bien distinta. Aunque algunos trabajadores van a comer al barrio, muchos se quedan dentro del PTA, donde hay bares. En lo único que ve algo positivo es en que no hay alquiler ni vivienda para comprar “porque mucha gente se va a vivir cerca del centro”. Para ella, son más los inconvenientes que los beneficios que conlleva el parque. "El ciudadano de a pie no se beneficia. Para trabajar aquí hay que tener una carrera muy alta. Sí, nos alegramos de tener el PTA en nuestro distrito, pero deberían tener más en cuenta a este barrio. El metro no solo debe llegar al PTA; debe llegar también a Campanillas”, insiste.
Planes en estudio, silencio administrativo
Carmela Fernández Oliva asegura que en estos 20 años de reivindicaciones se han planteado muchas propuestas y trazados, algunos de los cuales han llegado a ser aprobados por todas las partes. Pero ninguna ha visto finalmente la luz. “Van a sacar muy buena nota de tanto estudiar los planes”, ironiza.
Así, existe un plan del Metro sobre los dos posibles trazados que podría tener la línea 1 para dar servicio al PTA, aunque algunos informes cuestionan la idoneidad de poner este transporte. También la DGT tiene elaborado un documento con las posibles soluciones para mejorar la movilidad de la zona. La construcción de un carril Bus VAO, por ejemplo, costaría 3,2 millones de euros. Y en el Plan de Transportes se recogen todas estas alternativas puestas sobre la mesa.
El rediseño del PTA para ampliarlo también contempla dejar espacio para que tanto Cercanías como Metro lleguen a dar servicio al parque tecnológico.
Desde Xataka hemos intentado hablar con la dirección del parque para conocer su opinión. Aunque mostraron una voluntad inicial positiva, nunca llegaron a contestar a nuestras preguntas. Según la presidenta de la Asociación de Campanillas, Felipe Romera se lamenta de que él ha pedido soluciones al problema pero que, según él, no le hacían caso en las administraciones responsables.
Tampoco el ayuntamiento de Málaga ha contestado a nuestra solicitud de información (“la petición está en trámite”) ni la Junta de Andalucía. La consejería de Economía, de la que depende el PTA, considera que es un problema de infraestructuras y la consejería de esta materia se limita a decir que la solución “está en estudio” y que, de momento, no pueden decir nada más. Cuando insistimos en conocer la versión del gobierno autonómico, sobre todo aludiendo a que vecinos y trabajadores se quejan de que las soluciones solo se estudian pero no se concretan, culpando en parte a la Junta, desde la consejería de Infraestructuras solo añaden que “este Gobierno acaba de llegar” y que “necesita tiempo para concretar las medidas”.
En este punto, cabe señalar que Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, prometió siendo candidato llevar el Metro al PTA y que ya en 2012, siendo Ana Pastor ministra de Fomento, se prometió que el Cercanías llegaría al parque.
Según Juan Ignacio Martín Olea, que está en la mesa de movilidad del PTA, el anterior delegado de la junta en Málaga llegó a justificar que no se hiciera una línea de metro al PTA “porque costaba mucho dinero e iba a ser deficitario. Pero todos los servicios públicos lo son”, se lamenta.
Las soluciones que dependen de las empresas
Pero las administraciones no son las únicas señaladas. Aquellos con los que hemos hablado creen que las empresas que están en el parque también tienen su parte de responsabilidad.
Trayectos que sin tráfico se hacen en 25 minutos, en horas punta cuestan el doble. Y, ahora mismo, el PTA está a menos del 50% de su capacidad
“Las empresas se tienen que implicar”, expone Rafael Rodríguez Carracedo, secretario de Cohesión Territorial y Sostenibilidad de CCOO. “Tienen que pensar en invertir en transporte de empresa. Pueden potenciar el uso del coche compartido con algún tipo de compensación a las personas que lo utilicen (como reservas de aparcamiento) o la bicicleta con día de descanso adicional al trimestre“.
Una mayor implicación que también reclama el trabajador de Indra Software. “Las empresas deben pringarse más en este asunto. Está muy bien quejarse pero tienen que hacer cosas: subvencionar parking, fomentar el compartir coches, poner buses…”. Sus cálculos son sencillos: “un autobús supone 50 coches menos en la carretera. Las empresas podrían poner rutas. Pero, claro, es algo que cuesta dinero”.
Tampoco ayuda que no todas las empresas son partidarias de imponer algunas medidas de flexibilidad. Javier Palomo tiene un horario fijo en su empresa y no hay opción del teletrabajo. Hay dos horarios principales: de 8 a 17 y de 9 a 18. “Algunas propuestas de la empresa contemplan cambiar el horario para salir antes el viernes. Pero no se mejora mucho. Salir los viernes a las 3 es un atasco tremendo”, denuncia.
Y esta es la razón del #ParonPTA, así sin más, a lo minimalista.#CaravanaPTA pic.twitter.com/rgaxOdhYTd
— PTAcabreado (@PTAcabreado) 9 de noviembre de 2018
Oracle y Accenture son las dos empresas más grandes con sede en PTA. Ambos reconocen que no tienen postura oficial sobre la situación ni plan para mejorarla.
Quién quiere ir al PTA pudiendo estar en el centro
“No recuerdo ninguna empresa nacida en Málaga y crecida aquí que esté en el PTA, son todas extranjeras”. Joaquín Cuenca, cofundador de empresas como Freepik, es de los que no contempla ir al PTA. Considera que “para una startup la oferta no es atractiva" aunque reconoce que el PTA "tiene su razón de ser. Si eres una grande y quieres meter mil personas, el PTA tiene sentido”.
Muchas startups de Málaga descartan tener su sede en el PTA, pese a que el suelo es más barato y fácil de contratar
Pero, en su caso, lo descarta completamente. Ni siquiera ahora, que están en una etapa de crecimiento y necesitan más espacio. En su caso, quieren seguir en el centro de la ciudad.
Reconoce que han recibido ofertas del PTA para instalarse allí pero no hacerlo es una forma también de dar un valor extra a los empleados. “Si vas al PTA tienes la posibilidad de conseguir metros cuadrados a un precio más económico que en el centro de Málaga. Pero en nuestro caso no es lo más decisivo, sino estar en un entorno más agradable y que los empleados tarden menos tiempo en llegar a su centro de trabajo”. No en vano, este tiempo de traslado “no computa como trabajo”. Y él, por ejemplo, tarda un minuto desde su casa a su trabajo. Estar en el PTA supondría añadir hora y media para ir y volver “en un tiempo sin ser productivo”.
Su caso no es el único. UpToDown o TodoColección, BeSoccer y VirusTotal son otras de las empresas que han preferido quedarse en Málaga ciudad antes que ir al parque tecnológico.
VirusTotal: un viaje de ida y ¿vuelta?
VirusTotal, ahora parte de Google, nació en Málaga en el año 2000. Más concretamente en el PTA. "Estoy muy agradecido por la acogida. Envié un email en frío a la dirección del PTA presentándome, contando que quería montar una empresa de seguridad IT, y enseguida me convocaron en la sede principal", recuerda para Xataka Bernardo Quintero, el fundador de la compañía. "Fui directamente recibido por el director del PTA, que era y sigue siendo Felipe Romera. Fue muy amable", rememora Quintero.
El fundador de VirusTotal solo tiene buenas palabras sobre el director del centro. "Recuerdo que me aconsejó que hiciera un plan de negocio para presentarlo en el BIC Euronova, el espacio de incubación que tenía el PTA por aquel entonces. Al comentarle que no tenía mucha idea de plan de negocios me regaló un par de libros, uno como sobre cómo hacer planes de negocio y otro escrito por él con el título "El extraño caso de las autopistas de la información". Y así nació Hispasec Sitemas en el PTA". Echando ahora la vista atrás, a Quintero le resulta "curioso" que tantos años después el título fuera premonitorio. "Sin duda estamos ante un extraño caso que tiene que ver con los accesos al PTA", señala.
Fue en 2012 cuando, coincidiendo con la compra de VirusTotal por parte de Google, cuando la compañía sale del PTA aunque quedándose en Málaga. "Por aquel entonces los problemas de acceso existían a determinadas horas de entrada y salida, pero no eran tan graves como hoy día", reconoce Quintero. Para él, lo del PTA es un claro ejemplo de morir de éxito: "mientras mejor va el negocio y más empresas se instalan en el PTA, peor va el tráfico".
Quintero asegura que la decisión de salir del PTA era compartida por todos los integrantes del equipo y que los problemas de acceso no eran la única razón. "Queríamos estar más cerca de la ciudad y aprovechar toda su oferta, algo que en nuestro caso y en el de muchos emprendedores era una corriente. Éramos una generación de startups de Internet que no necesitábamos miles de metros cuadrados ni instalaciones especiales para desarrollar nuestro trabajo, sólo necesitábamos unos portátiles y conexión a Internet, toda nuestra infraestructura estaba en el cloud. Así nos encontramos trabajando en la ciudad Uptodown, Freepik, BeSoccer o VirusTotal, entre otras", señala.
Ahora que están en un punto "intermedio", reconoce que el crecimiento de plantilla hace difícil encontrar espacios en el centro de la ciudad. En su caso, se han ido al Edificio de Investigación Ada Byron mediante un convenio con la Universidad de Málaga sobre formación e investigación. Está en una zona de ampliación del campus de la universidad, más cerca del PTA pero sin sufrir sus problemas de acceso (el tráfico es muy fluido durante todo el día). "Tengo que decir que, de nuevo, el PTA y su director, Felipe Romera, nos ayudó a encontrar esta localización. Hay que destacar que siempre está accesible y dispuesto ayudar, más allá de que estemos buscando una solución en el PTA o no", asegura Quintero.
¿Se plantea volver al PTA? Quintero reconoce que sus planes pasan por seguir creciendo, por lo que, antes o después, se volverán a topar con la necesidad de elegir nueva ubicación. "La Málaga tecnológica está creciendo a muy buen ritmo pero tenemos ese handicap del tráfico en el PTA durante las horas punta y la falta de espacios de oficinas en el centro. No creo que tengamos que plantearnos una disyuntiva, tenemos que apostar por ambos modelos: solucionar el problema del acceso al PTA y habilitar más espacios de oficina en el centro de la ciudad", concluye.
¿Compensa trabajar en el PTA?
Cuenca, no obstante, sí agradece que la llegada del PTA haya supuesto un aumento de los salarios percibidos por los técnicos. “Las empresas del PTA son los que suben los salarios del sector y eso es una alegría. Nos cuesta contratar por eso. Pero nos alegra”, asegura.
Los trabajadores del @PTAMalaga han hablado saliendo a las puertas de sus empresas y realizando el #ParonPTA ¡Esperamos que los responsables nos den soluciones a la #caravanaPTA! pic.twitter.com/yl06grfi3f
— Cthulhu (@Cthulhuloveit) 28 de noviembre de 2018
Sin embargo, algunos trabajadores llegan a marcharse del PTA incluso con salarios inferiores. “Hay gente que con determinados salarios se han cambiado porque no les salía a cuenta trabajar aquí. Aunque ganes más, el extra se te va si no puedes compartir coche, sufres tanto atasco y el parking es complicado y caro”, señala Javier Palomo, quien reconoce que, en ocasiones, los trabajadores del PTA tienen una mezcla de sentimientos encontrados. “Es resignación porque hay que ir a trabajar, pero mosquea mucho porque desde las instituciones nunca se ha intentado nada. Las entradas al PTA están muy mal diseñadas”.
Desde CCOO apuntan, además, algunos problemas añadidos. Por un lado, los accidentes, el estrés y el tiempo que pierden los trabajadores. Pero otro gran riesgo que ven es que fracase un proyecto tan importante para Andalucía como el PTA “que debe aportar valor añadido a la economía. Si fracasa el mensaje es que no se pueden solucionar los problemas en la comunidad. Y eso no es verdad”, defiende Rafael Rodríguez Carracedo. Y eso que, según recogen medios locales de Andalucía, algunas empresas han llegado a amenazar con irse del parque si no se solucionan estos problemas de movilidad.
¿Existe el miedo a que el PTA muera de éxito? “Miedo no tenemos nunca, pero sí preocupación”, manifiesta Rafael Rodríguez Carracedo. El objetivo, para los sindicatos, es que no haya fuga masiva de empresas y que eso pueda generar un problema serio de imagen. “Tenemos que resolver estos problemas y ayudar a las empresas a que aporten a la economía y soluciones a los problemas de empleo en la comunidad”.
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