El Departamento de Defensa de los Estados Unidos ha comenzado la puesta en marcha de un objetivo singular: la creación de microrreactores nucleares que poder desplegar "en entornos remotos y austeros".
La idea no es nueva, pero su aplicación en el ámbito militar preocupa a los críticos que señalan que estos reactores podrían convertirse en objetivos en sí mismos. Para el ejército de EE.UU. el objetivo es claro: no quieren aumentar su dependencia y enorme gasto actual en electricidad y combustible.
Reactores de quita y pon
La energía eólica y la energía solar no son buenas opciones para este propósito, señalan los responsables de la iniciativa: son problemáticas por sus limitaciones en cuanto a localización, meteorología o área disponible, además de necesitar fuentes de alimentación redundantes.
En el Departamento de Defensa señalan que ya usan 30 TWh de electricidad al año y más de 37,9 millones de litros de combustible al día, y cada vez necesitarán más electricidad con la esperada transición a flotas de veh´ículos eléctricos.
Eso hace que el proyecto de microrreactor nuclear cobre especial importancia para este organismo, que se alinea con un país que sigue apostando sin temor por la energía nuclear. El objetivo es lograr que produzca entre uno y cinco megavatios de potencia y que sea "seguro y pequeño" para poder transportarlo "en misiones críticas en entornos austeros y remotos".
Ya se están comenzando a recibir propuestas para un plan que desarrollaría y construiría ese microrreactor en el Idaho National Laboratory, que precisamente lleva tiempo trabajando en este tipo de iniciativas.
Para los críticos —y no solo en este proyecto específico— esos microrreactores nucleares plantean problemas importantes, ya que podrían convertirse en objetivos para los potenciales enemigos de EE.UU. en esas misiones remotas. Edwin Lyman, de la ONG Nuclear Power Safety, explicaba que estos reactores "podrían causar más problemas y riesgos logísticos a las tropas que los problemas que resolverían".
Entre los objetivos del proyecto está el de que esos microrreactores produzcan energía a los tres días de su envío, y se puedan "desmontar" en siete días. Se espera que el Departamento de Defensa tome una decisión final sobre el proyecto a principios de 2022.
Vía | AP News
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