En una de esas noticias que parecen más un guión de película de ciencia ficción, China está anunciado que su estación espacial Tiangong-1 caerá en la Tierra en algún momento a finales de 2017, lo que confirma lo que muchos investigadores pronosticaban hace varios meses: China ha perdido el control de su estación.
Como era de esperarse, China ha minimizado el hecho mencionando que la Tiangong-1 ha entrado en una "órbita de descomposición", que traducido significa que la estación está disminuyendo su órbita gradualmente hasta que eventualmente se encuentre con nuestro planeta en algún momento de 2017, donde la parte preocupante es que no se sabe con exactitud ni cuándo ni dónde.
La esperanza es que se desintegre por completo en la atmósfera
La Tiangong-1 es uno de los logros más importantes para China, quien en 2011 logró poner en órbita su primera estación espacial que serviría para diversas tareas de investigación, porque recordemos que China tiene su propia agenda en cuanto a investigación espacial, por ello siempre han tratado de hacer las cosas por separado.
La estación estaba programada para lanzarse en 2010, pero debido a algunos problemas se retraso hasta el 29 de septiembre de 2011. La misión de la Tiangong-1 era estar en órbita por dos años para posteriormente programar su descenso, algo que al final quedo en 1630 días, es decir, más del doble de lo que se había planificado en un inicio. Esto provocó que en 2013 todos los astronautas en la estación recibieran la orden de regresar a casa y desde entonces ha permanecido inactiva.
Muchos de los objetos que se envían al espacio son programados para disminuir sus órbitas, para así controlar la caída sobre océanos o hacer que se desintegren en la atmósfera, pero en el caso de la Tiangong-1 no es así, ya que China no sabe cuándo entrará la estación en nuestro planeta, por lo que es imposible determinar el lugar del posible impacto. Ahora la única esperanza es que se desintegre por completo en la atmósfera, algo que tampoco se puede confirmar.
Lo anterior confirma que la estación tiene algún tipo de fallo que no le permite a China controlar el descenso, algo que por supuesto el país no ha mencionado ni ha confirmando, pero al no poder controlar la caída es un hecho que no hay ningún tipo de comunicación con la Tiangong-1. Ahora sólo nos queda estar el pendiente y esperar que ningún escombro de la estación caiga en alguna zona poblada.
Vía | Popular Mechanics
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