Más de cuatro décadas después de Luna 24, la última misión en traer muestras de polvo y roca lunar a la Tierra, China dio cuenta a finales de 2020 del éxito de su misión Chang’e 5. Casi dos años después, Beijín ha anunciado el descubrimiento de un nuevo mineral gracias a estas muestras: la Changesita-(Y). El país asiático se convierte así no solo en el tercero en traer rocas desde la Luna sino también en el tercer país en anunciar un logro de este tipo gracias a las muestras.
Historia de una ida y un regreso. La sonda Chang’e partió desde el Centro de Lanzamiento de Satélites Wenchang el 23 de noviembre de 2020 para aterrizar en la Luna el 1 de diciembre. Aterrizó en el Oceanus Procellarum, el Océano de las Tormentas, en el hemisferio norte lunar. El sitio había sido elegido por su edad geológica relativamente joven, al menos en comparación con los lugares en los que Estados Unidos y la Unión Soviética habían realizado sus sondeos.
La misión de recogida de muestras tuvo que ser breve antes de que la noche lunar congelara la sonda. El 16 de diciembre la nave de retorno había arribado a la Tierra con 1,73 kilogramos de muestras. El nuevo hallazgo se ha realizado a partir del análisis de rocas basálticas tomadas de estas muestras, y ha corrido a cargo de un equipo del Beijing Research Institute of Uranium Geology (BRIUG) según ha explicado la agencia china Xinhua.
Piedras minúsculas. Fueron 50 miligramos de estas muestras que llegaron a los laboratorios del BRIUG en julio del año pasado para su análisis. En ellos encontraron trazas de este nuevo mineral, pero no bastaron para lograr información suficiente sobre este.
15 miligramos extra bastaron al equipo para completar su tarea. Entre las 140.000 partículas que componían esta muestra, los investigadores del BRIUG encontraron una pieza de 10x7x4 micrones, más fina que un pelo humano, que permitió confirmar la naturaleza mineral de esta sustancia.
Changesita-(Y). El nuevo mineral ha recibido el nombre de Changesita-(Y). El nombre se deriva de la deidad china vinculada con la Luna, Chang’e, que da nombre también a las sondas del programa de exploración lunar del gigante asiático. El mineral, según han descrito sus descubridores es un cristal con forma de columna, incoloro y transparente.
Conocer nuestro satélite para conocer nuestro planeta. El nuevo hallazgo puede ayudar a los investigadores a conocer mejor el entorno de nuestro planeta y la historia del sistema que forma junto a su satélite. Li Ziying, quien lideró el equipo del BRIUG a cargo de la investigación destacaba la importancia del descubrimiento en el estudio de minerales lunares, evolución de nuestro satélite y para la exploración del espacio profundo.
Los recursos lunares han generado mucho interés a las agencias espaciales. No solo la utilización de recursos in situ será una de las claves de la exploración espacial en el futuro, sino que la minería espacial cada vez atrae más miradas, tanto por parte del ámbito público como por parte del privado.
El futuro de las Chang’e. Las cinco sondas Chang’e han conformado las tres primeras fases de exploración lunar china. Por delante queda aún la cuarta y por ahora última fase. Estará conformada por tres nuevas sondas, las Chang'e 6, 7 y 8. Esta fase debería comenzar con el primer lanzamiento en 2024, y tendrá un doble foco: la utilización de recursos in situ y el establecimiento de una presencia humana permanente en el satélite.
En este contexto, China y Rusia firmaron recientemente un acuerdo de colaboración para la creación de una base lunar robotizada que denominarán International Lunar Research Station (ILRS). La oferta a colaborar en esta iniciativa está abierta a la comunidad internacional, pero el veto estadounidense a los acuerdos aeroespaciales con China y las actuales sanciones vigentes contra Rusia parecen obstáculos insalvables para la expansión de este acuerdo.
Imagen | China National Nuclear Corporation
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