El 2 de junio de 2003 se lanzó la sonda Mars Express, la primera misión de la European Space Agency (ESA) al Planeta Rojo. Su instrumento, el MARSIS, fue el encargado de descubrir señales de agua allí, y ahora está apunto de recibir una actualización software crucial.
Esa actualización es especialmente delicada no solo por realizarla en un dispositivo que está a 90 millones de km de distancia, sino porque el software de la Mars Explorer se desarrolló con Windows 98 —aunque la sonda en sí no está basada en ese sistema operativo, ojo—.
"Es como tener un nuevo instrumento a bordo"
Entre los diversos instrumentos de la Mars Express está el Mars Advanced Radar for Subsurface and Ionospheric Sounding (MARSIS), desarrollado por el Istituto Nazionale de Astrofisica (INAF) de Italia, y que permite estudiar el subsuelo de Marte a una profundidad de varios kilómetros.
Este instrumento cuenta con una antena de 40 metros que envía ondas de radio de baja frecuencia al planeta que luego se reflejan en cualquier capa de la superficie o del subsuelo. Esa fracción significativa que llega a capas inferiores permite identificar materiales como el hielo, la tierra y la roca. Gracias a esos datos es posible medir el grosor de esas capas y estimar su composición, aseguran los responsables del INAF.
Su funcionamiento ha sido impecable, pero sus creadores quieren ir más allá y lograr superar "algunas de las limitaciones que eran requisitos cuando la misión comenzó". Para ello tienen el reto de lograrlo, algo que como decía uno de los ingenieros "es difícil porque el software de la MARSIS se diseñó hace más de 20 años usando un entorno de desarrollo basado en Windows 98".
La actualización permitirán mejorar la recepción de señal y y el procesamiento de datos a bordo de la sonda para incrementar la cantidad y calidad de datos que se envíen a la Tierra. Hasta ahora la MARSIS hacía uso de una técnica compleja que almacenaba un montón de datos de alta resolución y que llenaba la memoria integrada en los instrumentos muy rápido.
Los ingenieros ahora han podido descubrir que pueden descartar datos innecesarios y lograr que la MARSIS se active durante ciclos cinco veces más largos y que además explore un área muy superior en cada pasada. Esa mejora permitirá por ejemplo analizar con mayor dedicación regiones del polo sur de Marte que parecen apuntar a la existencia de agua líquida.
Para los ingenieros el nuevo software "nos ayudará a estudiar más rápidamente y de forma más extensa estas regiones con mayor resolución y confirmar si son el hogar de nuevas fuentes de agua en Marte. Realmente es como tener un nuevo instrumento a bordo de la Mars Express casi 20 años después de su lanzamiento".
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