Una de las mayores desventajas que proporcionan los wearables hoy en día es la autonomía que tienen. Muchos de ellos hay que cargarlos cada noche o cada semana según las funcionalidades que ofrezcan. Pero, ¿y si no requiriesen de batería? ¿Y si el propio cuerpo humano les proporcionara energía? Es lo que una investigación ahora propone y no es la primera en plantear una alternativa.
Un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Singapur ha presentado su interesante trabajo recientemente. Un trabajo en el que relatan la alimentación de dispositivos electrónicos mediante el cuerpo humano. Dispositivos electrónicos wearables que normalmente van adjuntos al cuerpo, como pueden ser los relojes inteligentes, los monitores de movimiento y sueño o dispositivos médicos para monitorizar la salud del paciente.
La tecnología que el equipo ha desarrollado permite que un solo dispositivo, como un teléfono móvil, alimente a otros dispositivos portátiles en el cuerpo del usuario utilizando su cuerpo como medio para la transmisión de energía. En cierto modo, el cuerpo del usuario actual como cable de alimentación, o mejor dicho como base de carga.
Para demostrar su viabilidad, los investigadores han desarrollado dos dispositivos: uno emisor y uno receptor. El dispositivo emisor envía la energía de un lugar del cuerpo haciendo contacto con la piel a otro lugar del cuerpo que también hace contacto con la piel. Por lo tanto, sólo se necesitaría un producto electrónico con batería que esté en contacto con la piel para alimentar a otros wearables sin batería.
En el experimento de los investigadores consiguieron que con una sola fuente de energía completamente cargada se diese energía hasta a diez wearables distintos durante diez horas.
Por qué cargar wearables con el cuerpo
¿Las ventajas de algo así? Esencialmente tener menos dispositivos que estar cargando todo el rato. Con sólo cargar por ejemplo un teléfono con suficiente batería podríamos alimentar el reloj inteligente, los auriculares inalámbricos y algún que otro wearable mas que llevemos en el cuerpo.
Adicionalmente, implica no tener que colocar baterías a los wearables y por lo tanto poder ahorrar una gran cantidad de volumen. A fin de cuentas, las baterías son los componentes más grandes y voluminosos de los dispositivos electrónicos wearables. Podríamos por ejemplo ver parches con sistemas de electrocardiograma o pegatinas que monitoricen el sueño del usuario sin llevar nada incómodo toda la noche.
El siguiente paso ahora es conseguir miniaturizar el dispositivo emisor y receptor. Así mismo, demostrar su viabilidad de costes y la implementación que podría hacerse en dispositivos wearables del mercado.
Vía | EurekAlert!
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