La UE quiere acabar con la enorme cantidad de residuos de envases que producimos en toda Europa. Y lo quiere hacer prohibiendo casi todo: desde los artículos de tocador mini de los hoteles (como los jabones y los champús), los vasos de café de un solo uso, hasta los envoltorios de plástico desechables de algunas frutas y verduras del súper. El plan ya ha sido publicado por la UE y está destinado a reducir los desechos y las emisiones para ayudar al bloque a alcanzar la neutralidad climática para 2050.
La nueva ley. El nuevo proyecto regulatorio de la UE, publicado hace unos días, propone sistemas obligatorios de depósito y devolución para botellas de plástico de un solo uso y latas de metal, así como el fin de los platos y vasos desechables, paquetes de azúcar y otros condimentos, así como los mini jabones y champús que dan en los hoteles. También se acabaron las estrategias de empresas de e-commerce que envuelven artículos pequeños en cajas enormes.
Todos los envases deben ser reciclables para 2030 y, para ello, la UE enseñará a los países a que establezcan pautas. Por ejemplo, los clientes tendrán que pagar una pequeña suma adicional además de su compra, que se reembolsará al devolver la botella. El 20% de las ventas de bebidas para llevar en cafeterías deben servirse en envases reutilizables o utilizando los propios envases de los clientes para 2030, y se aumentará al 80% en 2040. Los minoristas de cerveza tendrán que vender el 10% de sus productos en botellas recargables para 2030 y 20% para 2040.
Adiós a los envases bonitos pero "vacíos". En total, los estados miembros de la UE tendrán que reducir los residuos de envases per cápita en un 15% para 2040. Y una de las propuestas es que los minoristas que venden online se aseguren de que el espacio vacío en una caja sea como máximo del 40% en relación con el producto. Además, se prohibiría los envases "superfluos", como paredes dobles o fondos falsos destinados a hacer que los productos parezcan contener más de lo que contienen.
Eso se traduce en que todos los envases deben diseñarse para la funcionalidad y no la estética, y minimizar así la cantidad de producción. Algo que podría cabrear a las empresas que utilizan envases distintivos para destacarse, como los fabricantes de perfumes y licores.
¿Por qué? Todas estas nuevas reglas, que deberán ser aprobadas por los estados miembros de la UE y el parlamento europeo, tienen como objetivo abordar el aumento de plástico y otros residuos de envases. Se estima que el 40% de los plásticos nuevos y el 50% del papel se utilizan en envases. La UE aprobó una ley en 2019 para prohibir los artículos de plástico de un solo uso más comunes, como cubiertos de plástico o pajitas, pero ahora quieren ir más allá. Se cree que el europeo medio genera 180 kilos de residuos de envases cada año.
¿Y las cápsulas de café? Lo tienen difícil si no cambian tal y como las conocemos. Los fabricantes de envases tienen que cumplir con la nueva nueva ley, ya que dichos productos pueden atascar los procesos de reciclaje y tardar mucho en biodegradarse por completo en ciertos entornos. Es por eso que la Comisión ha designado una "lista pequeña de productos" que deben diseñarse para el compostaje: bolsitas de té, cápsulas de café, etiquetas adhesivas adheridas a frutas y verduras y bolsas de plástico.
Las empresas no están de acuerdo. Desde que se filtró el borrador, la industria defiende la idea de que la energía y el agua necesarias para limpiar los envases reutilizables superarían los beneficios ambientales de acabar con los artículos de un solo uso. De hecho, el grupo hotelero HOTREC ha pedido que se haga "un análisis completo de los costes de las empresas, en particular los costos de energía, agua y operativos" que esto conllevará, diciendo que el coste no debería caer en las empresas.