En su particular carrera para convertirse en el actor más guay de todos los tiempos, Chris Pratt ha alcanzado el siguiente nivel, quizá el definitivo. El pasado sábado publicaba en su perfil oficial de Facebook un mensaje donde pedía a sus seguidores que crearan la imagen de cabecera de su propio perfil oficial. ¿Resultado? No sólo su estatus ya oficial como estrella de Hollywood más cercana del mundo, sino también un puñado de banners entre lo genial, lo elegíaco y lo hilarante.
Lo que ha sucedido es un problema común para cualquier persona en el mundo, pero su resolución ha sido inherentemente Chris Pratt. Problema: Pratt quiere tener una nueva imagen de cabecera, pero no sabe Photoshop. Obviaremos por un segundo que esto es una campaña publicitaria. Solución: que lo hagan mis fans. Ingredientes: modelo concurso, la mejor opción gana; los cuatro principales personajes de la carrera de Pratt; y todas las cosas que le definen. Entre esas cosas:
Mi familia, águilas, banderas americanas, armas, Ford Raptors guays, puros, explosiones, Silvester Stallone, Bloodsport, el Steven Segal de los inicios, cualquier cosa que parezca chunga y diga, "ey, este perfil de Facebook es de Chris y esto es todo de lo que él va", quizá algunos velociraptors, o incluso alguna perca atruchada o algún ciervo como trofeo, quizá algunas armas chulas o algunos patinetes, o posiblemente incluso un coche de la NASCAR o un filete o incluso algunos corn dogs. ¡No me preguntéis! ¡Vosotros decidís!
Dada la personalidad de Pratt y su siempre amigable relación con los fans y con la prensa, sus seguidores han captado la idea al instante. Y aunque de momento no hay ganador, estas han sido algunas de las mejores propuestas recogidas tan sólo en los dos primeros días:
Chris Pratt: el amigo que siempre quisiste tener
Con esto, podemos afirmar oficialmente que no hay nadie en Hollywood que mole tanto y que caiga tan simpático como Chris Pratt. A lo largo de su carrera, Pratt siempre se ha destacado como un hombre bromista y alegre, pero la exposición mediática a la que se ha visto sometida tras protagonizar dos de las películas de acción más exitosas de los últimos dos años, Guardianes de la Galaxia y Jurassic World, le ha llevado a otro nivel. Y sencillamente no hay nadie como él.
Porque parece que nada ha cambiado.
Pratt se convirtió en un rostro conocido para el público internacional por su papel en Deadwood, cuando aún era un muy joven actor, pero poco después su carrera entró en barrena... hasta que se unió a Parks & Recreation, ¿quizá la mejor serie de humor de la última década junto a The Office? En P&R, Pratt interpretaba a Andy Dwayer, un hombre-niño de inteligencia muy limitada que tan sólo inspiraba bondad, amor y buenos sentimientos allí donde pasaba, tan cándido y desastroso.
Parte de Dwayer surgía directamente del propio Pratt, dado que P&R se basaba ampliamente en la personalidad de los actores para construir a sus personajes. Y es ese Pratt el que es capaz de protagonizar vídeos y vídeos de mejores momentos fuera de los estudios. Desde sus gazapos y bromas no incluidas en los capítulos de P&R hasta toda suerte de chistes sobre sus películas y sobre sí mismo en las múltiples entrevistas que ha ido ofreciendo en los tres últimos años.
Pratt, es obvio, tiene una capacidad maestra para el humor. Una de las anécdotas más célebres de P&R es precisamente la mejor improvisación de la serie, creada por él mismo y explicada aquí. ¿Su mejor virtud? Su capacidad para reírse de sí mismo. En este vídeo le vemos contando qué necesita un actor para ser estrella de Jurassic World: tres caras hiératicas e idénticas.
La imagen afable de Pratt se ha cimentado también en torno a su físico: con sobrepeso durante años, perdió kilos y ganó masa musuclar para Guardianes de la Galaxia, y desde entonces copa las portadas de revista de tendencias y causa furor entre el sector femenino, alcanzando su punto álgido en Jurassic World. La carrera y el cuerpo de Pratt han cambiado, pero en el transcurso él se ha mantenido del mismo modo, con un perfil bajo y de colegueo en toda aparición pública.
Aquí con Jimmy Kimmel fingiendo no haber sido invitado a su programa.
Aquí en la BBC, en el programa de Graman Norton, imitando a los protagonistas de Geordie Shore, el infame programa sobre juventud descarriada, sexo sin preservativo y drogas de Newcastle.
O aquí, en el colmo de su propio personaje, trenzando el pelo de una chica en plena entrevista promocional de Guardianes de la Galaxia. La historia venía de antes: el año pasado subió una foto a Instagram mostrando cómo había creado una impresionante coleta a su mujer, Anna Faris. En la entrevista le preguntaron si era capaz de replicarla en directo. Pratt aceptó mientras respondía a las preguntas rutinarias del entrevistador sobre la película.
Pratt, su familia y sus bobadas
Porque Pratt no sólo es el amigo que siempre quisiste tener, la clase de colega con el que te irías de cañas de forma invariable gracias a su sentido del humor y buen rollo (el equipo de Parks & Recreation, donde el ambiente de trabajo siempre fue muy familiar, no dudaba en señalar a Pratt como el más divertido y esencial de todos cuantos participaban en la serie), sino también el marido perfecto, padre de un niño de dos años y nunca eclipsando a su propia mujer.
Porque Pratt no sólo es el amigo que siempre quisiste tener, la clase de colega con el que te irías de cañas de forma invariable gracias a su sentido del humor y buen rollo, sino también el marido perfecto
De hecho, Faris y Pratt forman a día de hoy una de las parejas más atípicas de Hollywood. Cuando fueron invitados por primera vez a los Globos de Oro y a los Oscars gracias al salto en la carrera de Pratt, ambos quitaban toda impostación en las entrevistas y se mostraban como dos adolescentes fascinados por la grandilocuencia del evento, recalcando su perfil natural y eliminando cualquier aureola de estrellas. Ambos hablan del uno del otro con frecuencia en sus entrevistas.
Todo esto hace de Pratt una estrella terrenal y que cae muy, muy bien. El cambio en su imagen física, su personalidad expansiva, su sentido del humor, su familia, sus papeles, todo ello combinado con una muy sutil inteligencia. Y, por descontado, su capacidad infinita para hacer el bobo allá por donde pasa. Desde todas las tonterías durante el rodaje de Jurassic World hasta su karakoe con Jimmy Fallon, pasando por sus recurrentes apariciones en Ellen participando en concursos sobre conocimiento sobre dinosaurios con niños de 5 años raros y extravagantes.
En fin, el tipo más cool del momento.
Imagen | Gage Skidmore
