Una fecha ocupa los anhelos y desvelos de millones de españoles: el 26 de abril. A priori, el día en que se levantará el Estado de Alarma y por tanto el confinamiento. Es una fecha un tanto artificial. Por mandato constitucional, el gobierno no puede extender la situación de emergencia más allá de quince días. Así que resta la posibilidad que, tras el 26 de abril, cuarenta días después, las restricciones se extiendan.
¿Qué hay del resto de Europa?
En Italia. El confinamiento decretado por el ejecutivo de Conte expira el 13 de abril. Es probable que las medidas más estrictas, las que coartan la libertad de movimientos del grueso de los italianos, se mantengan, pero también que algunos comercios comiencen a operar. El pico de contagios parece haber remitido, y sus muertos se están reduciendo día a día.
¿Una fecha para la vuelta a la normalidad? Quizá el 4 de mayo, como sugiere Il Corriere. 56 días después.
Las condiciones. Cualquiera que sea la fecha, no marcará un punto de regreso a la feliz situación previa al coronavirus. "Tendremos que mantener las reglas de distancia social, y prevenir que la gente forme grandes grupos", explica en Bloomberg un virólogo de la Universidad de Milán. Todos los gobiernos deberán ser cautos si no desean toparse con un nuevo pico de contagios en mitad del verano.
Austria y Dinamarca. Los dos únicos países que hasta la fecha han desvelado un plan de salida para su confinamiento. En Austria los pequeños comercios levantarán la persiana el 14 de abril, mientras los centros comerciales y grandes superficies podrán hacerlo el 1 de mayo. Se mantendrá la obligatoriedad de llevar mascarilla dentro de las tiendas y un aforo limitado en espacios cerrados.
Dinamarca tiene previsto reabrir guarderías y colegios el 15 de abril. Los comercios le seguirán poco después.
China. Wuhan levanta oficialmente sus restricciones mañana. Lo hará con cautela. Las redes de transporte se desbloquearán, trenes y aviones incluidos, y las fábricas reabrirán. Los comercios volverán a la normalidad. Las autoridades seguirán alerta, no obstante, haciendo miles de tests en plena calle y con la capacidad de trazar y bloquear los movimientos de potenciales contagios.
Cautela. La salida seguramente se regle por el ya popularizado concepto del "martillo y la danza": tras el primer confinamiento duro, las sociedades pueden esperar otros en el futuro conforme el virus sature y vacíe las camas de cuidados intensivos en los hospitales.
La salida al coronavirus, pues, va para largo, muy en especial si pensamos en los ejemplos de Singapur o Japón: cuando creían tener controlada la epidemia, tras modelos muy elogiados en todo el mundo, se han topado con un pico que les ha obligado al confinamiento. O como lo expresara el canciller de Austria, Sebastian Kurz: "Sólo porque los números sean positivos no significa que el peligro se haya ido".
Imagen: Jordi Boixareu/ZUMA