Las publicaciones de Elon Musk, el CEO de Tesla, en Twitter casi siempre terminan en un torbellino en el mercado de valores. La influencia que el empresario canadiense tiene en la economía es abismal. Hace unas horas, publicaba un emoji de un corazón roto junto a la palabra Bitcoin y eso ha ocasionado que la criptomoneda caiga más de un 6% en apenas unos minutos. Solo este año, los tuits de Musk han disparado el precio de Dogecoin y han contribuido a un aumento masivo en las descargas de la app Signal. Ha impulsado una carrera armamentística mundial para desarrollar tecnologías de captura de carbono y ha llevado a Bitcoin a su peor caída en años.
Y también ha hecho perder muchos millones a los inversores. Digamos que la palabra de Musk es capaz de hacer temblar los cimientos de parte de la economía. Pero lo cierto es que el magnate en realidad no puede tuitear de lo que quiera. Está atado en ciertos aspectos.
Si habla sobre Tesla. Muchas cosas afectan el precio de las acciones de una empresa. Sin embargo, si el director ejecutivo de una empresa tuitea información significativa posiblemente tenga un impacto mayor. Pero claro, no es sólo su propia empresa lo que está moviendo Musk. Para entender la situación hay que entender que el CEO de Tesla y la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) llegaron a un acuerdo en 2018 que dicta que necesita obtener la aprobación previa de un abogado de valores para tuitear cualquier información "material para la compañía" que pudiera mover sus acciones. A pesar de haber sido multado con 40 millones de dólares, perder su presidencia y ser obligado a que los abogados de Tesla revisen sus tuits, Musk ha persistido en su aventura tuitera.
No le ponen coto. El 29 de julio de 2019, Musk tuiteaba sobre la producción de techos solares de Tesla, lo que hizo que las acciones subieran un 3% al cierre del mercado al día siguiente. La SEC se apresuró a decirle a la empresa que el tuit debería haber sido examinado por los abogados de Tesla, ya que el tuit atendía a "números de producción o ventas o números de entrega". Tesla respondió que Musk no tuvo que enviar el tuit para su revisión porque era "totalmente ambicioso".
La historia se repitió. En mayo de 2020, Musk tuiteó que "el precio de las acciones de Tesla es demasiado alto". Ese día, el precio de las acciones de Tesla cerró un 10% más bajo que el día anterior. La SEC volvió a la carga: el tuit estaba sujeto a revisión ya que abordaba la situación financiera de la empresa. Tesla dijo que no lo era, ya que era una "opinión personal".
Tesla stock price is too high imo
— Elon Musk (@elonmusk) May 1, 2020
Los reguladores se han cansado. Los mismos abogados de Musk señalan que todas estas condiciones de los reguladores lo único que hacen es "acosar a Tesla y silenciar al Sr. Musk" con investigaciones que "se superponen interminablemente". Lo que dio lugar a una carta de la misma SEC que decía: "Frente a las reiteradas negativas del Sr. Musk a enviar sus comunicaciones escritas encubiertas en Twitter a Tesla para su aprobación previa, estamos muy preocupados por las repetidas determinaciones de Tesla de que no ha habido violaciones de política debido a supuestas exclusiones".
Bajarle a la tierra. Si bien Musk últimamente se permite hacer cualquier tipo de afirmación en las redes sociales, la misma empresa que él dirige le ha bajado los pies a la tierra en alguna ocasión. De todos modos, se sabe que a Musk le gusta mucho exagerar. Por ejemplo, aquella vez en que, durante la presentación de las cifras trimestrales, el magnate volvió a enfatizar lo buena que es la tecnología de conducción autónoma de Tesla. Más tarde, CJ Moore, jefe de desarrollo de software de la empresa, declaraba no estar de acuerdo con las afirmaciones de Musk y que, entre otras cosas, estaba muy por delante de los hechos: “Elon está expresando expectativas basadas en el ritmo actual de innovación cuando se habla de capacidades autónomas de nivel 5. Tesla no puede indicar si alcanzará el nivel 5 a finales de este año calendario".
Si habla sobre Bitcoin. La peor (o mejor parte) de los tuits de Musk se los lleva el Bitcoin. El punto central de toda la polémica que se ha vivido durante las últimas semanas en el mercado de las criptomonedas. Los mensajes del multimillonario han movido los precios de Bitcoin y Dogecoin, productos que no están claramente regulados por la SEC o cualquier otra agencia. ¿Qué quiere decir esto? Que tiene plena libertad para afirmar lo que le venga en gana, les guste a los inversores o no. Así que puede deleitarse con su poder para mover los mercados hacia arriba o hacia abajo como él quiera.
#Bitcoin 💔 pic.twitter.com/lNnEfMdtJf
— Elon Musk (@elonmusk) June 4, 2021
De hecho, la nueva perlita ha sido una publicación que sugería una ruptura con Bitcoin. El multimillonario tuiteó un meme sobre una pareja que se separó por el hecho de que el compañero masculino citaba letras de Linkin Park, agregando el hashtag #Bitcoin y un emoji de un corazón roto. Bitcoin cayó casi un 6% a un precio de $36.432. No es la primera vez que los tuits de Musk sobre las criptomonedas han movido el mercado. En mayo, dijo que Tesla dejaría de aceptar Bitcoin como método de pago debido a las preocupaciones sobre su uso de energía, lo que redujo cientos de miles de millones de dólares en valor de todo el mercado en un solo día.
De lo que no puede hablar. Tal y como muestran los acuerdos de la SEC con Musk, el empresario sí tiene un conjunto específico de reglas sobre lo que no puede tuitear sin primero obtener el permiso de un abogado de la compañía. Entre ellas se incluyen: la situación financiera o resultados de la empresa; fusiones, adquisiciones, o ofertas públicas de licitación; números de producción o ventas; líneas de negocio nuevas o propuestas que no están relacionadas con las líneas de negocio existentes; o proyección o estimación de cifras sobre el negocio. Lo cierto es que el mandatario se ha saltado el acuerdo en diversas ocasiones: aquí, aquí, aquí y aquí, por poner algunos ejemplos.
Tesla made 0 cars in 2011, but will make around 500k in 2019
— Elon Musk (@elonmusk) February 20, 2019
Su poder de influencia en la economía. El mundo de las criptomonedas en general y las empresas relacionadas viven una montaña rusa. Y si algo podemos afirmar sobre ello es que todos estos sucesos vienen encadenados tras el reguero de publicaciones que Elon Musk va dejando en Twitter.
Hace unos días contábamos en Magnet como las cosas parecen estar llegando a un punto de ebullición sin retorno y por qué $STOPELON o $FUCKELON eran solo la punta del iceberg de un sector de inversores cabreados por la volatilidad de los mensajes del empresario. Una reacción contra lo que mucha gente cree que es un intento descarado del magnate de manipular los precios de las criptomonedas y los mercados para beneficios propios.