Durante los últimos años los juegos de mesa han estado en pleno auge. En 2012 el periódico inglés The Guardian incluso la llamó “La época dorada de los juegos de mesa”, asegurando que habían tenido un crecimiento de hasta un 40 % durante los últimos años. También se están convirtiendo en una de las categorías más respaldadas en Kickstarter.
Este incipiente interés ha llegado a inspirar a Wil Wheaton y a Felicia Day para crear el popular canal de YouTube, Table Top. Los vídeos que suben son de famosos compitiendo en juegos de mesa, consiguiendo varios cientos de miles de visualizaciones por vídeo. Entonces, ¿Cómo ha pasado algo tan arcaico a ser tan popular? ¿Dónde empezó todo?
El primer juego de mesa (5000 a.C.)
La mayoría de la gente no sabe que los juegos de mesa ya existían en la prehistoria, lo que significa que fueron incluso previos al lenguaje escrito. ¿Y cual fue el primer juego de todos?.. ¡Los dados! Así es, los que son unaparte esencial de la mayoría de los juegos de mesa de hoy fue la base de los juegos más antiguos de la humanidad.
En el túmulo funerario Başur Höyük, situado en el sureste de Turquía y con 5.000 años de antigüedad, fue hallada una serie de 49 pequeñas piedras talladas con pinturas. Se trata de las piezas de juego más antiguas jamás encontradas. También se han encontrado objetos parecidos en Siria e Irak, lo que parece indicar que los juegos de mesa se originaron en el Creciente Fértil.
Esta zona incluye las regiones alrededor de los ríos Nilo, Tigris y Éufrates en Oriente Medio. Es la misma región en la que se inventaron las bebidas alcohólicas, el papiro, los caramelos mentolados y los calendarios (¡Estos últimos necesarios para organizar una timba!).
Los juegos de mesa también se crearon en algunos casos pintando uno de los lados de un palo plano. Estos palos hacían de dados y se lanzaban varios a la vez: el número de palos que tenían la cara pintada boca arriba era tu “tirada”. Los dados en Mesopotamia se hicieron de diferentes materiales, como huesos de nudillos tallados, madera, piedras pintadas y caparazones de tortuga.
Poco a poco los dados fueron evolucionando, y tiempo después se empezaron a hacer de todo tipo de materiales como latón, cobre, cristal, marfil o mármol. Los dados en la antigua Roma eran muy parecidos a los de seis caras que usamos hoy, aunque también había dados con las esquinas cortadas como los de la foto, lo que daba posibilidades extra. Estos son parecidos a los de varias cifras de juegos de rol como Dragones y Mazmorras y similares.
Los juegos de mesa se convierten en un pasatiempo real (3100 a.C.)
Los juegos de mesa se popularizaron entre los faraones del antiguo Egipto, sobre todo el juego Senet. Este juego fue hallado en tumbas de la Primera Dinastía, y también en algunas anteriores se pueden ver referencias en varios de los motivos que las decoran. En el Imperio Nuevo de Egipto (1550-1077 a.C.) ya se había convertido en una especie de talismán en el viaje de los muertos.
Los antiguos egipcios creían mucho en la idea de “destino” y todo indica que el azar que formaba parte del juego Senet estaba fuertemente relacionado con esta idea. Pensaban que un buen jugador estaba bajo la protección de los dioses más importantes del panteón: Ra, Tot y, en ocasiones, Osiris. De ahí que los tableros de Senet se colocasen junto a otros objetos para el viaje a la ultratumba. El juego incluso se menciona en el capítulo XVII del Libro de los muertos.
En cuanto al modo de juego en sí no hay consenso. El tablero cuenta con 30 cuadrados en tres filas de 10, y hay dos tipos de peones (por lo menos cinco de cada, aunque existen variantes con un número mayor o menor). Los historiadores han hecho conjeturas sobre las reglas del Senet, y hay varias empresas que las han adaptado poniendo a la venta una versión moderna del juego.
Los juegos de mesa se mezclan con la religión (3000 a.C.)
Con el auge de los juegos de mesa entre la realeza, no tardaron en pasar a las clases trabajadoras. Poco después se mezclaron con creencias religiosas, como es el caso del juego Mehen. Nunca se han encontrado las reglas de este juego, pero se sabe que representa a la deidad Mehen, que en el culto al sol se representaba como una gran serpiente enroscada alrededor del dios del sol Re (el tablero del juego es una representación de esta imagen).
En algún momento, puede que incluso antes del Antiguo Reino, el juego y los dioses se mezclaron y el juego pasó a ser algo más que un mero pasatiempo. Se convirtió en sinónimo de la deidad como serpiente. Tim Kendall, un historiador del Antiguo Egipto, creía que era imposible saber con los datos disponibles si la deidad había sido inspirada por el juego o si ya era parte de la mitología.
Como las reglas del Mehen siguen siendo un misterio, se han importado las de otro juego llamado el de la hiena. Se trata de un juego de mesa árabe que comparte varias características con el egipcio, y en el que cada jugador comienza el juego con seis canicas y un león. Un dado de palo determinaba los movimientos.
Los jugadores comenzaban en la cola al borde del tablero e iban avanzando con sus canicas hacia el centro donde se encuentra la cabeza de la serpiente. Una vez que un jugador ha llegado al centro, se cambia el sentido del juego y los jugadores tienen que volver a la salida. Ahí es cuando la pieza del león entra en juego, pudiendo ser usada para capturar (comer) la canica de otro jugador.
La primera prueba del juego de mesa de la humanidad que se lleva jugando desde hace más tiempo (2650 a.C.)
Son muchos los que piensan que Backgammon es el juego de mesa al que más tiempo se lleva jugando. Sin embargo este título lo ostenta El Juego Real de Ur, del cual se decía que llevaba mucho tiempo muerto y que había sido sustituido por el Backgammon hace 2000 años.
Sin embargo, el aficionado Irving Finkel descubrió las reglas del juego grabadas en una antigua tabla de piedra, y más tarde tropezó con una sorprendente fotografía de un juego idéntico en la actual India. Poco después Finkel conoció a un profesor jubilado que había jugado al mismo juego de niño. Con estas pruebas, El Juego Real de Ur puede ser considerado como el juego al que se ha jugado durante más tiempo en el mundo.
Este juego recibe su nombre tras haber sido encontrado en las tumbas reales de Ur, en Irak. También se ha encontrado un set de este juego en la tumba del faraón Tutankamón. El juego real de Ur se jugaba con dos tipos de piezas, siete marcadores blancos y negros, y tres dados tetraédricos (de cuatro caras).
Las primeras evidencias de Backgammon (2000 a.C.)
Ludus duodecim scriptorum era un juego de mesa popular en tiempos del Imperio Romano. El nombre se traduce como “el juego de las doce casillas” y probablemente hace referencia a las tres filas de doce casillas que existen en los tableros que se han encontrado. Sus normas tenían bastante parecido con las del Backgammon.
Pero el juego más antiguo que se conoce con reglas casi idénticas al Backgammon ha sido descrito como un tablero con el mismo número de 24 puntos, 12 en cada lado. Al igual que hoy en día, cada jugador cuenta con 15 fichas, y se utiliza un dado cúbico de 6 caras.
El objetivo de este juego también era el de ser el primero en deshacerse de todas las fichas. Las únicas diferencias con el Backgammon actual están en el uso de un dado extra (tres en vez de dos), y que en el inicio tenemos ya todas las fichas en el tablero. Las fichas entraban al tablero de la misma manera en que las fichas en la barra lo hacen en el Backgammon moderno.
La popularidad del Backgammon surgió a mediados de los años 60, en parte debido al carisma del príncipe Alexis Obolensky, que pasó a ser conocido como “El padre del Backgammon moderno”. Fue uno de los fundadores de la Asociación Internacional de Backgammon que publicó las reglas oficiales del juego, y también creó el Club Mundial de Backgammon de Manhattan, que estableció un sistema de torneos en el año 1963. Más tarde organizaría el primer gran campeonato internacional en marzo de 1964, el cual atrajo tanto a la realeza como a la prensa, pasando por famosos.
El juego pasó a ser la nueva moda y se empezó a jugar en universidades, salas de fiestas y bares. Tanto los jóvenes como los viejos de todo Estados Unidos recuperaron del desván los antiguos tableros. Marcas de tabaco, alcohol y coches empezaron a esponsorizar campeonatos, e incluso Hugh Hefner hizo fiestas en torno al Backgammon en su mansión de Playboy. Se crearon clubes para jugar y más torneos, lo que resultó en un campeonato mundial que tuvo lugar en Las Vegas en 1967.
La moda fue perdiendo fuerza, y en el 2009 se creó la Federación Estadounidense de Backgammon (USBGF) para repopularizar el juego en los Estados Unidos. En el comité y en la directiva están muchos de los jugadores más importantes, así como organizadores de campeonatos y escritores de la comunidad mundial de Backgammon.
La influencia de la guerra crea juegos de estrategia militar (1300 a.C.)
"Ludus latrunculorum" era un juego de mesa de estrategia para dos jugadores creado durante el Imperio Romano. Existen referencias a él que se remontan hasta los tiempos de Homero, y se dice que es parecido al ajedrez. Debido a los pocos restos encontrados es difícil reconstruir sus reglas, aunque hay el consenso de que se trata de un juego de táctica militar. Debido al gran número de guerras que existieron a lo largo del siglo XIII a.C, se cree que fue el resultado de la influencia de la estrategia militar en los juegos de mesa.
Se juega en un tablero parecido al del ajedrez
El juego cuenta con muchas fichas y se juega sobre un tablero parecido al del ajedrez. El tablero es la “ciudad” y cada ficha es “un perro”. Las fichas tienen dos colores, y el juego consiste en comer una ficha de un color encasillándola entre dos fichas del otro color.
Hay teorías que apuntan a que Ludus latrunculorum podría haber influido el desarrollo histórico del ajedrez más primitivo, sobre todo en el movimiento de las fichas. Cuando el ajedrez llegó a Alemania, los términos para “ajedrez” y “jaque” (de origen persa) pasaron a denominarse “Schach”, que ya era la palabra alemana para “robar”. Como resultado, durante la Edad Media en algunas partes se usó Lupus latruncolorum como nombre para el ajedrez.
Los juegos pasan a ser cosa de niños (500 a.C.)
En las antiguas civilizaciones los juegos de mesa eran más bien cosa de adultos, pero no tardaron en ser populares también entre los más pequeños. Aunque técnicamente no se trata de un juego de mesa, uno de los primeros juegos para niños fue la rayuela ¡Seguro que no pensabas que fuera un juego tan antiguo!
Las primeras referencias al juego de la rayuela datan de los niños romanos en torno al año 500 a.C. Hay muchas versiones del juego por todo el mundo, pero las reglas generales son las mismas. El primer jugador lanza el marcador (normalmente una piedra, una moneda o una bolsita) al primer recuadro, teniendo este que caer dentro del recuadro sin tocar una línea o salirse. Después, el jugador procede a saltar sobre la rayuela saltándose el recuadro en el que se encuentra el marcador.
Influencias en los juegos de mesa por la cultura oriental (400 a.C.)
Si bien en Asia los juegos de mesa estaban presentes antes del año 400 a.C., normalmente se trataba de adaptaciones de los juegos de Oriente Medio. El Liubo fue el primer juego que rompió moldes, seguido posteriormente por “Go”, y pasó a ser el primer juego de mesa desarrollado en el mundo oriental.
Se jugaba con dos jugadores, y se cree que cada uno contaba con seis fichas que se movían alrededor de los puntos de un tablero en forma de cuadrado con una greca distintiva y simétrica. Los movimientos se determinaban con una tirada de seis dados de palo.
Liubo gozó de gran popularidad durante la dinastía Han, aunque poco después cayó en el olvido. Se baraja la posibilidad de que esto fuera consecuencia del auge del juego Go. Durante los últimos años se han ido sabiendo más cosas sobre este juego de mesa gracias a los descubrimientos arqueológicos de tableros de Liubo y de fichas en varias tumbas antiguas.
Los tableros y las fichas de Liubo se suelen encontrar en las tumbas de la dinastía Han. Los tableros se fabricaban a partir de varios materiales: losas de piedra, madera tallada o mesas de patas altas con tableros incluidos y fichas de bronce. Uno de los puntos en común que comparten todos es la característica greca tallada o pintada en la superficie.
En la mayoría de los juegos encontrados solo han sobrevivido unas pocas piezas, dado que algunas están hechas de materiales orgánicos que se pudren como la madera. Sin embargo, en 1973 se consiguió encontrar un set completo en buen estado.
El juego contenía las siguientes piezas:
- 1 caja del juego de madera barnizada (45.0 × 45.0 × 17.0 cm.)
- 1 tablero del juego de madera barnizada (45.0 × 45.0 × 1.2 cm.)
- 12 fichas cúbicas de marfil (4,2 × 2.2 × 2.3 cm.), seis negras y seis blancas
- 20 fichas de juego de marfil (2.9 × 1.7 × 1.0 cm.)
- 30 fichas en forma de vara hechas en marfil para contar (16.4 cm. long)
- 12 varas para las tiradas (22.7 cm. long)
- 1 cuchillo de marfil (22.0 cm. long)
- 1 rascador de marfil (17.2 cm. long)
- 1 dado de 18 caras con los números del 1 al 16 y los personajes que significan “ganar” y “perder”.
Al igual que la mayoría de los juegos antiguos, no se han encontrado las reglas completas. Sin embargo, este es un resumen de las que se suponen que eran las del Liubo.
“Dos personas se sentaban frente a frente sobre el tablero, y este estaba dividido en 12 caminos con dos salidas y un área denominada “agua” en medio. Se utilizan 12 fichas, que de acuerdo a las reglas antiguas son seis blancas y seis negras. También hay dos fichas “pez” dentro del agua.
El dado se tira con un jade. Los dos jugadores se turnan para tirar el dado y mover sus fichas. Si una de las fichas se ha movido a una posición concreta se pone al final y se la denomina “búho”. De ahí que pueda entrar en el agua y comer un pez. Cada vez que un jugador come un pez recibe dos fichas. Si lo hace dos veces seguidas, recibe tres fichas (por el segundo pez). Si un jugador se hace con seis fichas, ha ganado la partida.”
Los juegos Talf y el nacimiento del ajedrez (400 d.C.)
Los Tafl son antiguos juegos de mesa germánicos que se practicaban sobre una tabla cuadriculada con dos ejércitos de números desiguales.
Aunque el tamaño del tablero y el número de fichas varía, todos contaban con una distribución característica de 2:1 piezas, y el lado con menos contaba con la ficha rey que empezaba en el medio. El objetivo del rey es escapar a la periferia del tablero o a las esquinas, mientras que el del rival es atraparlo. El atacante tiene la ventaja natural durante el inicio de cada partida.
Se supone que este juego imitaba de alguna manera los éxitos militares de los ataques vikingos. De hecho, los juegos Talf fueron propagados allí por donde los vikingos pasaban, incluyendo Islandia, Bretaña, Irlanda y Laponia. Varias de sus versiones se podían encontrar por lo tanto en la mayor parte del norte de Europa.
Se presupone que el Talf surge a partir de una iteración llamada Chaturanga, un antiguo juego hindú de estrategia desarrollado durante el Imperio Gupta en La India en torno al siglo VI d.C. Durante el siglo VII fue adoptado como Shatranj en la Persia sassaní, que a su vez fue la forma de ajedrez introducida en la alta Edad Media en Europa.
El Chaturanga se jugaba en un tablero de 8×8 sin cuadrados, y a veces este tablero tenía marcas especiales, aunque su significado se desconoce a día de hoy. Su variante europea, el Ajedrez, se juega en el mismo tableto de 8x8, y sus primeros indicios datan de la Persia sassaní en torno al año 600 d.C. Se dice que antes de introducir el juego en sí, los mercantes musulmanes empezaron a comercializar en Europa sus lujosos tableros.
El juego fue introducido en Europa occidental y en Rusia por al menos tres rutas diferentes. La primera de ellas data del siglo IX, y para el año 1000 ya se había expandido por toda Europa. El Ajedrez fue introducido en la península ibérica por los musulmanes en el siglo X, fue descrito en el famoso manuscrito "El Libro de los Juegos" sobre Shatranj, Backgammon y juegos de dados.
En torno al año 1200, las reglas de Shatranj (la variante persa del ajedrez) empezaron a modificarse en el sur de Europa, y en torno al año 1475 se produjeron cambios relevantes en el juego que lo convirtieron en lo que conocemos hoy en día como ajedrez. Estas nuevas reglas fueron adoptadas en Italia y en España. Con ellas los peones pudieron empezar a avanzar dos casillas en su primer movimiento, mientras que los alfiles y las reinas adquirieron sus habilidades modernas.
La reina sustituyó a la antigua figura del visir a finales del siglo X, y para el siglo XV ya era la pieza más poderosa del juego. De ahí que al ajedrez moderno fuera considerado “el ajedrez de la reina” o “el ajedrez de la reina loca”. Las normas siguieron evolucionando, y se finalizaron con la inclusión de las tablas a principios del siglo XIX. Estas normas fueron las que estandarizaron el ajedréz tal y como lo conocemos hoy en día.
Durante la ilustración, el ajedrez era visto como una forma de automejorarse. Benjamin Franklin llegó a escribir un artículo con el título “Las morales del ajedrez” en el año 1750 donde declaraba:
“El juego del ajedrez no es un mero entretenimiento; son varias las cualidades mentales, de uso en la vida humana, que han de ser adquiridas y pueden ser mejoradas con él. Son hábitos que han de estar presentes en toda ocasión puesto que la vida es como el ajedrez, donde tenemos que ganar puntos y hay competidores y adversarios contra los que luchar. Existen un gran número de eventos buenos y malos que son, en cierto aspecto, el resultado de la prudencia o su búsqueda. De ahí que podamos aprender jugando."
Este juego pasó poco después a implementarse en las escuelas, y surgieron los primeros clubs de ajedrez. Además, a día de hoy la mayoría de países también cuentan con asociaciones de este juego. Si bien no es deporte olímpico, el Comité Olímpico Internacional (COI) lo considera un deporte, e incluso cuenta con sus propias olimpiadas bianuales.
La primera evidencia de Mancala (700 d.C.)
Mancala normalmente se refiere a un juego específico, pese a que en realidad se trata de un género de juegos. Son disfrutados en todo el mundo recibiendo normalmente el nombre de juegos de siembra o cuenta-y-captura, nombres que describen el modo en el que se juegan. La palabra mancala proviene de la palabra árabe naqala, que significa “mover”.
Se conocen más de 800 nombres de juegos de mancala tradicionales, y se han descrito más de 200 inventados. Sin embargo, aunque muchos de los nombres se refieren a juegos diferentes, también hay varios que se refieren al mismo. La mayoría comparten un modo de juego general, en el que los jugadores comienzan poniendo un número determinado de semillas en cada hoyo del tablero.
Cada turno consiste en quitar las semillas de un hoyo y sembrarlas en otros
Los jugadores pueden ir contando sus piedras para calcular sus movimientos, y cada turno consiste en quitar todas las semillas de un hoyo para irlas sembrando poniendo cada una en uno de los siguientes hoyos del tablero, y ganando puntos según el estado del tablero.
Los tableros de mancala normalmente están hecho de varios materiales con una serie de hoyos en filas, normalmente dos o cuatro. Los materiales utilizados incluyen arcilla y otros que sean igualmente moldeables. Algunos de estos juegos utilizan agujeros en la tierra o tallados en la piedra, a los que se les suele llamar “hoyos” o “casas”. A veces se utilizan agujeros al final del tablero a modo de almacén para las fichas.
Las fichas del juego pueden ser semillas, habichuelas, piedras, conchas, medias canicas o cualquier otro objeto pequeño que se ponga en los agujeros durante la partida. El objetivo de la mayoría de las versiones con dos y tres files es el de conseguir más piedras que el contrario. En los juegos con cuatro filas, en cambio, el objetivo puede ser el de dejar al oponente sin posibilidad de moverse o capturar todas las fichas de su primera fila.
Al comienzo del turno de un jugador, este selecciona un hoyo con semillas que serán sembradas por el tablero. Esta selección normalmente está limitada a los hoyos en el lado de cada uno, así como a los agujeros con un número mínimo de semillas. El movimiento se conoce como la siembra, y todas las semillas de un agujero se van repartiendo una a una en los hoyos siguientes. Aunque el nombre siembra es bastante literal y apropiado, no todos los juegos de este tipo utilizan semillas de verdad.
Si la siembra termina con la última semilla, la partida se considera de una sola vuelta. Las primeras evidencias del juego son fragmentos de un tablero de arcilla y varios cortes en una roca encontrados en zonas de Aksumite en Matara (Eritrea) y Yeha (Etiopía). Según los arqueólogos, datan de entre los siglos VI y VII d.C.
Puede que el juego haya sido mencionado por Georgia de Segla en su texto del siglo XIV “Misterios del cielo y de la tierra”. En el texto se refiere a un juego de nombre qarqis, un término empleado en Ge’ez para referirse tanto a Gebet’a (mancala) como a Sant’araz (el moderno sent’erazh, el ajedrez de Etiopía).
Las similaridades de algunos de los aspectos del juego con las actividades agrícolas, así como el no necesitar objetos especiales para jugarlo, podrían significar que este juego forme parte de nuestra civilización desde sus propios orígenes. Sin embargo, actualmente no existen pruebas de que el juego tenga más de 1300 años de antigüedad.
The Landlord’s Game (1903)
¿Nunca has oído hablar de este juego? Lo podríamos traducir como el juego del arrendador y fue inventado por Lizzie Magie, una de las primera diseñadoras de juegos de mesa de Estados Unidos. El tablero consistía en un cuadrado con casillas en los bordes que tenían propiedades que los jugadores podían comprar.
El tablero también tenía cuatro estaciones de tren, dos empresas de servicios públicos, una cárcel y una esquina con el texto “el trabajo en la tierra da dinero” que daba a los jugadores $100 cada vez que pasaban por ella... ¿Te suena, verdad?
Magie inventó y patentó el juego en 1904. Su idea era la de hacer un juego que demostrase los efectos de la especulación con sus consecuencias. lo basó en los principios económicos del georgismo, un sistema propuesto por Henry George con el objetivo de demostrar cómo los alquileres sirven para enriquecer a los propietarios y perjudican a los inquilinos.
Sabía que habría personas a las que les resultaría difícil entender por qué sucedía todo esto y qué se podía hacer al respecto, de ahí la idea de poner estos conceptos georgianos en un juego para su fácil demostración. Magie también esperaba que si los niños jugaban pudiesen adquirir la idea del significado de la desigualdad y mantenerla hasta la madurez.
En el año 1935 Magie vendió la patente del juego a Parker Brothers, que lo comercializaron como Monopoly. La patente del juego fue vendida por 500 dólares, y aunque en un principio rechazaron comprarla, fue el que llevó a Parker Brothers. Tras el bombazo del Monopoly, también pusieron a la venta otra serie de juegos entre como Risk, Sorry y Trivial Pursuit entre otros.
Los Oscars de los juegos de mesa (1978)
Spield Des Jahres a es un premio alemán que se traduce como “Juego del año”. Cada año un jurado alemán de críticos otorga estos premios, que están considerados como los más prestigiosos para los juegos de mesa y de cartas. Vamos algo parecido a los Oscars de este tipo de juegos.
Estos premios tienen el propósito de premiar la excelencia en el diseño de juegos de mesa, y de promover los juegos de calidad en el mercado alemán. Son de hecho la existencia de estos premios, y la gran popularidad que tienen, uno de los motivos de la alta calidad de los juegos procedentes de Alemania. Y es que sólo el estar nominado puede incrementar las ventas de un juego de unas 500-3.000 copias a cerca de 10.000, y el juego ganador puede conseguir vender cerca de 500.000.
Los criterios de evaluación de los juegos son:
- Concepto del juego: originalidad, jugabilidad, valor del juego
- Estructura de las reglas: composición, claridad, comprensión
- Formato: caja, tablero, reglas
- Diseño: funcionabilidad, acabado
El premio Spiel Des Jahres ha sido el responsable de la popularidad y el auge de juegos como Colonos de Catán, Dominion, Hanabi y Dixit. También es considerados como uno de los principales motores de la popularidad de los juegos de estilo alemán, que normalmente se basan en la suerte, fomentan la interacción entre jugadores y se basan en economía y estrategia.
La influencia de Catán en los Estados Unidos (1995)
Los Colonos de Catán fue uno de los primeros juegos de estilo alemán que alcanzó la popularidad más allá de Europa. Se han vendido más de 24 millones de unidades de su saga, y ha sido traducido a más de 30 idiomas.
En Catán, los jugadores compiten para establecer la colonia más podesora en una isla ficticia llamada Catán. El tablero de juego representa la isla, y está compuesto por casillas hexagonales de diferentes tipos de terreno. En cada turno, el jugador tira los dados para ver si sus tierras producen recursos que pueden usar para construir carreteras, ciudades y pueblos.
Se alcanza la victoria construyendo pueblos y sumando puntos
Los jugadores pueden alcanzar la victoria construyendo pueblos y sumando puntos. Aunque a diferencia de la mayoría de los juegos de mesa, Catán nos permite ir más allá y buscar nuestras propias reglas a la hora de intercambiar recursos y dinero.
La popularidad del juego en los Estados Unidos ha hecho que lleve el sobrenombre de “El juego de mesa de nuestros tiempos” según el Washington Post. También se habla de él en el documental “Going Cardboard” del año 2012, donde se detalla el impacto del juego en algunas comunidades de jugadores estadounidenses.
El juego fue creado por Klaus Teuber, que trabajaba como auxiliar de dentista en la ciudad industrial de Darmstadt, en Alemania, durante los años 80. Teuber creaba juegos de mesa en su tiempo libre como una forma de descansar de su trabajo, y a sus 62 años aun no se cree el éxito que ha alcanzado su creación.
Casi todos los diseñadores de juegos de mesa, incluso los más exitosos, tienen otros trabajos a tiempo completo, pero Teuber es uno de los pocos que puede vivir de los juegos. Cuando se presenta en las grandes convenciones le tratan como a una estrella de rock, ya que muchos creemos que Catán fue la puerta a los juegos de estilo alemán.
Antes de su llegada hablar de juegos de mesa normalmente era hablar de títulos como Sorry, Monopoly, Trivial Pursuit y Hundir la flota: juegos que no eran realmente adictivos. Los Colonos de Catán fue un catalizador principal de la repentina popularidad de los juegos de mesa en los EEUU, e hizo que la gente se interesase por otros que tuvieran otro tipo de reglas y mecánicas.
Kickstarter da la oportunidad de que la gente financie nuevos juegos (2009)
Gracias a la irrupción en el mercado de juegos de mesa como Carcassonne, Catan, Alhambra y Ticket to Ride, la gente empezó a querer más. Sin embargo, crear y sacar al mercado un juego de mesa no es una tarea sencilla.
La mayoría de los diseñadores tienen otros trabajos a jornada completa, y crear juegos no suele ser más que un hobby (!incluso para los títulos más populares!). Normalmente con ellos apenas consiguen lo suficiente para que sean mínimamente rentables, o como mucho para poder permitirse sacar al mercado un par de expansiones más.
A no ser que hayas estado viviendo en una cueva, en una isla desierta o un planeta muy lejano, ya sabrás que Kickstarter es una plataforma global de crowdfunding que ayuda a sacar adelante proyectos creativos. Al principio estaba orientada a la música y el cine, pero hoy ya ha respaldado más de 200.000 proyectos tanto de música, como de espectáculos, cómics, productos digitales y, por supuesto, juegos de mesa.
Kickstarter ha recaudado más de 1.500 millones de dólares para sus proyectos, y quienes financian una idea suelen recibir algún tipo de compensación tangible. Esta plataforma ha revolucionado el mercado de los juegos de mesa, puesto que le ofrece a los aficionados la oportunidad de enseñarle su idea a otros aficionados. Esto ha hecho que la comunidad de jugadores se haya visto muy beneficiada, y cuesta creer el dinero que algunos juegos han conseguido a recaudar.
Un ejemplo es la campaña de Kickstarter para el juego de mesa Conan, que se lanzó el 12 de enero de 2015 con un objetivo inicial de 80.000 dólares. Consiguió el objetivo en sólo 5 minutos y 37 segundos, y llego a recaudar 3.327.757 dólares. Y no sólo tienen éxito los juegos de mesa. Dwarven forge consiguió 2.140.851 dólares, y sólo a base de fabricar piezas de terrenos para juegos de rol.
En el momento en el que escribo esto, hay 213 proyectos relacionados con los juegos de mesa que puedes financiar en Kickstarter. Es un buen ejemplo de hasta donde ha conseguido llegar la comunidad de jugadores.
Imágenes | Ian Davis y Dicey Goblin