Está claro. Tanto hombres como mujeres tenemos un problema con las tetas de éstas cuando deciden usarlas para lo que la naturaleza les dotó de ellas, alimentar a un bebé. Es ver a un bebé cogido a un pecho y empiezan a saltar las alarmas. Sí, es cierto, hay gente que lo ve normal y hay gente a la que le inspira ternura, pero es cierto también que hay quien preferiría no verlo y quien, yendo más allá, no se corta en ofrecer su opinión contraria al acto. ¡Si hasta hay mujeres que han sido expulsadas de ciertos sitios por dar el pecho a sus bebés!
Que si es natural, que si no lo es, que si las mujeres tendrían que meterse en el lavabo a amamantar, que si es un momento íntimo y no tengo ninguna necesidad de verlo, que si... y el caso es que luego nos inundan portadas de revistas, pósteres, anuncios y videoclips de tetas y culos y oye, ahí nadie dice nada. Qué ironía, ¿no? Pues venga, vamos a hablar sobre el problema que tenemos en la sociedad occidental con las tetas de las mujeres que dan el pecho, que hay miga para rato.
¿Para qué sirven los pechos de las mujeres?
No he hecho tal experimento, pero es probable que si hiciéramos a la gente esta pregunta, para qué sirven los pechos de una mujer, la mayoría dirá que "para alimentar a los bebés". Otros dirán que para lucir escote, para ligar, para hacerlas más femeninas, para marcar curvas,... vamos, la función erótica o de atractivo del busto femenino.
¿Que cuál es la función principal de la glándula mamaria femenina? La que quiera su dueña, porque hay mujeres que priorizan una sobre otra y otras que priorizan la otra sobre la una, pero lo importante de esto es tener claro que tan función es la de enseñar, mostrar y entrever, como la de producir leche para que el recién nacido reciba su alimento (y en esto imagino que estamos todos de acuerdo).
Y parece que aceptamos peor la función de alimento
Pues bien, teniendo claro que las tetas pueden servir para ambas cosas, parece que aceptamos mejor el verlas en un contexto femenino de figura, de erotización, de sexualidad, de sensualidad... allí donde las imágenes sugieren, donde las mujeres acompañan con alguna mirada lasciva o gesto seductor. Si es que hoy en día te sientas delante de la tele a ver a las cantantes en sus videoclips y parece que se van a quitar toda la ropa en cualquier momento... si casi gimen de placer mientras miran a la cámara y se restriegan por el suelo o las paredes.
Hemos normalizado esos vídeos, y los anuncios, y las modelos en las revistas poniendo cara de chica mala, y todo acompañado siempre de poca ropa y medio culo fuera, o media teta. Y ya nadie dice nada. O casi nadie, que de vez en cuando sale alguien mostrando lo absurdas que son las poses de las mujeres, pero poca cosa para lo mucho que enseñan.
Y entonces llega la maternidad, llega el momento en que la mujer se saca la teta para alimentar al retoño y a la gente le entran las manías y los ascos. ¿Curioso? ¿Irónico?
¿Pero es que está mal amamantar en público?
Si estás en la mesa del restaurante, que te escondas, que no es higiénico... como si fueras a poner el pecho en modo surtidor y a echar leche a los platos de la gente, madre mía. Se saca un poco el pecho, el niño se engancha y ni la leche empapa la comida, ni se ve el pecho ni el niño llora. Imposible que moleste a nadie, pero llega el camarero y te dice que, por favor, lo hagas en el lavabo. Las mujeres, que ya tienen la lección aprendida, defienden al bebé: "¿A comer? ¿Quiere que me vaya al lavabo a comer?". "No, perdón, emm..., quiero decir que puede ir al lavabo a amamantar a su bebé. Podría incomodar al resto de clientes". "¿Y no tiene mi bebé el mismo derecho que los demás a comer aquí? ¿Usted se iría a comer al lavabo si a los demás les incomodara su presencia?".
Pero hay salas de lactancia, pensarán algunos. Y así es, las hay. Que estás en un centro comercial, en la planta 5, tu bebé se pone a llorar y para calmarle le coges, le das el pecho y te sientas un momento a esperar a que se calme un poco para seguir, pero el tiempo suficiente para que alguien te diga: "Disculpe, en la planta 3 tenemos una sala de lactancia donde podrá amamantar a su bebé tranquilamente". Que no es un ofrecimiento, sino una invitación a que te pires de ahí con la teta fuera y que te vayas a la 3, que ahí no te ve nadie y no montas aquí el espectáculo. Aquí sucede lo mismo, muchas madres han vivido de estas y ya saben cómo contestar: "Ah, gracias, pero tranquila, estoy bien aquí". ¿Cómo? ¿No deberían irse a las salas de lactancia, que para eso están? Bien, en realidad las salas de lactancia no son más que un recurso a disposición de las madres lactantes que quieran hacer uso de ellas. Si quieres, si estás más cómoda, si te sientes más a gusto así, puedes ir a ella a amamantar a tu bebé. Pero oye, si te pilla dos plantas más abajo y no tienes ningún problema en dar el pecho en cualquier parte, nadie puede obligarte a hacer uso de ellas. ¿Por qué no? Pues porque no todos los centros comerciales tienen una, ni todos los comercios, y de todas maneras no es plan de estar con el bebé llorando hasta que llegas a la mencionada sala de lactancia.
¿Quizás pensáis que exagero, que las mujeres que amamantan no tienen estos problemas? ¿Quizás pensáis lo contrario, que en realidad no deberían hacerlo en público? Creo que no exagero: hace unos años preguntaron a varios pediatras acerca de lactancia para saber cuáles eran sus conocimientos y su visión de la que es la alimentación normal y lógica de los bebés, la que deberían promover y defender, sobre la que deberían ayudar a las mujeres para que los bebés tengan el mejor estado de salud posible, y al preguntarles si les parecía correcto que las mujeres dieran el pecho en público solo el 49% dijo que sí. Pues si el 51% considera que no, que no deberían amamantar a su bebé en público me entran dudas sobre cuáles son sus consejos hacia las madres. La lactancia materna se recomienda que se le dé al bebé a demanda, es decir, que el bebé mame cuando quiera y cuanto quiera, siguiendo sus sensaciones de hambre y saciedad, pues se ha visto que es la mejor manera de que coma lo que necesita y no más, ni menos. Pero claro, si le dices a una mujer que amamante a demanda, pero que no dé el pecho en la calle tenemos un problema: o se queda en casa o le tiene que dar otro alimento para que no se quede el niño berreando como un poseso. ¿Un biberón, quizás? A todos nos dieron de pequeños, ¿no? Pero, ¿y si la decisión de la mujer es dar pecho y nada más al bebé? ¿De verdad tiene que llevar un biberón a la calle por si le pide comida? Porque un biberón no puede estar preparado mucho tiempo, que la leche se pone mala. Por otro lado, ¿no saben los pediatras que añadir biberones a la alimentación de un bebé puede perjudicar mucho la lactancia, incluso hasta el punto que el bebé deje de querer mamar?
A los pediatras tenemos que añadir las redes sociales, o más concretamente Facebook, que durante varios años se ha dedicado a censurar, casi de manera sistemática, cualquier foto de una mujer amamantando. ¿Por qué? Pues por la visión del pecho de la mujer, porque lo consideraban pornográfico, fuera de lugar, contenido a censurar. Miles de mujeres se han quejado siempre por ello, porque ellas no están tratando de mostrar sus cuerpos, sino simplemente enseñar el acto, el de alimentar al bebé, muchas veces para tratar de normalizarlo, de hacer ver a la gente que ahí solo hay un bebé comiendo. Ahora, desde hace unos meses, Facebook ha cambiado su política y ahora sí acepta esas imágenes. Esto ha dado pie a que las madres puedan colgar sus fotos y a una situación curiosa, a que algunos usuarios cuelguen fotos de madres que amamantan para hacer lo que ya no hace la red social, censurarlas, como podéis ver en la siguiente captura (la mujer, por cierto, se enteró y aprovechó para contestar).
Pero es que no son los únicos. Tienes a la amiga, a la vecina, al que pasa por ahí, al que trabaja en la piscina y te dice que no le puedes dar el pecho en la piscina, al de seguridad de la biblioteca que te echa porque ahí dentro no se puede comer, al del museo que no se puede usted sacar la teta para dársela al crío delante de un cuadro de la virgen con la teta fuera amamantando al otro crío, a la de la tienda de ropa que dónde se ha visto dar el pecho mientras se mira una la ropa, que te salgas fuera si eso y a una que viajaba contigo en el bus que te ha visto dar la teta y ha pensado que "por Dios, ¡qué ascazo!"
Pero, ¿es natural o no es natural?
Porque yo creo que todos tenemos claro que es un acto natural, de los más naturales que hay: un bebé que tiene hambre y se coge al pecho de su madre para comer. ¿Acaso debemos esconder algo que es natural? Y entonces muchos dirán que "Mear es natural. Cagar es natural. Follar es natural. Y no lo hago en público". Pero las madres, que de estas ya han recibido unas cuantas, contestan: "¿Y comer, es natural? Pues eso está haciendo mi hijo".
Porque parece que el problema es lo que hace la madre, sacarse una parte del pecho. Pero nadie tiene en cuenta que ahí hay un acto en el que intervienen dos personas, y ¡el bebé está comiendo! Tenía hambre, miedo, sueño, inquietud, lo que sea, y el pecho de mamá le tranquiliza, le relaja, le vuelve a hacer sentir bien, oliendo a mamá cerquita, tocándole. ¿Habéis probado a calmar a un bebé contándole chistes, un cuento o explicándole que tendrá que esperar un poco a que mamá llegue a casa porque ahí no se puede amamantar? Si es así, sabréis que el bebé sigue llorando, que no se ríe con los chistes, que el cuento le parece malo y que lo de esperar no le convence. Sigue llorando y cada vez llora más, así que hay dos opciones, o reconfortamos a los del entorno que no quieren ver medio pecho de mujer o reconfortamos al bebé que quiere comer. La más lógica parece la segunda, ya que el bebé tiene una necesidad inmediata y no entiende la espera, mientras que los otros, en teoría, son seres racionales capaces de entender la situación.
¿No será que a ellos no les aporta nada?
Es digno de estudio, pero a la hora de analizarlo solo me queda buscar el feedback que genera cada pecho al descubierto (y eso que en el caso de las madres que dan pecho apenas se ve nada). Si hablamos de las artistas, estas que cada vez llevan menos ropa y se mueven de manera más lagarta, el hombre que la ve disfruta porque ve carne (o no disfruta, pero le parece ya normal), mientras que la mujer que lo ve se fija en ella como modelo a seguir, se compara para decirse a sí misma que tiene que adelgazar o que "oye, no estoy tan mal" o simplemente no dice nada porque ya le parece normal.
Pero si hablamos de una mujer que amamanta, pues parece que ya nadie saca nada de ello. Los hombres no disfrutan porque es algo natural, es el bebé que mama, así que será envidia o que ella no está haciendo movimientos sensuales, pero los hay que les molesta (otros con más raciocinio lo ven normal). Y si es una mujer, pues hará algo parecido, o piensa que debería esconderse porque ahí nadie está enseñando nada excepto ella, o piensa que debería esconderse porque muchas mujeres dan biberón y parece que se está exponiendo como queriendo mostrar al mundo lo buena madre que es dando el pecho a su hijo, o no piensa nada porque lo ve normal.
De un modo u otro, está claro que tenemos un problema y ahora os dejo mi opinión, que es clara (como padre de tres niños que han sido amamantados donde lo han necesitado). Tenemos un problema porque algo que debería resumirse en "el bebé tiene hambre, pide comida, come", que son 7 palabras, lo he explicado en una entrada que tiene en total 2267 palabras. ¿Tan anticuados estamos que no somos capaces de entender que es como se ha alimentado la raza humana desde el principio de los tiempos? ¿O acaso somos tan "modennos" que nos hemos pasado de rosca tres pueblos? Quizás haya que empezar a gestar a los bebés en úteros artificiales para no tener que parirlos, que ya sabes, menudo ascazo que un bebé te toque con todo su cuerpo la vagina y la vulva, con lo bonito que se ve todo ello en las fotos eróticas.
Fotos | Aurimas Mikalauskas, Matteo Bagnoli, dailycloudt en Flickr