La semana laboral de cuatro días lleva en la agenda política de multitud de países durante los últimos años. Cada vez más empresas y Gobiernos contemplan esta idea y lanzan programas pilotos por todo el mundo con resultados muy positivos en términos de productividad y beneficios. Hace unos días contábamos como Portugal ha dado luz verde a una iniciativa de reducción de la jornada sin reducción salarial. Ahora, España ha dado el paso para embarcarse también en esta aventura.
Y eso no es todo, el Gobierno dará ayudas a las empresas que quieran acogerse a esta modalidad.
El proyecto. El año pasado, en la negociación de los Presupuestos Generales, Más País decidió apoyar las cuentas del Gobierno a cambio de que hubiera cabida para un presupuesto público para promocionar la semana laboral de cuatro días, con una dotación de 10 millones de euros para ello. Ese proyecto ya está aquí. ¿Qué quiere decir? Que las pymes que quieran acogerse al nuevo programa del Ministerio de Industria deberán reducir la jornada de los trabajadores un mínimo del 10%.
Según contaba en exclusiva hace unas horas El Periódico, el programa estará dotado con hasta 150.000 euros en ayudas para cada pyme y se estima que beneficiará a entre 60 y 70 compañías. Eso sí, las empresas que opten a esas subvenciones directas deberán implantar esa modalidad de jornada durante al menos dos años. Y no podrán reducir el salario de los trabajadores que se acojan a esa jornada de cuatro días semanales.
¿Cómo funciona? El Gobierno dará ayudas para financiar, en parte, los costes salariales del personal y dará ayudas directas temporales por otros costes asumidos por la empresa como consecuencia de la reducción de la jornada y de implementación de nuevas fórmulas organizativas y la formación. Tal y como citan: "los costes de formación relativa a la optimización del tiempo de trabajo de la plantilla” y “los costes de colaboraciones externas o de personal interno necesarios para rediseño de procesos afectados por el proyecto piloto y directamente vinculados a la producción de los bienes y servicios de la empresa".
¿Por qué? El objetivo final es mejorar la productividad. Tal y como hemos contado en otros artículos, algunos estudios señalan que el sistema laboral de cuatro días puede tener un impacto positivo en los ingresos de las empresas, con impactos positivos en el rendimiento, el bienestar de los empleados e incluso permite reducir las emisiones de carbono. Pero también se pretende mejorar la conciliación laboral, la salud física y mental de los trabajadores y acabar con el agotamiento po trabajo.
Nuestra experiencia en España. En nuestro país, a diferencia de otros países, la aplicación de esta modalidad no ha sido tan fácil. Como vimos el año pasado, algunos intentos fallidos en Telefónica fueron criticados ya que trabajar menos también implicaba una reducción del salario. Sucedió igual que en Bélgica, país que llevó a cabo una reforma de ley para implantar una jornada laboral de cuatro días pero que en este caso tenía truco, porque no implicaba trabajar menos, sino echar más horas menos días. Otras empresas como Desigual, establecieron una reducción de jornada pero con disminución de sueldo.
Sin embargo, en la Comunidad Valenciana sí se lanzó una iniciativa en la que se subvencionará a las empresas que participen. Una cantidad que será de 9.611 euros por empleado, repartidos en tres años de forma decreciente: 5.492 euros el primero, 2746 euros el segundo y 1.373 el tercero. Algo que defiende mejor el espíritu de este modelo laboral: no perder productividad, pero tampoco ingresos.
Una tendencia. En Xataka hemos hablado de las bondades de la jornada laboral de cuatro días y de los desafíos que tiene por delante. Pero sobre todo de la tendencia creciente de todas estas nuevas iniciativas recientes. A día de hoy, esta revolución laboral ya la llevan a cabo hasta 180 empresas en todo el mundo. Un caso notable lo explicamos en Magnet hace unos meses, donde Reino Unido emprendió el mayor experimento hasta la fecha con 70 empresas participando. Una encuesta concluía que el 78% de los líderes de esas 70 empresas afirman que su transición fue "buena". La mitad, el 49%, dijo que la productividad había mejorado.
Varios gobiernos, incluidos Portugal, Bélgica, España y los Emiratos Árabes Unidos, han aprobado leyes que permiten a los empleados trabajar menos días a la semana. En Islandia se pasó de trabajar 40 horas a 35 horas semanales, cuatro días a la semana. Los casos de agotamiento, y las bajas por enfermedad y estrés disminuyeron.
Imagen: Pexels