Pasada la mitad del año hay una pregunta que me repiten bastante: "¿Espero al lanzamiento del iPhone 16 o me compro un modelo anterior?" Posibles bajadas de precio de modelos que ya están en el mercado, incertidumbre ante las novedades de la nueva generación (Apple no es precisamente conocida por innovar en exceso año tras año).
Voy a compartir las que, a nivel personal, son las recomendaciones que suelo hacer. Es posible ahorrar cantidades de dinero nada desdeñables si dejamos a un lado el impulso y apostamos por la compra más racional.
La primera consideración, de qué iPhone vengo. El primer punto a aclarar antes de hacer las recomendaciones tiene que ver con el modelo del que venimos. El ciclo de actualización de un iPhone es, en términos generales, mucho más alto que el de un teléfono Android (aunque hay excepciones).
Salvando el estado de la batería (la cual se puede remplazar por no demasiado dinero en Apple), el ciclo de vida de los iPhone suele corresponderse con su ciclo de actualizaciones: unos cinco o, apurando, seis años.
Si somos de los que amortizamos al máximo la compra, saltar a cualquier modelo relativamente moderno será un cambio más que notable. Si, por el contrario, cambiamos de teléfono cada poco tiempo, estaremos prácticamente obligados a saltar al último modelo para notar cambios notables.
iPhone Pro o no Pro. La segunda consideración es otra de las preguntas más clásicas: vale o no la pena apostar por los modelos Pro. Bajo mi punto de vista y experiencia, para el grueso de los usuarios, la respuesta es un tajante no. Los modelos Pro están orientados a aquellos usuarios que disparan en formato RAW, quieren un zoom más capaz, y asegurarse de que su móvil ejecuta todas las funciones que brinda Apple (un claro ejemplo es que los iPhone 15 Pro tendrán Apple Intelligence y los iPhone 15, no).
Salvando estos perfiles, los iPhone "no Pro" cumplen en prácticamente todo lo que puede necesitar un usuario medio. Son notablemente más económicos, el salto en potencia no suele ser apreciable y, si me apuras, salvando el zoom es prácticamente imposible notar las diferencias en cámara. Nuestras comparativas son buena prueba de ello.
Al grano, esperar o no esperar. Teniendo en cuenta de qué modelo venimos y si vamos o no a apostar por un modelo Pro, toca responder a la pregunta: el último iPhone, el iPhone anterior o el iPhone de hace dos años. A la pregunta de si merece la pena comprar el último modelo, salvo que se rumoree algún cambio espectacular (Face ID debajo de la pantalla, gran cambio de diseño, importante salto en cámara, etc.), la respuesta suele ser no.
En mi caso particular valoro mucho el zoom, y los rumores nos hablan de un iPhone 16 Pro con zoom 5x (al igual que el iPhone 15 Pro Max y 16 Pro Max, a priori). Sería motivo suficiente para esperar al nuevo modelo. Si hay alguna característica que, sí o sí, quieras disfrutar, espera. Si eres un usuario con pretensiones más sencillas, olvídate del nuevo modelo.
Apostar por el modelo anterior suele ser la decisión más acertada: históricamente no ha habido diferencias abismales entre el último modelo y el anterior. De hecho, buena parte de mi círculo sería incapaz de distinguir un iPhone 14 Pro de un iPhone 15 Pro. Nadie va a ponerse a disparar en 48 megapíxeles ni a medir los milímetros que miden los nuevos biseles.
Respecto a modelos de hace un par de años, suelen ser también una compra acertada. No están demasiado alejados de los modelos más actuales, aunque en estos saltos de dos años sí que suele empezar a haber diferencias notables en calidad fotográfica y potencia (más relevante para el medio plazo que para el corto). Comprar un iPhone 14 Pro a día de hoy es una genial opción: todavía le quedan tres o cuatro años de actualizaciones.
La clave aquí es la diferencia de precio. ¿Puedes conseguir el modelo justo anterior al más nuevo a un buen precio? Cómpralo. ¿Se te va de precio y el modelo de hace dos años está notablemente más barato? Cómpralo.
¿Bajan de precio los iPhone? Sí, pero no mucho. Los iPhone se devalúan menos que los teléfonos Android, y basta con ver el histórico de precios para comprobarlo.
Este gráfico nos muestra la evolución de precios que ha tenido el iPhone 15 Pro desde su lanzamiento. Es un teléfono que salió al mercado por 1.219 euros. A día de hoy, podemos comprarlo en Amazon por 1.069 euros. Si apostamos por modelos reacondicionados, es fácil encontrarlo rondando los 900 euros. Sigue siendo mucho dinero, pero bastante menos que los 1.219 euros que costaba.
¿Qué pasa con modelos de menor precio de partida, como el iPhone 14?
El gráfico de Keepa aquí no es tan preciso, ya que la versión de 128 GB jamás ha costado 1.000 euros: salió al mercado por 859 euros. Casi dos años después, el nuevo precio es 745 euros, apenas 100 euros menos tras 24 meses. Algo parecido sucede con el iPhone 14 Pro. Si lo queremos nuevo, tendremos que pagar su precio original. El stock se hace más escaso y el producto no pierde el valor que muchos esperarían.
En definitiva, a la pregunta "espero al iPhone 16 o me compro el 15" mi respuesta es: compra siempre el modelo justo anterior al más nuevo, salvo que esperes alguna novedad imprescindible en la nueva generación (spoiler: eso no va a pasar).
Imagen | Xataka
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