Un motor aspira a salvar la combustión de la única forma que puede hacerlo: con lo mejor del rotativo y el diésel

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Los motores rotativos están de moda. Con la combustión de capa caída, marcas que abandonan los desarrollos de motores que funcionan con gasolina o diésel, con la Unión Europea decidida a que el coche eléctrico se imponga y con Estados Unidos fomentando su desarrollo y compra, parece que son los motores rotativos los que han llegado para salvarnos.

¿Seguro? Bueno, no exactamente. En los últimos meses ha saltado a la palestra una y otra vez el motor de Astron Espace, una compañía que dice haber desarrollado un motor rotativo revolucionario que puede sacar hasta 160 CV de un conjunto que pesa poco más de 15 kg.

Entonces ya comentamos que la invención de Astron Espace dejaba dudas. Su viabilidad parece muy complicada en un sector, el de la automoción, que parece haber ido por otro lado. En sus presentaciones, se hablaba de potencia pero nunca de consumo o emisiones, claves en el futuro de los motores de combustión del futuro.

Ahora, es Liquid Piston, un viejo conocido de Xataka, el motor que vuelve a centrar las miradas. Un curioso motor rotativo que es una curiosa evolución del motor Wankel conocido hasta ahora y que, para garantizar su viabilidad, parece haberse centrado en otros sectores que van mucho más allá de la automoción, donde sus opciones de éxito son casi nulas.

Liquid Piston, qué cambia y qué aporta

Como decíamos, de Liquid Piston se tienen noticias, al menos, desde 2016. El desarrollo de su motor, que se ha mostrado en diversos vídeos en los que se muestra su fabricación, funcionamiento y puesta en marcha práctica con un kart, no ha dado grandes señales de evolución en los últimos años, pero sí sabemos que el proyecto sigue adelante.

Lo último que sabemos es que la compañía ha recibido nueve millones de dólares del ejército americano para seguir trabajando en su proyecto que, aseguran, puede reducir en un 30% el uso de gasolina para combustibles pesados. De hecho, no es el único encargo que la compañía tiene de este cliente: en septiembre de 2022 anunciaron que también se encargarían de desarrollar un sistema de propulsión para los drones del ejército.

Es por eso que la información de Liquid Piston es interesante, pues la compañía no parece limitarse a hacer promesas asegurando que son "el motor que salvará la combustión" ni nada parecido. Sus planes parecen haberse encaminado a la industria pesada, donde la electrificación de la flota parece mucho más complicada.

Dicho esto, lo que ofrece Liquid Piston es una nueva forma de entender el motor Wankel. Como explican en Garaje Hermético es algo así como "un motor rotativo al que se le ha dado la vuelta como a un calcetín".

En un motor rotativo, una gran cámara de forma ovalada (el estártor) que aloja un pistón triangular (que hace la función de un pistón en un motor tradicional). El giro del pistón va dando lugar a los cuatro tiempos del motor: admisión, compresión, explosión y escape. En el bloque de Liquid Piston, el sistema es completamente al revés.

En esta evolución, el estártor tiene forma triangular y cada triángulo tiene una pequeña cámara adicional. El pistón triangular, sin embargo, es ovalado y, por tanto, durante su movimiento va dando paso a todas y cada una de las fases propias de un motor de combustión en cada cámara triangular. Es decir, en un mismo giro, produce varias explosiones en cada vuelta, mientras que en un motor rotativo se produce solo una.

Además, la compañía asegura que con estos cambios, las vibraciones y el desgaste es menor al de un motor rotativo y que el calor generado les permite actuar sin refrigeración. Esto último, sin embargo, no es del todo cierto pues es la refrigeración líquida la que no utilizan, pero sí necesitan de aire para rebajar el calor del bloque.

La otra gran ventaja, que también explican en Garaje Hermético, es la facilidad para miniaturizar el propulsor. Un motor rotativo tiene la particularidad de poder producir una gran potencia con un tamaño muy pequeño pero es que, en este caso, el tamaño puede ser ínfimo y, por tanto, lo convierte en ideal para utilizar en drones (uno de los encargos hechos por el ejército estadounidense).

En resumen, se trata de una gran idea pues con un tamaño muy reducido (la gran ventaja de los motores rotativos) consiguen una gran potencia y, probablemente, un uso más eficiente del combustible.  Sin embargo, parece imposible que lo veamos en el asfalto más allá de un kart. Eso no es malo, es, simplemente, que el concepto no está desarrollado para ello. Y parece que enfocarse en el transporte pesado ha sido la mejor idea.

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Foto | Liquid Piston

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