Hace unos días supimos que las bases para la renovación del Tesla Model Y están más que asentadas. Desde Bloomberg apuntaban que a mediados de 2024 deberíamos ver la llegada del nuevo modelo y entre sus informaciones se señalaba que la fábrica que la compañía tiene en Shanghai experimentará en estos primeros compases de año una pequeña parada técnica.
Y hace apenas unos días, como regalo de Reyes adelantado, era una de las cuentas oficiales de Tesla la que mostraba cómo se trabaja en la factoría china de la compañía. Un tweet publicado en X nos da una idea de por qué Tesla está liderando el coche eléctrico. Con un 95% de procesos automatizados, por las puertas de Giga Shanghai sale un coche cada 40 segundos.
Un método de trabajo que la competencia intenta replicar
Según los datos aportados en el tweet de la compañía de Elon Musk, el 95% del proceso de la cadena de producción de los coches de Tesla está automatizado, por lo que el trabajo humano es mínimo. Según el vídeo mostrado, en Giga Shanghai se produce un goteo constante de vehículos, saliendo uno de ellos de la fábrica cada 40 segundos.
Este es, según medios como Reuters, el gran objetivo de las empresas rivales. La alta automatización de los procesos y la utilización de moldes de un tamaño que no se había visto hasta ahora ha permitido a la compañía conseguir unos márgenes de beneficios altísimos que le han permitido dos cosas: jugar con ellos para aumentar la demanda y recibir grandes cantidades de dinero para amortizar la inversión inicial.
Con ellos han conseguido una ventaja competitiva que les permite presionar al resto del mercado. En China, la guerra de precios ha puesto contra las cuerdas a los fabricantes occidentales, pues los chinos entraron al juego de bajar los precios, e, incluso, la viabilidad de firmas locales, como NIO y XPeng.
Según Nikkei, Tesla ha ganado entre seis y ocho veces más dinero por coche vendido que Toyota, que había hecho de su cadena de producción la envidia de la industria, jugando con plazos en el suministro extraordinariamente cortos. Para contextualizarlo con cifras, Reuters asegura que un Tesla Model Y tarda unas diez horas en ensamblarse por completo, mientras que Volkswagen necesita invertir 30 horas para sacar adelante un Volkswagen ID.3.
El proceso productivo de Tesla es el mejor ejemplo de cómo ha cambiado la industria. En España, Iñaki Andrés, responsable territorial de UGT en Álava y delegado sindical en la planta de Mercedes, lo resumía así en El Correo: "las bases que hoy sostienen la producción se van a invertir porque se van a automatizar mucho los procesos y vamos a necesitar personal mucho más técnico. El aprieta tornillos, para que me entienda, como tal pasará a la historia, y se necesitará a personas más formadas con mayor conocimiento técnico".
Esto es algo de lo que vienen avisando los principales jugadores de la industria. Los fabricantes se han afanado en mandar dos mensajes: el coche eléctrico es más sencillo de producir (por lo que se necesita menos mano de obra) y si queremos coches eléctricos asequibles tendrán que ser ensamblados en países como India.
De hecho, parte de la industria está siguiendo sus pasos. Volvo, Ford y Hyundai han encargado la fabricación de enormes prensas, lo que Tesla llama Giga Press, para la producción de piezas de mayor tamaño para sus vehículos, con el objetivo de agilizar parte de su producción. Xiaomi, en la presentación de su Xiaomi SU7, apuntó en la misma dirección y aseguró que cuenta con una de mayor tamaño que la de la empresa de Elon Musk.
Por su parte, Tesla ya respondió, incluso, antes de que salieran estas informaciones. El pasado año ya anunciaron que están trabajando para conseguir ensamblar 400 piezas en una sola. De ser así, sería dar un golpe encima de la mesa pues el coche empezaría a parecerse a un puzzle, cada vez, más sencillo de ensamblar.
Foto | Tesla
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