Adele no es precisamente una artista cualquiera. Algunos creen que es una de las pocas artistas en el mundo que pueden darle la vuelta a las cifras globales de ventas de música en todo el mundo. Es lo que llaman el "Adele factor", que para ciertos analistas hizo que en Estados Unidos las ventas pasaran de caer un 11% en 2010 a crecer un 0,2% en 2011.
Esa popularidad dota a estas artistas de privilegios poco usuales, como el de vetar la distribución de su nuevo disco, "25", en servicios de streaming como Spotify. Adele ha decidido apostar de momento por el modelo de venta tradicional, algo que en el pasado también aprovechó Taylor Swift por su popularidad. Si queréis escuchar el álbum de Adele, tendréis que comprarlo. Punto pelota.
Una apuesta algo arriesgada
La apuesta podría salirle rana a la artista británica, pero es evidente que si hay alguien que hoy en día pueda prescindir de los servicios de streaming es ella. El vídeo de la canción "Hello" con la que presentó este nuevo álbum sí está disponible en YouTube (y como single en Spotify y otros servicios de streaming), por ejemplo, y allí ha conseguido 424 millones de visitas en menos de un mes.
Algunos, no obstante, creen que esta decisión podría ser un error. Ted Cohen, de TAG Strategic, afirmaba que si el equipo de Adele decide que "no vamos a emitir el disco por streaming, tendrás que comprarlo", hará que muchos fans se muestren muy contrariados con la decisión. "No creo que nadie haya demostrado que vendes más copias físicas porque lo quitaste de un servicio".
Como explican en Bloomberg, en realidad la decisión es probablemente temporal, y otros artistas que han aplicado también ese veto en las etapas iniciales del lanzamiento para impulsar las ventas luego han acabado abriendo esa posibilidad de streaming. Puede que por tanto "25" pueda escucharse en Spotify y otros servicios de streaming en algún momento, pero tendréis que ser pacientes.
Vía | Bloomberg
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