Hay algo inusual en el Kia EV3. Magnético, incluso. Es la inferencia, el conocimiento casi infuso, de que no se trata de un coche eléctrico convencional. Y basta con verlo para alcanzar esa conclusión. Es una identidad inusual que brota de la unión entre una filosofía de uso eminentemente práctica en un concepto, el de los SUV urbanos, que apela al estilo de vida y las sensaciones.
El resultado es un coche que aúna con equilibrio estética y funcionalidad, pero siempre desde la óptica del conductor moderno. Un vehículo pensado para unos consumidores que se sienten jóvenes y con unas expectativas exigentes. Resumir cómo han logrado este hito los ingenieros y diseñadores de Kia no es fácil, pero podemos apuntar algunas de sus claves.
Un diseño que lo distingue a primera vista
Una de las características más inmediatamente destacables del Kia EV3 es su diseño. Su atractivo va más allá de lo estético, y es que la filosofía Opposites United busca contraponer conceptos aparentemente enfrentados para crear armonía. Por ejemplo, frente a unos rivales diseñados exclusivamente para cortar el viento y desprovistos casi de identidad, el Kia EV3 se plantea como un eléctrico de aspecto contundente y fácilmente identificable.
Esta elevada presencia es moldeada por un perfil bastante rectangular, roto por una revisión de la iluminación tiger face, ahora con luces diurnas verticales, y una trasera que comienza a forzarse mediante la discreta unión de dos líneas a la altura de la cadera que unen la ventanilla posterior con el volumen de paso de rueda.
Detrás, un robusto pilar C encuadra un parabrisas trasero mucho más grande y práctico que el de otros SUV, facilitando la observación de la carretera mediante el espejo central. Es flanqueado por unas vistosas ópticas que se extienden en lo vertical y en lo horizontal, marcando aún mejor las proporciones de la parte posterior del vehículo.
Es un coche con personalidad y hasta imponente dentro de sus 4,3 metros (tanto que hasta parece más grande de lo que es), pero que destila tecnología.
Un minimalismo sorprendentemente práctico
El Kia EV3 está lleno de detalles, desde los asientos delanteros con regulación térmica completa, la cámara de visión de 360º o la apertura de las puertas utilizando el móvil
Otro aspecto único del Kia EV3 es el minimalismo de su interior. Que no quiere decir que sea un coche espartano o innecesariamente difícil de utilizar por la concentración de elementos en las pantallas táctiles. Pensando en reducir la complejidad del salpicadero pero sin afectar negativamente a la usabilidad, los diseñadores e ingenieros de Kia han prestado especial atención a aquellas funciones que se utilizan de forma más frecuente durante la conducción, manteniéndolas accesibles a pesar de la obvia simplificación de los controles.
Un claro ejemplo es el aire acondicionado, que se puede gestionar desde el centro multimedia, pero que no por ello prescinde de controles físicos en la parte central del salpicadero. Lo mismo sucede con la rosca para controlar el volumen de forma independiente de la pantalla o el control del volante, dando al copiloto la posibilidad de subir o bajar el sonido sin navegar por los menús.
Otros controles han sido movidos de sitio para aprovechar mejor el espacio. Los de climatización de los asientos, que rara vez se utilizan, no han sido ocultados en los menús, sino que cuentan con sus propios botones planos junto al tirado de la puerta, mientras que la palanca de cambios se mueve al volante para dejar hueco a una bandeja con carga inalámbrica para el teléfono móvil.
En suma, una enorme simplificación de los interfaces hombre-máquina, pero que no pierde de vista la usabilidad. Pocos pueden presumir de esto.
Facilidad de uso y comodidad para el día a día
Esta orientación a un uso práctico (no ignora el hecho de que SUV son las iniciales de Sport Utility Vehicle) se aprecia también en detalles como la amplitud y comodidad de los asientos. Los delanteros, por ejemplo, cuentan con una posición de relajación específica para su uso con el vehículo detenido, como cuando lo tenemos cargando, mientras que el reposabrazos central se puede dotar con una bandeja deslizable para desplegar papeles... o colocar una hamburguesa en su caja de cartón.
Ya en la parte trasera, la accesibilidad a la segunda fila sorprende por la amplitud del hueco de sus puertas, que no están obstruidas por un pilar C innecesariamente tumbado, así como por un maletero superior a la media. Sus 460 litros no solo son más de los que brindan muchos de sus rivales, sino que además es posible configurar la altura del piso para dejarlo enrasado con la boca del portón, facilitando la introducción y extracción de bultos pesados simplemente mediante arrastre.
Un eléctrico para una nueva generación de conductores
Por supuesto, todo esto caería en saco roto si el Kia EV3 no tuviera un buen rendimiento. A fin de cuentas, ¿qué es un eléctrico sin una batería adecuada? En este sentido, Kia ha querido hacer las cosas bien.
A pesar de su orientación urbana, el EV3 proporciona una autonomía de 600 km WLTP en la versión Long Range (81,4 kWh frente a los 58,3 kWh del modelo base), por lo que es posible llevarlo al pueblo o de vacaciones. Y con una aceleración de 0 a 100 de 7,5 segundos, proporciona una entrega de energía que permite adelantar caravanas de camiones con la máxima seguridad.
Las limitaciones que aparecen en otros vehículos eléctricos, además, están ausentes en el Kia EV3. Gracias al uso de celdas más eficientes y un refinado software de carga, la batería pasa del 10 al 80% en solo 31 minutos, básicamente lo que cuesta parar en una estación de servicio y tomarse un café, aunque gracias a la carga bidireccional también es posible alimentar dispositivos externos como patinetes y ordenadores portátiles utilizando el enchufe de tipo Schuko incorporado.
Inspiración premium en frasco pequeño
El Kia EV3 también es distinto porque no se mira en el espejo buscando verse reflejado como otros vehículos eléctricos de su segmento, sino que toma inspiración de los segmentos superiores. Enclavado en la misma gama que el mucho más grande Kia EV9, que actúa como referencia estilística y tecnológica, presenta avances realmente notables y que van más allá de los ADAS más generalistas.
Equipamiento que en la competencia simplemente no existe por razones de precio o consumo forma parte estándar u opcional en el Kia EV3. Es el caso de los asientos delanteros con regulación térmica completa (calefactados y refrigerados), la cámara de visión de 360º o la apertura de las puertas utilizando el teléfono móvil (imprescindible si nos olvidamos con frecuencia de las llaves).
En el plano de los asistentes a la conducción, Kia también ha querido diferenciarse de la competencia incorporando algunas funciones poco habituales. Es el caso del frenado automatizado i-Pedal 3.0, que detiene el coche de forma semiautomática para conducir el coche con solo presionar el acelerador; o la introducción de IA generativa en el asistente de voz para analizar contextualmente las solicitudes del conductor y evitar el uso táctil del centro multimedia para acceder a ciertas funciones, una característica que próximamente llegará a Europa.
Detalles, características y conceptos que evidencian que el Kia EV3 no va a la zaga de ningún otro eléctrico. Porque tampoco tiene la mínima necesidad de ello.
Imágenes | Kia
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