Piensa por un momento en ese momento mágico en el que bajas las luces, estiras las piernas y comienza ese despliegue de logos que anticipa una gran película. Arranca esa fanfarria lenta mientras las palomitas humean su aroma salado. El placer de ver una película bajo tus reglas, sin colas de espera ni griterío ajeno, desde tu sofá, puede llegar a ser muy placentero si eliges las herramientas adecuadas para tener tu propio cine en casa.
Eso sí, ya te garantizamos que, a la hora de dar un salto cualitativo en lo que respecta al sonido de las películas o series que ves en casa, no hace falta ni gastar más de lo que uno se puede permitir, ni contratar a ingenieros de sonido para que lo instalen. Para eso ya están los expertos. Ya seas más de cine épico y conciertos, o de series narrativas y filmes pausados, en este artículo te guiaremos durante el proceso y la elección del equipo que mejor se adapte a tus deseos y necesidades.
Para acertar en la elección de un cine en casa, hay que considerar tres variables: el espacio en el que estará instalado (a más metros cuadrados, más potencia será necesaria para llenar la estancia), el presupuesto disponible y, cómo no, tus propios gustos.
Experiencia inmersiva sin cables
Comencemos por la parte más sencilla: ¿en qué tipo de habitación se instalará? Habitualmente, cuando pensamos en un “home cinema”, nos viene a la mente la imagen de un salón con tiras de cable saliendo de todas partes, con largas columnas de altavoces entorpeciendo el paso. Una imagen que tiende a asociarse a grandes presupuestos.
Una barra de sonido adaptada a tu entorno y bien configurada puede ofrecer la experiencia inmersiva definitiva, sin líos de cables
La realidad es mucho más sencilla: una barra de sonido adaptada a tu entorno y bien configurada puede ofrecer la experiencia inmersiva definitiva, sin líos de cables.
Al montar paneles tan delgados, el audio es la eterna asignatura pendiente de los televisores: han mejorado en la representación del color, el contraste y el brillo, pero no terminan de dar la talla en la contrapartida auditiva. Una barra de sonido solventa este problema.
Eso sí, no todas son iguales. Cuando lees que tal o cual equipo monta una configuración 3.1, el número ‘3’ corresponde a los canales del altavoz (en este caso, izquierdo, derecho y central), mientras que ese ‘1’ independiente hace referencia al subwoofer. Es decir, el canal individual encargado de las frecuencias más graves. Este esquema siempre se repite. Si nos topamos con un 5.1, estaremos hablando de dos canales a la izquierda, dos a la derecha, uno al centro y otro subwoofer individual. Y así.
La importancia de la fuente de sonido
Hablemos ahora del tipo de fuente de sonido. Es decir, ¿te basta una barra de sonido conectado al televisor o prefieres un equipo multitarea que cumpla más funciones, como la de reproducir música desde tu teléfono? Lo mejor de todo es que puedes tener ambas funciones en el mismo equipo.
La clave reside en saber encontrar un punto intermedio, escalable y disfrutable. Es decir, que aquello por lo que apuestes hoy pueda ser “upgradeado” el día de mañana, cuando quieras dar el salto hacia algo más profesional.
Ya seas un experto en el mercado de los DACs y uses aplicaciones de control externo como ROON, ya estés buscando un equipo compatible con las últimas innovaciones de Dolby Atmos o simplemente quieras otorgar un extra de potencia a tu tele mientras ver ‘Miércoles’ en Netflix y, de vez en cuando, reproduces tus playlist de Spotify o Apple Music, los equipos que abordamos a continuación ofrecen esa virtud: son escalables, tanto en potencia como en usabilidad.
El tipo de barra que necesita cada uno
Las barras de sonido son como las de pan: distintos tamaños responden a distintas necesidades. Y desde Sonos, una firma experta en audio que ha colaborado con productores e ingenieros de sonido ganadores de premios Oscar y Emmy, conocen bien estas necesidades.
Las barras de sonido son como las de pan: distintos tamaños responden a distintas necesidades. Sonos cuenta con un catálogo muy extenso para todo tipo de usuarios
Si buscas potencia para un salón amplio y el presupuesto te lo permite, echa un ojo a Arc. Arc es, por así decirlo, el tope de gama, una barra compatible con todas las plataformas y servicios de vanguardia, con un control táctil muy intuitivo, además de su compatibilidad total con Alexa y el asistente de Google, sincronización remota vía Bluetooth, Apple AirPlay y conectividad HDMI eARC.
Para habitaciones de tamaño mediano o pequeño, Beam. Los nuevos Sonos Beam de segunda generación ofrecen una experiencia muy similar a la de Arc en menos espacio. App móvil, envolvente efecto tridimensional, mismas integraciones y funciones de control bajo un formato más contenido y un voltaje más adecuado para habitaciones más pequeñas. Otra de las ventajas de estos equipos es que pueden encastrarse en la pared mediante un soporte VESA y ahorrar incluso más espacio.
Finalmente, para apartamentos más pequeños, para sesiones de Netflix y mantita en salas de estar menos ambiciosas, Sonos propone Ray. Ray es una barra muy compacta que optimiza el audio de cualquier televisor y se convierte en el complemento perfecto para vitaminar el sonido de un videojuego o la rica escena cromática de una peli de aventuras.
El subwoofer, ese gran ignorado
El subwoofer se encarga de todas esas longitudes de onda que quedan abajo del todo, cerca de los 20Hz
Pero vayamos un paso más allá, igual que las propias barras de sonido cuando es preciso llevar las frecuencias graves un paso más allá. Seguramente ya hayas oído hablar del subwoofer: mientras los tweeter son los encargados de reproducir las frecuencias agudas y los woofer responsables de reproducir todo el rango medio, el subwoofer se encarga de todas esas longitudes de onda que quedan abajo del todo, cerca de los 20Hz. Las más graves, las más pesadas.
Sin este altavoz, diseñado específicamente para reproducir frecuencias bajas o graves, la experiencia nunca será igual. Y estas son, en resumen, las tres claves del buen subwoofer:
- Más allá de los graves. Sí, el subwoofer es el encargado de las frecuencias graves, pero no únicamente. Su virtud reside en su capacidad de realzar todas esas frecuencias sin entorpecer el rango general.
- Bajos sin zumbidos. Si el subwoofer retumba o produce un sonido metálico, significa que no está “respirando” bien, que no fuga de manera óptima el traqueteo que producen dichas reacciones. Estas resonancias metálicas pueden reflejar una mala construcción.
- Tamaño y cantidad. No apuestes por un subwoofer gigante si la sala no lo requiere. Si necesitas llenar de audio una sala grande, el Sub de tercera generación es la opción lógica. Si solo quieres potenciar los graves de una sala pequeña, el Sub Mini es tu alternativa. Si quieres vitaminar una sala aún menor o mucho mayor, Sonos cuenta con distintos sets, desde alternativas para exteriores como son los Adventure Set como distintas opciones para interiores.
Más altavoces, más posibilidades
Con todo lo expuesto anteriormente, ya tenemos un mapa de la potencia y el modelo general por el que podemos apostar. Pero aún hay más. Como apuntábamos unas líneas más arriba respecto a la construcción de “sets”: Sonos brinda opciones para instalar todo tipo de configuraciones, desde un 2.1 tradicional hasta un 7.1.2 totalmente equipado.
Los Sonos One SL son pequeños speakers que pueden adquirirse individualmente para completar esa experiencia envolvente y lograr un cine en casa más satelital, liberado de cables
La mayoría de usuarios satisfarán sus necesidades con la instalación de un económico Sub Mini o un Sonos Beam, pero este fabricante también brinda posibilidades para quienes puedan y deseen ir un paso más allá. Los Sonos One SL son pequeños speakers que pueden adquirirse individualmente para completar esa experiencia envolvente y lograr un cine en casa más satelital, liberado de cables. A través de su propia app, es posible configurar estos altavoces extra de manera intuitiva.
Un control que puedes elevar agregando a tu sistema un par de Sonos Fives o incluso incorporando alguno de los altavoces SYMFONISK, speakers WiFi desarrollados en colaboración con IKEA y diseñados para encajar en cualquier espacio gracias a su cuidada estética, integrándose y mimetizándose con la decoración de tu hogar. Porque igual que no hay dos usuarios iguales de gustos idénticos, en Sonos han construido todo un ecosistema de opciones para satisfacerlos.
En resumen, tu elección depende de las tres variables que mencionamos al comienzo: espacio, gustos y presupuesto. Puedes comenzar por una Sonos Beam o Sonos Ray, para después agregarle un par de Sonos One SL simplemente yendo a Configuración>Sistema>Agregar producto.
Y al ser totalmente compatibles con Android e iOS, tampoco tienes que preocuparte de incompatibilidades con Chromecast o Apple AirPlay 2. Una vez instalado, solo tienes que dejarte guiar sobre sus posibilidades de reproducción, con perfiles dedicados a distintos estilos, además de disponer de servicios exclusivos como Sonos Radio o efectos ambientales únicos. Montar tu cine en casa solo necesita que des ya el primer paso.
Imágenes: Sonos
