Las necesidades de los usuarios profesionales han ido cambiando al mismo tiempo que han evolucionado tecnologías como Internet, la nube, las conexiones inalámbricas o las plataformas de productividad y colaboración como Microsoft 365 y Teams. De las soluciones instaladas en los equipos se ha ido pasando a las soluciones desplegadas en entornos híbridos donde la computación cloud y los recursos en los dispositivos que se usan en el trabajo o en escenarios de ocio se integran para ofrecer una experiencia mucho más completa que con tecnologías cloud puras o tecnologías “on premise” puras.
La herramienta de productividad por antonomasia en el ámbito profesional sigue siendo el portátil. Y, en estos escenarios de trabajo, colaboración y ocio híbridos, Microsoft lleva desde hace tiempo ofreciendo tanto soluciones de software y cloud como soluciones de hardware alineadas con las tendencias en productividad que han ido consolidándose en este tiempo.
Surface: portátiles “llave en mano” para la productividad
Es el caso de la familia de dispositivos Surface para empresas, diseñados a medida para Windows 10 Pro y las herramientas de trabajo que se han ido introduciendo en las organizaciones y en las empresas, como Teams o las aplicaciones de Office, que “fluyen” de un modo natural entre la nube y los dispositivos.
Microsoft ha ido optimizando los equipos Surface para maximizar esta experiencia de productividad fluida y sin costuras, añadiendo nuevos modelos a esta familia de portátiles cuando esa optimización requería un cambio de paradigma. Los equipos Surface Laptop Go, por ejemplo, son el fruto de la más reciente optimización de la gama Surface para acomodarla a las tendencias de productividad y ocio personal actuales.
Estas tendencias pasan por la adopción abrupta de las modalidades de trabajo, educación o colaboración “tele”, tras la irrupción de la pandemia global en nuestras vidas. Del trabajo presencial hemos pasado a la tele presencia. De la educación en las aulas hemos pasado a la tele educación. De las reuniones en persona hemos pasado a las reuniones online, etcétera. Al mismo tiempo, se ha reforzado el uso “todo terreno” de los dispositivos: antes dejábamos el equipo de trabajo en la oficina o en el aula. Ahora las fronteras entre el equipo de trabajo y el personal se diluyen aún más que antes.
En busca de la mejor experiencia
El resultado de esta confluencia de tendencias y circunstancias es una disrupción en la relación con la tecnología. Las herramientas profesionales no necesitan tanto ser estaciones de trabajo potentes y estáticas, sino “lugares” para trabajar cuando se necesite, con la máxima fiabilidad, robustez y sin que haya margen para quedarnos “tirados”.
Los equipos ya no solo tienen que ser portátiles: tienen que se ultra portátiles. No solo tienen que ser ligeros, sino ultraligeros. Cuando nos quedemos sin batería la carga tiene que ser rápida. La pantalla tiene verse bien, la cámara tiene que ser de alta calidad para las videoconferencias. Los micrófonos tienen que capturar la voz pero no el ruido de fondo. El teclado tiene que ser robusto y con un buen tacto. El arranque tiene que ser inmediato y seguro. El rendimiento tiene que estar optimizado de forma que no rompa el equilibrio con otros aspectos de funcionamiento como el tamaño, el ruido o la autonomía.
Que un portátil encaje mejor que otro en un entorno profesional depende, básicamente, de que no “falle” en ninguno de esos aspectos. La ecuación de la productividad se resuelve multiplicando todas las variables, y si alguna es cero, por mucho que otras sean de 10, el resultado es cero.
Surface Laptop Go: un portátil que se adapta como un guante a nuestras necesidades
El más reciente Surface de la familia de equipos de Microsoft está pensado para satisfacer las necesidades de los usuarios que han visto cómo la forma de trabajar ha pasado de estar en un puesto fijo a estar debajo del brazo, pero sin que ello suponga que se rompan las dinámicas de trabajo en equipo y de colaboración.
Todo en Surface Laptop Go está pensado para encontrar ese equilibrio en el que todas las variables de la ecuación de la productividad contribuyen a obtener un resultado óptimo. Por ejemplo, el procesador es un Core i5-1035G1, que cuenta con potencia de sobra para ejecutar aplicaciones de productividad y maximiza la capacidad de autonomía al necesitar menos capacidad de refrigeración. Y si es preciso apurar el hardware, hay configuraciones con hasta 16 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento SSD
La pantalla de 12,5’’ con relación de aspecto 3:2 es táctil y permite que el tamaño y el peso sean compatibles con una experiencia de ultra movilidad. Los materiales tales como el aluminio y el policarbonato con fibra de vidrio ofrecen ligereza y robustez. El peso es de 1,1 Kg con un grosor de menos de 1,6 cm. La batería se carga completamente en un tiempo no muy superior a una hora, con hasta 13 horas de autonomía.
La cámara es 720p con apertura F2.0, con micrófonos con calidad de estudio y tecnología “far field”, y no descuida los altavoces, compatibles con Dolby Audio Premium. La conectividad contempla Wi-Fi 6, así como USB-C y USB-A, sin olvidar el jack de audio. La carga se realiza mediante el puerto Surface Connect, por lo que no sacrificamos el puerto USB-C, pero podemos cargar el equipo con este conector en caso de necesidad. Este puerto USB-C permite conectar monitores externos también.
La biometría pasa por un lector de huellas integrado en el botón de encendido, por lo que el tiempo necesario para arrancar se reduce al mínimo posible gracias a Windows Hello. Además de iniciar sesión de forma rápida y segura con un único toque, esta tecnología también permite, por ejemplo, proteger los documentos almacenados en OneDrive.
En busca de la herramienta perfecta
El reto al que se ha enfrentado Microsoft a la hora de diseñar el Surface Laptop Go es la misma a la que se enfrentan los usuarios que buscan un equipo que encaje en los nuevos escenarios de productividad que han surgido en los últimos meses: ofrecerlo todo sin fallar en nada.
Podemos elegir un equipo con el procesador más rápido de Intel, pero si viene con una cámara VGA la experiencia de colaboración será deficiente. Podemos elegir un equipo con mucha batería, pero si para cargarlo necesitamos más de dos horas, nos dejará “colgados” en más de una situación. Podemos tener una conexión USB-C, pero si necesitamos ocuparla para cargar el equipo, tendremos que ingeniarnos cómo conectar la unidad externa al tiempo que cargamos el equipo. Y así con todo.
Además, Microsoft ha buscado el equilibrio en el apartado del precio, pero sin que ello suponga renunciar a la esencia de Surface en apartados como la robustez, el rendimiento, el diseño o la experiencia de uso. De esta forma, Microsoft completa una amplia variedad de productos dentro de la familia Surface, adaptados a las necesidades de cada perfil de usuario. Y es que, si bien Surface Laptop Go encaja a la perfección tanto en entornos profesionales como educativos, tampoco se olvida del ocio digital personal y multimedia.
El software también importa
Surface Laptop Go para profesionales cuenta con una seguridad avanzada que va directamente desde su chip TPM hasta la nube, y que se integra por completo con Windows 10 Pro y las herramientas de productividad de Microsoft 365 y Teams. Además, son equipos gestionables fácilmente por parte de los profesionales TI de las empresas y organizaciones, lo cual es esencial para asegurar una correcta administración de actualizaciones o políticas de seguridad.
Para las PYMES y profesionales independientes, la seguridad está contemplada desde el propio sistema operativo, con libertad total para instalar las herramientas de productividad que sean oportunas. El tamaño o la ligereza no son un obstáculo para instalar las herramientas que necesitemos para trabajar, estudiar o disfrutar de ratos de ocio.
Estamos ante un cambio de paradigma y los portátiles tienen que adecuarse a las nuevas tendencias. Microsoft lo ha hecho con los Surface Laptop Go.
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