La enfermedad de Crohn es un misterio, todavía, para los médicos. No se conoce la causa exacta pero esta afección del sistema inmunitario hace que se destruyan tejidos corporales sano en los intestinos provocando la inflamación de las paredes intestinales.
Los tratamientos que existen no siempre funcionan o lo hacen durante un breve periodo de tiempo. Una de las soluciones que se propone es un poco menos ortodoxa pero está demostrando dar resultados: transplantar heces. De hecho, una ONG en Estados Unidos busca donantes para ayudar a otras personas.
De inyecciones a pastillas fecales
Transplantar materia fecal puede sonar escatológico pero inyectar al intestino de una persona heces sanas ayuda a que los pacientes con problemas en este órgano, como la mencionada enfermedad de Crohn, puedan tener una vida algo más sencilla.
En Estados Unidos se han hecho algunas pruebas pero de momento la FDA (Food and Drug Administration) en Estados Unidos todavía lo considera un tratamiento experimental a falta de resultados concluyentes que demuestren la eficacia de los transplantes. Aún así hay quienes se animan a hacerlo bajo tutela médica.
No hay datos oficiales de cuánta gente utiliza a día de este tratamiento pero algunas fuentes apuntan a que podría haber unas 10.000 personas que lo hayan empleado ya. Para potenciarlo, se ha creado en el MIT un banco de heces sin ánimo de lucro para que la gente pueda donar y enviar a personas que lo necesiten.
Los procesos de selección de OpenBiome son muy estrictos y solo algo más del 20% pasan los requisitos para ser donantes. Cada muestra se paga a cuarenta dólares y si la cantidad es grande se puede tratar hasta un total de diez personas.
Los transplantes funcionan, al menos así lo creen en este banco creado en el MIT. Según Zain Kassam el tratamiento es efectivo en más de un 90% de los casos. De hecho, investigando artículos científicos podemos encontrar varios casos de éxito que demuestran su eficacia.
El problema a día de hoy para OpenBiome es la regulación de la FDA. Enviar material fecal de un estado a otro es ilegal a día de hoy en Estados Unidos y de momento la FDA, como hemos explicado antes, no ha movido ficha para considerarlo como un tratamiento médico más.
En cualquier caso, los pedidos a esta organización han ido en aumento desde sus inicios. Para poder ofrecer una solución a los centros médicos que las piden, han diseñado un formato tipo cápsula o como enemas para poder enviarlas de forma más sencillo. Eso sí, esto está provocando un cierto conflicto legal con la FDA.
De momento en OpenBiome siguen creyendo en los transplantes fecales como un tratamiento para tratar determinadas enfermedades y aunque algunos lo han calificado como una de las mayores innovaciones médicas del 2013, todavía queda mucho camino por delante para que se convierta en una opción viable. En cualquier caso, su futuro parece que pasa más por formatos más accesibles y que requieren menos trabajo que una inyección.
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