El cielo como negocio está cada vez más en el punto de mira de las empresas. Tras los proyectos de Starlink y Amazon para construir una red de internet satelital, ahora Boeing ha recibido la autorización de la Comisión Federal de Comunicaciones de los Estados Unidos para comenzar a construir y operar su propia constelación de satélites y ofrecer banda ancha desde las estrellas, según ha informado la agencia estatal estadounidense en una nota.
De acuerdo con la citada información, Boeing quiere ofrecer internet satelital tanto a particulares como a instituciones, empresas y administraciones públicas, en primer lugar en Estados Unidos y más adelante en todo el mundo, tal y como planean Starlink y Project Kuiper, de Amazon.
“La orden aprueba la solicitud de Boeing para el servicio de satélite fijo en órbita no geoestacionaria usando frecuencias en porciones de banda V (bandas de 37.5-40, 40-42, 47.2-50.2 y 50.4-51,4 GHz) y para operar enlaces entre satélites utilizando frecuencias en porciones de banda V (65-71 GHz)”, señala el texto.
La banda V es un tipo de frecuencia más alta que el espectro inalámbrico de las bandas Ka y Ku usadas por Starlink y Project Kuiper, lo que podría permitir una mayor velocidad de transmisión de datos con respecto a estos competidores, pero tiene mayores posibilidades de tener interferencias.
El plan de Boeing es lanzar 132 satélites en órbita baja, a algo más de 1.000 kilómetros de altitud, y otros 15 en órbita no geoestacionaria, es decir, entre 27.000 y 44.000 kilómetros sobre la superficie de la Tierra. La comisión ha dado a la empresa aeroespacial un plazo de seis años para desplegar la mitad de su red, y nueve para tenerla completamente en el espacio.
La propuesta de Boeing, por lo tanto, es mucho más modesta que la de sus dos rivales. Starlink ya tiene en el espacio cerca de 2.000 satélites para ofrecer internet desde el cielo, y en los próximos años planea ampliar esa cifra hasta los 12.000. Project Kuiper, por su parte, anunció hace unos días que va a lanzar sus primeros satélites a finales de 2022 y espera poner en órbita en los próximos años más de 3.000.
Boeing, además de ser uno de los principales fabricantes de aviones del mundo, es también un destacado constructor de satélites para usos comerciales, militares y científicos, y la empresa ya ofrece servicios de telecomunicaciones como llamadas telefónicas o retransmisiones televisivas a través de estos aparatos. Este proyecto es sólo un paso más en su negocio.
Por lo tanto, aunque llegue un poco más tarde y con un menor número de satélites que Starlink y Project Kuiper, Boing tiene una experiencia de casi seis décadas en telecomunicaciones en órbita, lo que la convierte en un serio rival para dos neófitas que cuentan con mucha más billetera que currículo en el espacio.
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