No es ningún secreto que a Nintendo no le hace ni la más mínima gracia que la gente manipule su propiedad intelectual de forma irregular. Nunca, jamás, le ha temblado el pulso a la hora de enviar un cese y desista y cerrar todo aquello que suponía emular o descargar sus juegos de forma ilícita. Los casos son cuantiosos y el último a afectado a dos aplicaciones muy conocidas en el mundillo de la emulación: Yuzu y Citra.
Yuzu. Ese era el nombre de un conocido emulador de Nintendo Switch que ahora se va para, probablemente, no volver. Nintendo demandó a Tropic Haze hace unos días alegando que su programa fomentaba la piratería de sus juegos “a una escala gigantesca”. Según Nintendo, ‘The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom’ se habría descargado más de un millón de veces la semana anterior al lanzamiento y pedía no solo el cierre del emulador, sino una indemnización. Ahora ambas organizaciones han llegado a un acuerdo extrajudicial de 2,4 millones de dólares, se va cerrar el emulador y, además, se va a entregar el dominio de Yuzu a Nintendo.
Citra. Yuzu es a Nintendo Switch lo que Citra es a Nintendo 3DS. Es, o mejor dicho, era un emulador de la consola de Nintendo y también le ha llegado su ocaso. Los motivos son los mismos: el acceso a contenido protegido. No obstante, y según exponen los desarrolladores en un comunicado:
“Yuzu y su equipo siempre han estado en contra de la piratería. Empezamos los proyectos de buena fe, por pasión por Nintendo y sus consolas y juegos, y no pretendíamos causar daño. Pero ahora vemos que, como nuestros proyectos pueden burlar las medidas tecnológicas de protección de Nintendo y permitir a los usuarios jugar fuera del hardware autorizado, han dado lugar a una piratería generalizada.
En particular, nos hemos sentido profundamente decepcionados cuando los usuarios han utilizado nuestro software para filtrar contenidos de juegos antes de su lanzamiento y arruinar la experiencia de los compradores legítimos y los aficionados.Hemos tomado la decisión de que no podemos seguir permitiendo que esto ocurra. La piratería nunca fue nuestra intención, y creemos que la piratería de videojuegos y en consolas de videojuegos debe terminar. A partir de hoy, desconectaremos nuestros repositorios de código, suspenderemos nuestras cuentas de Patreon y nuestros servidores de Discord y, pronto, cerraremos nuestros sitios web. Esperamos que nuestras acciones sean un pequeño paso hacia el fin de la piratería de las obras de todos los creadores”.
El eterno debate de la emulación. El problema de este tipo de software es que siempre genera polémica. En principio, los emuladores son herramientas destinadas a jugar a las copias de nuestros propios juegos y, como herramientas de emulación, no distribuyen los juegos. No obstante, hay una realidad innegable y es que se pueden usar para jugar a copias de juegos obtenidas de forma irregular.
Además, y si bien no es el caso de Nintendo Switch, los emuladores suelen ser la única forma de jugar a títulos de consolas antiguas. Pensemos, por ejemplo, en un juego de Game Boy Advance que ya tenemos y que no podemos usar porque la consola se rompió hace años. No es solo una cuestión de emulación, es una cuestión de preservación del videojuego. En algunos casos no es posible conseguir un juego por la vía regular (porque se haya cerrado la única tienda que lo vendía, por ejemplo) o no es posible jugar a una copia perfectamente legal porque no se fabrica el sistema que lo reproduce.
Una lucha sin fin. Eso es a lo que se enfrenta Nintendo con este tipo de herramientas. El cierre de Yuzu es un golpe, sin duda, pero Yuzu era de código abierto y, si bien es cierto que el código ya no está disponible en la red, hasta hace unos días sí lo estaba. Cabe esperar que el desarrollo de emuladores basados en su tecnología siga en pie, aunque quizá no de forma tan pública. Es como el gato y el ratón.
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