La compañía china ZTE acaba de presentar su nuevo smartphone Axon M no con una sino con dos pantallas de 5,2 pulgadas FullHD que pueden situarse una al lado de la otra y crear una pantalla común de nada menos que 6,75 pulgadas de diagonal.
Es un terminal con diseño plegable que recuerda en parte al diseño del Xperia Tablet P de hace 6 años. Sin embargo, en esta ocasión, Axon M parece tener un mejor acabado e implementación software para utilizarlo tanto en modo de una como de dos pantallas ofreciendo una interesante flexibilidad de uso con un tamaño de pantalla global muy grande que queda recogido en un tamaño discreto a la hora de meterlo en el bolsillo.
ZTE Axon M, cómo huir de un grosor ínfimo por un bien mayor
Lo primero que sientes al ver el nuevo Axon M es su grosor, recuerda en concepto al de móviles de hace años, con 1,2 cm. La nostalgia me lleva a rememorar terminales como el HTC Dream o bien móviles Nokia como el N95 en diseño aunque con un grosor más acorde a los días que corren.
Es interesante hacer notar cómo ZTE ha conseguido integrar dos pantallas y una batería de 3.180 mAh en un diseño tan compacto. Muchas veces nos quejamos de la poca autonomía que ofrecen los terminales y cómo esos milímetros de grosor que reducen en la carrera de ser el más delgado lo podrían solucionar. ZTE no sigue esta línea y lo hace por un gran motivo, nunca mejor dicho, su pantalla.
A diferencia de lo que veníamos viendo en rumores y la posible integración de una pantalla flexible, Axon M apuesta por una configuración de doble pantalla FullHD de 5,2 pulgadas. Mediante un sistema de bisagras permite situar una al lado de la otra por su arista más larga y obtenemos una pantalla de 6,75 pulgadas de diagonal.
Esa gran pantalla podrá ser utilizada para visualizar dos aplicaciones en tiempo real a resolución completa, o bien una única aplicación, como veremos más adelante.
Es interesante comentar que ZTE no ha integrado una cámara trasera en este Axon M. La cámara frontal de 20 Mpx f/1.8 puede ser utilizada como trasera gracias a ese sistema de bisagras de la doble pantalla.
Axon M no es un terminal ligero, está fabricado con una estructura de aluminio unibody con el añadido de la bisagra para la doble pantalla. De hecho, el nuevo smartphone de ZTE llega a 230 gramos que es una cifra difícilmente defendible incluso si comparamos con phablets como iPhone 8 Plus con 202 gramos o el Xiaomi Mi Max 2 con una pantalla de 6,44 pulgadas y 211 gramos.
Como vemos estamos ligeramente por encima de smartphones de grandes dimensiones aunque, eso sí, con la ventaja de que una vez plegado nos quedamos en un tamaño de 150,8 mm x 71,6 mm: más pequeño que el iPhone 8 Plus, Galaxy S8 y del gigante Mi Max 2.
Las especificaciones no lo son todo, hardware top del año pasado
Este smartphone de ZTE hace gala de un hardware muy capaz, hablamos de un procesador Snapdragon 821 con 4 GB de RAM y 64 GB de memoria interna. Si bien su pantalla es FullHD, a la hora de sumar resoluciones en modo doble pantalla contaríamos con una resolución total 1.920 x 2.160 px, más que suficiente para este tamaño de diagonal compartida.
Entendemos esta apuesta por SoC como una manera de rebajar coste sin hacer mermar el rendimiento de manera significativa. De hecho, el funcionamiento de las unidades que hemos podido testear ha sido bueno. Un uso muy fluido en transiciones, menús y el sistema operativo en general. Aquí dejamos constancia de que la versión de Android que utilizan es Nougat 7.1.2, aunque ZTE ya nos ha comentado que tienen planes de dar el salto a Oreo el próximo año.
Nos preocupa en cierta manera que el uso de este SoC tenga un mayor impacto en consumo que el más moderno Snapdragon 835 y es algo a tener en cuenta ya que con Axon M hay que alimentar dos pantallas completas, con sus dos sistemas de iluminación a diferencia de otros terminales con una única pantalla como el Mi Max 2 de Xiaomi de 6,44 pulgadas.
También es cierto que en un uso habitual no usaremos la configuración de doble pantalla en todo momento y el consumo será el habitual de un móvil con pantalla de 5,2 pulgadas.
Doble pantalla: experiencia de uso satisfactoria, pero no para todo tipo de usos
Axon M muestra un botón en la barra de inicio con el símbolo M que nos permite cambiar entre los distintos modos de funcionamiento. El cambio es rápido y bastante intuitivo y en ningún momento hemos notado ralentización en el proceso. Tenemos el modo pantalla única, modo extendido, modo dual y modo espejo.
El modo de pantalla única entra en funcionamiento cuando plegamos el terminal y apaga la pantalla trasera, en este modo, funciona como cualquier smartphone normal. Si abrimos el terminal y pulsamos la tecla M podemos elegir el modo Extendido con el que la pantalla Android se expande hasta cubrir las dos pantallas de esta forma tenemos una mayor superficie para mostrar información, podremos navegar con una experiencia cercana a un tablet o ver vídeos aprovechando una mayor superficie.
Si bien encontramos esta solución buena para navegar o utilizar aplicaciones de mensajería instantánea o Facebook, se nos cae a la hora de ver contenido multimedia. No es que las pantallas tengan un gran marco lateral, que es donde la bisagra las juntan pero a la hora de juntarlas ese marco se duplica y, aunque tengamos un cristal 2,5D Gorilla Glass 5, para ver contenido multimedia en movimiento se hace notar demasiado. La resolución es demasiado "cuadrada", es decir, poco panorámica y nos encontramos también con unos márgenes negros tanto en la parte superior como inferior tanto si visualizamos vídeos de manera vertical como horizontal.
Otro de los modos es el Modo Dual con el que podremos tener dos aplicaciones abiertas, una en cada pantalla de manera independiente. Viene a replicar el modo multiventana de Android pero, eso sí, cada aplicación en una pantalla de 5,2 pulgadas. Sin duda un modo a tener en cuenta para los que hacen multitarea intensiva.
El modo espejo duplica la misma pantalla de Android en ambas pantallas físicas, lo que permite que compartir la visualización de un vídeo, foto o archivo sea sencillo ya que puedes dejarlo apoyado en la mesa y ver el mismo contenido en ambas caras. También podrás jugar una partida a un juego por turnos sin necesidad de pasar el terminal a tu contrincante.
Como vemos son bastantes modos con los que se pretende potenciar el uso multitarea y adaptarse a distintos tipos de usuarios. ¿Lo conseguirán? El tiempo lo dirá... lo que queda claro, eso sí, es que el funcionamiento en estas pruebas iniciales ha sido muy fluido en los distintos modos y en el cambio entre los mismos. No en vano, incluso en la zona donde se unen ambas pantallas hemos podido conseguir esa precisión a la hora de pulsar en pantalla.
Cámara y sonido cuidados con esmero
El Axon M integra una única cámara que hace las veces de frontal y trasera según cómo lo utilicemos y no es una cámara cualquiera.
La cámara integrada tiene una resolución de 20 Mpx con doble sistema de estabilización y su lente tiene una apertura f/1.8. Este conjunto, sobre el papel, promete buena calidad.
En nuestras pruebas iniciales en un entorno de buena iluminación y en exteriores la cámara ha conseguido mostrar un gran detalle y precisión de color. No nos han permitido extraer las fotografías hechas, pero desde el Axon M hemos podido comprobar la calidad. Nos queda, eso sí, someterlo a situaciones de luz menos favorables.
Este smartphone puede grabar vídeo 4K a 30 fps y tiene un modo de cámara lenta que llega a 240fps en resolución 720p. El sistema de estabilización se deja notar cuando grabamos vídeo a pulso.
El apartado del sonido está cubierto por un sistema de doble altavoz compatible con Dolby Atmos y un DAC dedicado AKM 4962 que promete gran calidad de sonido Hi-Fi.
Sin duda es una apuesta interesante y la verdad es que en nuestras pruebas iniciales y en un entorno con bastante ruido, se escucha bastante bien, potencia suficiente y, como es habitual en estos dispositivos, con ausencia de pegada en las frecuencias más graves.
A diferencia de otros terminales del mercado este smartphones sigue ofreciendo la tradicional conexión minijack 3,5 para conectar tus auriculares / manos libres y evitar el uso de adaptadores USB-C.
Autonomía, la gran duda
Pese a no integrar una batería pequeña, 3.180 mAh, este móvil de ZTE tiene una serie de desventajas frente a los smartphones de esta generación 2017. El SoC Snapdragon 821 es el más potente de 2016 de Qualcomm y está fabricado en un proceso de 14nm. Por definición este tipo de circuito consume más que la nueva generación Snapdragon 835 que está fabricado en 10nm.
Sumamos a ello que este móvil tiene un doble sistema de pantalla, con su doble sistema de retroiluminación y por tanto, aproximadamente doble consumo en este apartado que un smartphone con un panel IPS de 5,2 pulgadas de diagonal.
ZTE promete una autonomía de 28,7 horas en conversación y hasta 11 días en stand-by que viene a ser lo mismo que decirnos nada, ya que el uso diario del smartphone nos lleva por caminos que se alejan bastante de solo hablar o no utilizarlo nada. Durante nuestras pruebas hemos notado que el porcentaje de batería no baja de manera exagerada incluso utilizando el modo de doble pantalla.
Podemos intuir, por tanto, que la autonomía para un uso normal de navegación web, mensajería instantánea, correo electrónico y algún juego o música de forma casual debería rondar el día de uso pasando por la noche por el cargador en la mayoría de casos.
Este móvil integra tecnología QuickCharge 3.0 por lo que podremos cargar casi la mitad de la misma (47%) en 30 minutos y una carga completa demorará alrededor de 2 horas.
Axon M: ¿valentía o locura de ZTE en tiempos revueltos?
Si echamos un ojo al campo de los smartphones en 2017 es complicado ver unas diferencias claras entre la mayoría de terminales del mercado. Se ha apostado por una carrera de rendimiento, reducir grosor y marcos de pantalla, aumentar la diagonal de pantalla o megapixeles de la cámara, es decir, una carrera en cifras con la que justificar los precios a los que están llegando los smartphones al mercado. ZTE ha demostrado con Axon M que no ven ese camino como el correcto y han apostado por un diseño que rompe la norma.
Puede gustarte -o no - Axon M y su diseño plegable. Puede echarte atrás su peso. Puede que ese uso de doble pantalla no sea para ti, según tus patrones de uso. Puede que la autonomía del Axon M sea algo justa, pero lo que no se puede negar es la valentía que ha demostrado ZTE al lanzar un smartphone diferente a todo lo que hemos visto en 2017 y años anteriores.
Nos quedan ciertas dudas sobre el Axon M como son el comportamiento de su cámara en situaciones de iluminación complejas, durante la noche. También la durabilidad y/o fragilidad de esas bisagras durante el uso del día a día y pequeños golpes o caídas.
Algo que inicialmente nos preocupa es la autonomía del mismo si utilizamos asiduamente el modo doble pantalla y que tendremos que probar a fondo cuando nos cedan una unidad de prueba. Y también comprobar a fondo la compatibilidad software con el modo de funcionamiento extendido de la mayoría de aplicaciones.
A mí, personalmente, me ha convencido el tamaño del smartphone, su grosor y su interesante modo doble pantalla con la flexibilidad de uso que eso otorga a un precio internacional sin confirmar. En EE.UU. se venderá con AT&T en cuotas de 24,17 dólares en 30 mensualidades, es decir, 725 dólares.
Ver 24 comentarios