Coincidiendo con la celebración del AutoMobile Barcelona, Daimler ha presentado en sociedad el primer coche eléctrico de la nueva marca EQ de Mercedes-Benz. Hemos estado allí para escuchar cuáles son los planes del fabricante alemán y conocer de cerca el Mercedes-Benz EQC, un SUV eléctrico que competirá de frente contra los Tesla Model X, BMW iX3 y Audio e-tron.
Para el año 2022, Mercedes-Benz promete que toda su gama de turismos será eléctrica y con la familia EQ 'Electric Intelligence' lo que buscan es dar los primeros pasos en esa dirección. Aquí os contamos qué nos ha parecido el nuevo Mercedes-Benz EQC, cómo será la distribución en España y de qué manera pretende la compañía hacer frente a otros coches eléctricos de gran tamaño y autonomía.
El Mercedes-Benz EQC se produce en la misma línea de producción de la factoría de Bremen que otros modelos con motor de combustión de la compañía, como los Clase C berlina o los GLC Coupé. Desde la marca nos informan que a partir de octubre se aumentará la producción y esperan poder cubrir mejor con la demanda, aunque las distintas informaciones hablan que la producción se encuentra agotada hasta 2020.
¿Su precio? 77.425 euros en España. Es una marca ligeramente superior a la oficial en Alemania pero un precio inferior al de sus competidores directos que superan los 80.000 euros en el caso de Audi o los 96.000 euros en el caso del Tesla.
Mercedes-Benz no tiene planes para vender el EQC online, sino a través de los canales habituales. Según nos explican, el 80% de los concesionarios ya están listos para ofrecer los vehículos de la nueva marca EQ.
Con una autonomía establecida en 416 kilómetros según WLTP, 765 Nm de par motor y una potencia total de 408 CV, el Mercedes-Benz EQC es un SUV eléctrico con unos atributos claramente ubicados dentro de un segmento premium, para aquellos que busquen un SUV de cinco plazas poderoso.
Mercedes apuesta por el eléctrico, pero el diseño exterior sigue siendo tradicional
El Mercedes-Benz EQC mide 4,76 metros de largo, 1,88 de ancho y 1,62 metros de altura. Estamos ante un SUV con una carrocería bastante alta, con una parte trasera bastante corta aunque con un generoso maletero de 500 litros. Un espacio, que al contrario que en otros eléctricos, no tenemos en la parte delantera.
El coche transmite calidad en todos los acabados, desde las llantas aerodinámicas bitono de 19 y 21 pulgadas hasta los faros multibeam LED. Se nota que estamos ante un modelo premium y tanto el exterior como el interior llaman la atención desde el primer momento.
Si bien la sensación de calidad está ahí, lo cierto es que el diseño es bastante tradicional. Aquí otros SUV tienen un toque más aerodinámico, más deportivo. En este caso pese a que la marca es nueva, Daimler ha sido bastante tradicional en las formas del EQC.
Las luces LED definen una línea a lo largo del coche. Las tenemos en los retrovisores y por ejemplo la luz de posición se muestra como una banda horizontal. Mientras, en el frontal encontramos el reconocible logo de Mercedes junto a un panel oscuro que envuelve toda la parrilla.
Un interior espacioso, cuidado y silencioso
El interior del Mercedes EQC sigue las líneas que la marca inició con el Clase A. Tenemos difusores de aire propios, un ambiente cromático especial y un cuadro de mandos formado por dos pantalla de 10,25 pulgadas unidas.
El EQC inaugura una modificación de su sistema multimedia MBUX. Básicamente es el mismo que el del Clase A pero con añadidos para mostrar datos específicos relacionados con el estado de la carga, la autonomía restante o el flujo energético.
Además del panel, el EQC incorpora un asistente de voz inteligente que puede activarse mediante un "Hey, Mercedes". Sin embargo, durante la presentación no pudimos probarlo por lo que no podemos comentaros qué tal funciona.
El software incorporado por Mercedes dista mucho de las soluciones de Android Auto o Apple Carplay. Aquí se nota que la marca tiene su propio clientela acostumbrada a trabajar en un ecosistema concreto.
El vehículo cuenta con numerosos detalles y encontramos botones en la mayoría de esquinas, sea para cambiar de canción, para abrir la ventanilla o para cambiar la ventilación.
Mercedes incorpora en el EQC un sistema de preclimatización, que permite adecuar la temperatura del habitáculo antes de emprender la marcha y por tanto no gastar batería con ello.
Uno de los detalles que me llamó la atención es que el interior era bastante silencioso. El coche se encontraba expuesto en un evento, con música a todo trapo de fondo pero aún así al cerrar todas las puertas la sensación de aislamiento era muy buena.
No estamos ante un siete plazas, pero sí en un coche que juega en esa línea de ofrecer un espacio más que amplio para cinco personas. La piel de los cabezales era cómodo y los cinturones de seguridad eran fáciles de alcanzar. En general el interior tiene un diseño sobrio y de calidad, aunque no destaca especialmente por ser muy moderno o tener un diseño vanguardista.
Otros detalles Mercedes-Benz promociona con su nuevo EQC es el sistema Mercedes Me Charge, que no es otra cosa que una función integrada de pago en estaciones de recarga. La idea es que los cargadores eléctricos de carga rápida deberían ser igual de accesibles que las gasolineras y con este sistema Mercedes trabaja con varios proveedores y busca que planificar la ruta sea lo más fácil posible, un aspecto que en un coche totalmente eléctrico es todavía muy relevante sobre todo en caso de viajes largos.
El Mercedes-Benz EQC se equipara a los modelos de BMW, Tesla y Audi en prestaciones y acabados premium, queda algo atrás en cuestión de autonomía y lo suple con una elevada potencia, que debería ofrecer una experiencia de conducción al más alto nivel. Un primer acercamiento al sector de los eléctricos donde pese a apostar por una nueva marca como es EQ, la marca Mercedes-Benz sigue muy presente.
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