El año pasado la 90ª ceremonia de los Oscar lograba un hito deprimente: batía el récord de mínimo número de espectadores de esta celebración del mundo del cine. Directivos de Disney y ABC llegaban a la misma conclusión: los Oscar se enfrentan a la irrelevancia.
La larguísima ceremonia ha ido perdiendo interés de forma notable en los últimos años, y mientras la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas trata de inventar fórmulas para recuperar el interés de los usuarios, éstos parecen cada vez más interesados en otro ámbito. La ceremonia The Game Awards, algo así como el equivalente de los Oscar de los videojuegos, creció un 128% en audiencia en su pasada edición.
Los Oscar se quedan atrás
Los organizadores del evento revelaron que en la ceremonia que se celebró en diciembre de 2018 lograron 26,2 millones de emisiones, con un pico de 4 millones de emisiones concurrentes.
El secreto de ese éxito estuvo en la posibilidad de ver este evento en más de 40 plataformas de streaming de vídeo (una docena de ellas en China), algo que disparó la audiencia a límites insospechados. Nuestros compañeros de VidaExtra, por ejemplo, también estuvieron al pie del cañón con la retansmisión de un evento que dio muchas sorpresas.
La calidad y cantidad de nominados también ayudó en esos premios para una industria que no para de crecer y que lo demuestra en ámbitos como los torneos de esports y, evidentemente, los ingresos generados por este segmento. Para que nos hagamos una idea, en un año Fortnite va a ganar más dinero que todo el cine español.
Mientras The Game Awards crece, los Oscars luchan por recuperar el interés de los espectadores. La Academia lleva tiempo tratando de luchar contra el problema que supone mantener la atención durante un evento de más de 3 horas, y en una sorprendente decisión ha optado por eliminar cuatro categorías destacables de la emisión en directo: fotografía, montaje, maquillaje y cortometraje. Ahí es nada.
Lo que sea para dinamizar los Oscar
No sólo eso: en la ceremonia también se recortarán los paseos de los premiados hasta el escenario, y cada uno de los discursos de los ganadores se podrán ver por separado tras la ceremonia. A los nominados ya les han avisado: "cuando os dirijáis al escenario, moveos rápido. Mostradnos lo animados que estáis por estar ahí arriba". Los ganadores tendrán 90 segundos desde que oyen su nombre hasta que llegan al escenario y completan su discurso.
Todo con un objetivo claro: acortar y dinamizar una ceremonia que suele hacerse larga y pesada, y que requiere demasiada atención para un público que cada vez más se ve atraído no por el cine o la televisión, sino por los videojuegos.
Es precisamente a lo que aludían recientemente los responsables de Netflix, que tras presentar sus fantásticos resultados financieros destacaban que "competimos (y perdemos) más con Fortnite que con HBO".
Da igual el tipo de entretenimiento o el tipo de información que producen los creadores de estos contenidos: todos luchan por nuestra atención, y aquí la partida la están ganando cada vez más juegos como Fortnite o (al menos de momento) Apex Legends, que generan una expectación que luego se ve refrendada en esas otras ceremonias que captan cada vez más más interés de los usuarios y espectadores: la gente cada vez quiere ver menos los Oscar y más The Game Awards.
Quién lo hubiera dicho.
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