No lo notarás, pero en este mismo momento un “huracán de materia oscura con la masa de diez mil millones de soles" empieza a llegar a la Tierra en su viaje por la Vía Láctea. Eso hemos podido escuchar en varios lugares y suena preocupante. No lo es.
Ciaran O'Hare, investigador posdoctoral de la Universidad de Zaragoza acaba de publicar los datos en una de las revistas físicas más prestigiosas y, aunque la comunicación de descubrimiento puede ser algo sensacionalsita y alarmante, es una oportunidad única para estudiar la materia oscura.
Más allá de los huracanes
Cuando una galaxia pequeña se encuentra con una grande, las fuerzas gravitacionales de la segunda hacen jirones a la primera. Pero siempre quedan restos ellas, corrientes espaciales que mueven materia oscura y otros desechos electrónicos. El año pasado se descubrió una de esas corrientes, la S1.
Rápidamente, el equipo de O'Hare se puso a trabajar en ella. Es muy llamativa porque, pese a que sus 30,000 estrellas tienen una composición química diferente a las de nuestra galaxia, están viajando con una trayectoria prácticamente idéntica. Demasiada idéntica, de hecho: su camino se cruza de lleno con nosotros. De ahí el interés.
Al hacer cálculos, se dieron cuenta de que conforme se acerque el 'huracán', la cantidad de materia oscura aumentará drásticamente con lo que nuestras perspectivas de encontrarla aumentan. "(Hay) toneladas de estas corrientes en toda la galaxia, algunas de ellas son realmente enormes y se pueden ver en el cielo", explicaba O'Hare, pero esta es una oportunidad que no podemos perder.
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