El negocio del whisky ya no es lo que era. Al menos el de las botellas del whisky más codiciadas. En un escenario complejo, marcado por la resaca pospandémica, la crisis inflacionaria y el debilitamiento de la economía en regiones importantes del planeta, el sector de los artículos de lujo se ha encontrado con un panorama desafiante. Uno del que no se ha librado el mercado del whisky exclusivo. Hay quien habla ya del estallido de su "burbuja" y una pérdida de interés palpable por parte de los inversores. Y quien advierte: las curvas se mantendrán al menos a corto plazo.
Al fin y al cabo los whiskies de malta selectos pueden conservar su valor para los sumilleres y aficionados, pero su mercado ha dejado de ser un refugio estable para los inversores.
¿Qué dicen las cifras? Que la "burbuja" del whisky parece haber estallado. Así lo interpreta Financial Times tras consultar el último informe del banco de inversiones escocés Noble & Co sobre whisky "fine & rare", una etiqueta que identifica a las botellas de mayor calidad, añejas y que forman parte de ediciones limitadas. Pese a su valor y los elevados precios que han llegado a alcanzar, el estudio sugiere que su mercado atraviesa un cambio de ciclo.
Menos ventas, menos valor. Los datos son reveladores. A lo largo del último año, entre octubre de 2023 y 2024, se vendieron en subastas un 34% menos de botellas de whisky con un valor superior a las 1.000 libras (1.200 euros). La caída en lo que se refiere a su valor fue incluso más acentuada y rondó el 40%. El año pasado ya se había detectado un descenso en los precios, el primero relevante desde 2012, aunque fue muy inferior, de apenas el 7%.
No son los únicos porcentajes preocupantes para el sector. El mercado general del whisky escocés tampoco parece haber vivido sus mejores meses, con una caída del 10% en volumen y del 18% en valor a lo largo del primer semestre de 2024, según los balances de la propia Scotch Whisky Association (SWA). Tras analizar más de 91.000 transacciones realizadas de octubre a octubre, el análisis publicado por Noble & Co detectó además un pinchazo interanual similar en las ventas del mercado secundario.
De los porcentajes a los ejemplos. The Telegraph se hacía eco esta semana de un caso concreto que ayuda a comprender mejor la deriva del sector y el “pinchazo” de su burbuja: en el mercado más selecto, en el que se venden y compran botellas por más de 100.00 libras, la misma pieza puede cotizarse hoy por un valor un 33% inferior al de hace un año. El medio británico habla en concreto de una botella de Macallan Red Collection de 60 años que se vendió en una subasta de Londres celebrada en primavera por 137.500 libras. Quizás parezca mucho, pero el rotativo recuerda que en agosto del año pasado llegó a valer cerca de 204.000 libras.
De 100 a 15.000 libras. Eso no significa que el mercado del whisky añejo ya no genere pingües beneficios. Un Macallan Lalique de 50 años alcanza en subasta las 50.000 libras, diez veces el precio que tenía en 2005. Quien se hiciera con una edición de Bowmore hace poco más de 30 años, allá por 1993, a cambio de las 100 libras que entonces costaba, podría venderlo hoy por muchísimo más, cerca de 15.000, según los cálculos de Financial Times.
Con todo, la peor parte no se la llevarían las botellas añejas. Al analizar el escenario actual Jonny Fowle, director del área de whiskies y licores de la casa de subastas Sotheby´s, pone el acento sobre todo en los lanzamientos más recientes, los posteriores a 2020, que ya salieron a la venta con precios elevados, dejando "fuera del mercado" tanto a inversores como a compradores. Las botellas más viejas y que se lanzaron con tarifas razonables quizás no se mueven ya en los niveles de cotización de 2022, pero en su opinión aún "funcionan bien" en el mercado.
Las botellas más castigadas. Si bien los datos de Nobel & Co muestran en general una caída del valor del 18% en los whiskies exclusivos, raros y de calidad, los situados en el rango de entre 1.000 y 10.000 libras parecen haber sufrido una devaluación más pronunciada. En su caso, concreta Quartz, durante el tercer trimestre el precio promedio de las botellas cayó un 25%.
El informe 2024 Wealth Report, de Knight Frank, tampoco deja buenas señales: refleja una caída del 9% en el índice del whisky de lujo, la mayor entre los artículos selectos, aunque sus autores matizan que algunos descensos pueden ser exagerados y confían en que las botellas más codiciadas se revaloricen en dos años.
"Hasta cierto punto 2023 siguió siendo un año difícil, ya que el Índice Knight Frank del Whisky de Lujo cayó casi un 9%. Pero mientras las 50 botellas con peores resultados perdieron un 26% de su valor combinado, las restantes 50 ganaron un 5%, y las 20 con mejores resultados aumentaron un respetable 20%", recoge.
Pero… ¿Por qué? Para entender el escenario actual, en el que algunos analistas aprecian ya un "pinchazo" de la burbuja del whisky, hace falta conocer varias claves. Y sobre todo echar la vista atrás, a los años que siguieron a la crisis financiera de la década de los 2000, cuando las botellas más selectas se convirtieron en un activo popular entre los inversores. La posición de los bancos centrales y las tasas de interés les llevaron a buscar activos alternativos que les garantizasen buenos rendimientos. El whisky escocés se reveló una buena opción.
Los productos no quisieron quedarse atrás. Y a medida que las subastas se volvían más jugosas y el dinero fluía en el mercado secundario, hubo fabricantes que optaron por incrementar sus propias tarifas. Ahora, tras una pandemia, períodos de alta inflación y tasas de interés y un debilitamiento de la economía, la demanda sencillamente parece haber dado un paso atrás.
Reajustando las expectativas. El responsable del área de alimentación y bebida de Noble & Co, Duncan McFadzean, resume con claridad la situación que encara la industria del whisky escocés, que antes de los últimos datos había visto cómo su mercado crecía con fuerza antes de la pandemia y lograba recuperarse en 2022.
"El sector pensó que iban a ser los 'locos años 20', pero la realidad ha sido mucho, mucho más dura. Se dio de bruces contra el muro del coste de vida: los volúmenes han ido cayendo y las grandes empresas han advertido de sus beneficios una y otra vez", señala. En opinión de McFadzean, "si los inversores y coleccionistas de whisky estaban en aguas turbulentas el año pasado, este están en el ojo del huracán y cerrando escotillas".
"La burbuja puede haber estallado". "Inversores y coleccionistas de alto nivel son muy cautelosos con respecto al precio y valor. Si bien siempre hay margen para precios récord por las botellas más raras, la burbuja en la que se ha comercializado durante tanto tiempo el whisky escocés de calidad puede haber estallado finalmente", concluye el experto.
En el horizonte el sector afronta incógnitas, desafíos y también alguna que otra oportunidad. Por ejemplo, mira con expectación la política arancelaria de Trump o los efectos de la crisis inmobiliaria china, pero también las posibilidades del mercado asiático.
"A medida que las estrategias proteccionistas toman forma en EEUU, es posible que la demanda futura de las botellas más raras y finas se materialice en los mercados asiáticos. Lo que está claro es que el mercado secundario está en un punto bajo; la única pregunta que queda es saber cuándo tocará fondo", añade McFadzean.
Imágenes | John Cafazza (Unsplash), Maxim Hopman (Unsplash), Dylan de Jonge (Unsplash)
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