Un grupo de cirujanos de un hospital de Nueva York han destacado la relevancia que tuvo la capacidad de imprimir un corazón en 3D para salvar la vida de un pequeño bebé de dos semanas que necesitaba ser sometido a una complicada operación quirúrgica.
Este grupo de doctores imprimió un corazón 3D a partir de los datos obtenidos en una imagen de resonancia magnética del corazón del bebé. Dicho órgano estaba muy dañado y esa reproducción del órgano en 3D permitió a los doctores estudiarlo y desarrollar una estrategia detallada antes de operar.
"El corazón del niño tenía agujeros, que no son extraños en niños con cardiopatía congénita, pero las cámaras del corazón también tenían una formación extraña, casi como las de un laberinto", comentaba el Dr. Emile Bacha, uno de los responsables del tratamiento. "En el pasado hubiéramos tenido que parar el corazon y observar su interior para saber qué hacer. Con esta técnica teníamos un mapa de carreteras que nos guiaba. Fuimos capaces de reparar el corazón del bebé con una única intervención", continuaba este cirujano.
Esto supone un avance notable para las cardiopatías congénitas, y vuelve a demostrar la capacidad que tiene la impresión 3D de ser un elemento importante en todo tipo de tratamientos y procedimientos médicos. De hecho, ya hemos visto en el pasado cómo esos órganos impresos en 3D ayudan a los cirujanos a planificar operaciones, pero también como esos órganos -se estimaba que este año llegaría un hígado de este tipo- pueden acabar siendo sustitutos de los reales en operaciones de transplantes de órganos.
Vía | The Independent
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