Según parece, fue el mítico jugador bético Rogelio Sosa el que acuñó la celebérrima frase de "correr es de cobardes". La frase, que resumía toda una filosofía de juego en la que el que debía moverse era el balón y no los jugadores, ha acabado convirtiéndose en un lugar común de todas aquellas críticas humorísticas al deporte.
Y, sin embargo, tenemos malas noticias.
¿Para qué sirve hacer deporte? De entrada, según un nuevo trabajo de la Clínica de Cleveland, para vivir más. O, si somos precisos, una mayor aptitud cardiorrespiratoria está relacionada con una menor mortalidad a largo plazo. Y es que, aunque no son sinónimos, 'aptitud cardiorrespiratoria' y 'hacer deporte' están muy relacionados. La definición canónica de esta es "la capacidad del organismo de mantener una determinada intensidad de ejercicio durante un tiempo determinado".
Más de 100.000 personas en una cinta. Para descubrir esto, Mandsager, Harb, Cremer y su equipo iniciaron un proyecto que conllevaba seguir a más de 120.000 pacientes para relacionar los resultados de las pruebas de resistencia (en cinta) con la mortalidad de ellos mismos. Y los resultados fueron muy llamativos: "la aptitud cardiorrespiratoria estuvo inversamente relacionada con la mortalidad por cualquier causa sin un límite superior de beneficio observado".
De hecho, la aptitud cardiorrespiratoria extrema (que a veces se relaciona con los deportistas de élite y las consecuencias de su actividad de alto nivel) "se relacionó con la mortalidad por cualquier causa más baja en comparación con el resto de los grupos de rendimiento".
Números tentativos, pero a tener muy en cuenta. Esto es curioso porque los datos llegan a apuntar que las diferencias entre tener una alta aptitud cardiorrespiratoria y no tenerla tiene un efecto mayor en la mortalidad por todas las causas que el tabaco, la diabetes o las enfermedades cardiovasculares. No hay duda que hablamos de que hablamos de riesgos relativos y que la metodología del estudio deja muchas preguntas en el aire. No obstante, las cifras son lo bastante significativas para tenerlas en cuenta.
¿Qué consecuencias tiene todo esto? Sin olvidar que es un estudio retrospectivo, es decir; que no puede demostrar causalidad, el trabajo de la Clínica de Cleveland tiene un gran interés. Sobre todo, porque la aptitud cardiorrespiratoria es algo modificable; es algo que todos nosotros podemos trabajar y mejorar. En esencia, si este equipo está en lo cierto, se trataría de una intervención sencilla para la mayor parte de la población que incidiría en la mortalidad a largo plazo.
El gran lío del deporte y de la dieta. Sea como sea, necesitamos más investigación sobre este tema y sobre todo lo que está relacionado con la dieta, la actividad física y otros asuntos relacionados con los estilos de vida. No puede ser que a estas alturas sigamos estando tan expuestos a modas y conflictos de interés. Fundamentalmente, porque sabemos que en ese ámbito de la promoción de la salud está el gran reto médico de los próximos años.
Imagen | Jos Zwaan
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