Renfe quiere aplicar en Portugal las mismas artes que le han aplicado a ella en España: operar sola

Sergio Teixeira Dfpn0nbiusi Unsplash
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Renfe está notando en sus propias carnes los efectos de la competencia. La compañía tuvo que anunciar AVLO, su alta velocidad low cost para hacer frente a lo que se le venía encima. Poco después, Ouigo, primero, e Iryo, después, han puesto contra las cuerdas su estrategia en líneas tan importantes como Madrid-Barcelona, Madrid-Valencia y Madrid-Sevilla.

En esta apuesta de lleno por conquistar a los clientes potencias, Ouigo ha sido clave en el presente y futuro de Renfe. Recordemos, la compañía depende de la francesa SNCF, con quienes Renfe matenían un acuerdo de cooperación para operar en Francia y que los galos rompieron de manera unilateral.

El objetivo era claro, con la posibilidad de operar individualmente en España, en Francia también optaron por el mismo camino, el de hacerse con todo el pastel. La respuesta de Renfe, fue la misma: intentar operar en Francia. Unos planes que, en estos momentos, están en duda.

Renfe, sin embargo, no se ha quedado parada y todo indica que en Portugal están dispuestos a hacer la misma jugada que SNCF ha hecho con ellos. Su próximo objetivo: operar en las vías férreas lusas.

Operando por mi cuenta

En estos momentos, Renfe ya opera en Portugal. Lo hace de la mano de Comboios de Portugal, con quienes cooperan en la línea Vigo-Oporto. La mitad del trayecto lo realiza un maquinista español y la otra mitad uno portugués. Por el camino, la línea férrea entre vecinos se mantiene con vida.

El eje Lisboa-Oporto-Vigo es, de momento, la prioridad lusa en lo que a planes ferroviarios se refiere. El objetivo es construir una infraestructura para trenes de alta velocidad que reduzca los tiempos hasta conseguir unir los dos extremos en apenas dos horas y veinte minutos. Es decir, menos de la mitad que los trayectos actuales.

Aunque con algunas reticencias iniciales, parece que la conexión con Madrid vuelve a tomar fuerza en los últimos meses. Portugal trabaja en una primera línea rápida entre Évora y Elvas de 90 kilómetros, lo que dejaría la alta velocidad a las puertas de la frontera. Justo al lado de Badajoz, donde ha llegado la "alta velocidad" (con muchas comillas) tras años de abandono por parte de las administraciones. Según el Gobierno luso, la conexión podría funcionar a pleno rendimiento en 2024.

Todos estos planes han debido aumentar el interés de Renfe en el país vecino. Según recogen en elEconomista, la compañía española ya está trabajando para solicitar el certificado de seguridad para operar en Portugal. Es el mismo documento que se le resiste en Francia. Los planes pasan por encontrar un equipo con, al menos, un experto jurídico, otro ferroviario y otro financiero como asesores para conseguir el deseado certificado.

Según el medio digital, Renfe quiere mejorar la rentabilidad de la línea que opera mano a mano con Comboios de Portugal. Así, sus planes pasan por dar servicio desde Lisboa (aprovechando la futura línea de alta velocidad) hasta A Coruña, pasando por Oporto (en el lado portugués) y por Vigo y Santiago de Compostela antes de llegar a la capital gallega.

El otro gran objetivo es hacerse con la línea Madrid-Lisboa, un trayecto en el que se lleva años trabajando y que podría impulsarse por fin con el plan elaborado por la Comisión Europea para impulsar el ferrocarril en los desplazamientos transfronterizos. En estos momentos, viajar entre estas dos ciudades supone subirse a cuatro trenes y emplear 11 horas. Una conexión peor que en 1881, cuando Alfonso XII y Luis I inauguraron la conexión directa entre las dos ciudades ibéricas.

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Foto | Sergio Teixeira

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