En un superdeportivo de lujo, todo debe ser exclusivo y eficiente a partes iguales. Eso hace que los componentes que se usan en su fabricación sean prácticamente piezas de artesanía. El Pagani Utopia Roadster es el enésimo ejemplo de exclusividad llevada al límite, y justifica que, un 2,5% de los tres millones de euros que cuesta cada unidad, se destine únicamente a su tornillería.
La obsesión por el detalle de Horacio Pagani. Pagani es una de las marcas de superdeportivos de lujo más exclusivos del mercado, que no solo diseña sus coches para calar entre los millonarios más puristas del motor de combustión, sino que también apuesta por llevar el nivel de detalle hasta el extremo.
Ya no hablamos de forrar los asientos y salpicadero con las pieles más caras o que se haya permitido el lujo de tener un acabado de fibra de carbono roja para su carrocería con las líneas del entramado de la fibra alineado en todo el coche. La obsesión por el detalle de Horacio Pagani va hasta tal punto, que cada una de las 130 unidades que se va a fabricar del Utopia Roadster, lleva su propio conjunto de tornillos firmados por la marca y grabados con el número de bastidor del coche en el que se monta.
Más de 80.000 euros en tornillería. Tal y como revelaba Gerard Farré de Vlogs de Coches en uno de sus vídeos, los tornillos del Pagani Utopia Roadster están fabricados en titanio de grado 7 para contribuir a que el peso total del vehículo sea de solo 1.280 kilos y sean lo suficientemente resistentes como para soportar el empuje de 863 CV que entrega su motor V12 biturbo de 6.0 litros. Cada uno de estos tornillos está valorado en unos 80 euros y, de media, un coche de Pagani necesita unos 1.000 tornillos.
No es algo nuevo en Pagani. La pasión de Pagani por el detalle a este nivel no es algo nuevo. Según Top Gear, el Pagani Huayra también contaba con este detalle en sus tornillos, haciendo que incluso el más recóndito tornillo lleve impreso el ADN único de cada coche que fabrica.
El Pagani Huayra empleaba 1.400 tornillos de titanio, lo que suma unos 112.000 euros. Dicho de otro modo, solo con lo que cuesta mantener unidas las piezas del Pagani Utopia Roadster o del Huayra, podrías comprarte un Porsche Macan, un BMW serie 5 o un Mercedes-Benz Clase C.
Pintar la valla por ambos lados. Horacio Pagani no es el único que CEO de una gran marca aspiracional que ha mostrado esta obsesión extrema por el detalle. Los ingenieros que participaron en el desarrollo de los primeros Macintosh 128k de Apple firmaron su carcasa por dentro. Un lugar en el que, difícilmente, ningún usuario vería esas firmas. Pero ahí estaban, como la firma de Pagani en sus tornillos.
Steve Jobs aprendió ese gusto por el detalle de Paul Jobs, su padre adoptivo, que definió de forma sencilla la pasión por el detalle de los fundadores de ambas marcas aspiracionales: " Aunque nadie la vea, tienes que hacer la parte trasera de la valla tan bonita como la parte delantera".
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Imagen | Pagani
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