Honda cree que los coches pueden ayudar a la conservación de las carreteras. Y para demostrarlo se está inspirando en una pequeña localidad de de EE.UU: Dublín, una ciudad situada a las afueras de Columbus, capital de Ohio. A lo largo del año sus vecinos ven cómo sus termómetros dan bandazos desde los casi 30º C que se alcanzan los meses más cálidos del verano a los -5º C que llegan a rozarse en enero, la época más fría. Eso, además de armarios amplios y con un buen abanico de opciones, les obliga a andarse con ojo en las carreteras. Al igual que ocurre en las autovías y autopistas de otras muchas urbes y países, incluido España, las pronunciadas diferencias térmicas exigen un mantenimiento cuidadoso y constante de la red de viales públicos.
Que el callejero de Dublín y el resto del estado esté en buenas condiciones es básicamente una responsabilidad del Departamento de Transportes de Ohio (DOT), pero sus beneficios los comparten todos: autoridades, por supuesto; pero también usuarios e incluso las compañías de la automoción, sobre todo las que fabrican vehículos con asistencia a la conducción que monitorean datos de su entorno en las carreteras. Desde esa premisa, los ingenieros de Honda se han planteado una pregunta: ¿puede un coche contribuir a una mejor conservación de las carreteras?
Vehículos que leen (de forma activa) las carreteras
A la espera de los resultados que muestren su alcancen real, la multinacional japonesa ultima detalles para estrenar un programa piloto que busca precisamente ese objetivo: ayudar al DOT a la puesta a punto de las calles de Ohio, en especial su señalización horizontal. La compañía con sede en Tokio acaba de anunciar una iniciativa pionera que busca, en sus propias palabras, “ayudar a mantener las carreteras de una manera más eficiente y oportuna”. “El sistema monitorea las marcas de los carriles y clasifica visualmente las líneas de ‘ideal’ a ‘necesita reparación’”.
El sistema —desarrollado por Honda Research Institute USA, Inc.— plantea que sean los propios vehículos los que puedan evaluar el estado de las líneas de las carreteras mediante cámaras, sensores y las coordenadas de su sistema GPS. La información, recabada “en tiempo real” se compartiría con las autoridades encargadas de la conservación. Por lo pronto, el programa piloto arrancará en cuestión de meses, a principios de 2022, con una pequeña muestra. Según detalla Popular Science, se estrenará con dos vehículos adaptados que se centrarán en las cerca de 18 millas —alrededor de 28,4 kilómetros— que distan entre Dublín y Marysville por la ruta 33.
“El Instituto de Investigación Honda también está explorando cómo los vehículos conectados pueden acceder a los datos anónimos para ajustar la configuración de percepción del Sistema Avanzado de Asistencia al Conductor (ADAS) de Honda y Acura y, si es necesario, advertir a los conductores si las marcas de los carriles están descoloridas o necesitan reparación”, precisa la compañía en el comunicado en el que anuncia el programa. “Los datos de carreteras en tiempo real y de alta precisión capturados de los vehículos conectados tienen el potencial de mejorar el proceso de identificación, informes y reparación más rápida de las condiciones peligrosas de las carreteras”.
Al detectar las marcas de los carriles a la izquierda y derecha del vehículo, el sistema identifica sus características y les asigna una categoría en función de su estado de conservación. Si las señales son “ideales” se les atribuye el verde y si son “buenas”, el amarillo; en caso de que no se aprecien, se asocian con el gris y cuando requieren de reparación se opta por el color rojo. El vehículo capta la información, incluidas las coordenadas de longitud y latitud, imágenes y vídeos y luego transmite la información de forma anónima a “una plataforma segura para su análisis”.
“Los operadores pueden acceder a esta plataforma para identificar la ubicación, el tipo y la gravedad del estado de la carretera y la información sobre el peligro, además de obtener una imagen fija y un vídeo”, abundan desde la multinacional, que precisa que sus investigadores estudian ya extender el sistema para monitorear otros parámetros de las carreteras.
El programa busca mejorar la seguridad de las carreteras, pero también un mantenimiento más eficiente y mejor planificado. “Según nuestro conocimiento, las líneas de los carriles se pintan con regularidad; tienen una programación fija, pero a veces no es necesario volver a pintarlos o es posible que sea necesario hacerlo debido a las fuertes nevadas. No tienen una forma muy eficaz de controlar cuándo es necesario pintar”, señala Sue Bai, ingeniera jefa del Honda Reserach Institute, situado en Detroit, Michigan, en declaraciones a Popular Science.
Que las marcas de las carreteras sean más legibles facilitaría también la labor de funcionalidades que ya incluyen algunos vehículos de la multinacional nipona, como Honda Sensing, que incorpora avisador de ángulo muerto (BSI), sistemas de alerta de tráfico cruzado, reconocimiento de señales de tráfico, limitador de velocidad inteligente, prevención y mitigación de impactos o ayuda de permanencia en la carretera. Algo similar ocurre con AcuraWatch, tecnologías de asistencia a la conducción aplicadas por Acura, la marca de lujo del fabricante japonés.
“Ese es nuestro objetivo, comenzar la investigación y el programa piloto, madurar la tecnología y, cuando esté lista, ciertamente nos gustaría que eso fuera parte de los productos e Honda en el futuro”, reconoce Bai a Popular Science. La meta: lograr coches que puedan ayudar de forma activa al mantenimiento de las propias carreteras y dejar atrás los tiempos en los que los vehículos eran simples agentes pasivos que se limitaban a circular por las autovías o autopistas.
Imagen de portada | Jan Mosimann DSC_9867 (Flickr)
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