Hoy te vamos a explicar qué son las direcciones IP fijas y dinámicas, qué ventajas y desventajas tienen, y cómo puedes comprobar el tipo de IP que tienes. Las direcciones IP son las "matrículas" con las que circulamos por la red, de manera que tanto nosotros como las páginas web que visitamos tienen una asignada. Por eso es importante saber algunos conceptos básicos sobre ellas.
El artículo lo vamos a empezar intentando explicarte de la manera más sencilla posible qué son las direcciones IP dinámicas. Luego pasaremos a decirte qué son las fijas, y terminaremos con un par de consejos sobre cómo saber cuál de las dos estás utilizando.
Qué es una IP dinámica
Existen dos métodos mediante los que los proveedores de Internet te pueden asignar una dirección IP cuando te conectas. El primero de ellos es el de las IP dinámicas, que quiere decir que en vez de asignarte una dirección que no cambia nunca, tienes una IP que puede cambiar cada determinado tiempo.
Esto pasa a causa de cambios en la red, o cuando el dispositivo con el que tu proveedor de servicios de Internet se reinicia y utiliza el protocolo de configuración dinámica de host "DHCP", con el que se te puede asignar una IP diferente a la que tenías. Aun así, ten en cuenta que este protocolo suele tender a volver a asignarte la misma dirección, por lo que puedes estar bastante tiempo con una misma IP sin saber que es dinámica.
Este tipo de dirección IP presenta algunas ventajas, como que al no tener siempre la misma dirección puedes evitar algunos ataques por parte de personas o entidades que hayan recopilado la anterior. A las webs también les cuesta un poco más rastrearte si tu IP cambia, aunque las cookies de tu navegador pueden contrarrestar esta ventaja.
Este tipo de direcciones es gratuito, ya que son las que suelen asignar los proveedores de Internet para poder gestionar mejor posibles escaseces de direcciones. Otra de sus ventajas es que en el caso de que por alguna razón se haya baneado tu IP de algún servicio, será posible tener una segunda oportunidad la próxima vez que se cambie tu IP.
Qué es una IP fija o estática
Sin embargo, hay ocasiones en las que es necesario que las direcciones IP no cambien, como cuando vas a configurar un servidor de datos, una web o un servicio de correo electrónico. Es aquí donde entran en juego las direcciones IP fijas, que son esas que nunca cambian y se mantienen siempre las mismas para determinados equipos o dispositivos conectados.
Este tipo de direcciones suelen ser de pago, y suelen utilizarse por servidores FTP, bases de datos o servicios de correo electrónico. También se le asignan a los servidores que trabajan para el alojamiento de webs, ya que de esta manera cuando un dominio Xataka.com apunte a una dirección IP concreta en la que está alojada la web, no habrá problemas a causa de que esta IP haya cambiado.
La ventaja de estas IP es que ofrecen conexiones más estables y mayores velocidades, así como un control exclusivo al no ser utilizada por nadie más. Son útiles para jugar online, el alojamiento web o sistemas de redes privadas virtuales (VPN). Sin embargo, también tienen algunos inconvenientes, como que al tener siempre la misma dirección quedas más expuesto en cuanto a seguridad online se refiere.
Cómo saber si tu IP es fija o dinámica
No todos los proveedores de servicios de Internet ofrecen la posibilidad de tener una IP fija. Por lo tanto, lo más fácil para saber cuál de ellas tienes o si puedes cambiar tu tipo de IP es contactar directamente con tu operador para consultárselo, ya sea por teléfono o en algunas de sus cuentas de asistencia en redes sociales.
Y el segundo método por el que puedes optar es un poco más rudimentario. La idea sería entrar en páginas como Ver mi IP o CualEsMiIP.com, y consultar en ellas tu dirección IP. Entonces, tomas nota de esta dirección y varios días después vas comprobando periódicamente si esta ha cambiado o no. Pero vamos, si necesitas saberlo de forma urgente, lo mejor es preguntar a tu operador.
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