"Vendí mi casa y me mudé": la reacción de la plantilla de una empresa que prometió teletrabajo y ahora exige volver a la oficina

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Cabreo monumental entre la plantilla de Farmers Group, un gigante estadounidense de los seguros con cerca de 21.000 empleados en nómina. A lo largo de los últimos días sus directivos han visto cómo una parte importante de esos trabajadores se han dedicado a lanzar críticas furibundas en los canales de la compañía o incluso amenazan con renunciar o sindicarse.  El motivo: un volantazo en la política de teletrabajo que ha acabado convirtiéndose en una auténtica trampa vital para algunos, una que ya han tildado de "repugnante".

Para entender lo que ha ocurrido en Farmers hay que remontarse a marzo de 2020, a los comienzos den la pandemia, cuando al igual que otras muchas empresas —en EEUU y el resto del planeta sacudido por el COVID-19— optó por abrazar el teletrabajo. La experiencia fue lo suficientemente buena como para que lo del empleo en remoto se mantuviera más allá de la crisis sanitaria y muchos interpretaran que formaba parte ya de la cultura corporativa de Farmers.

No solo eso.

"Cerca del 60% serán híbridos"

Según relata The New York Post, el año pasado se dijo a los empleados de la empresa que podrían seguir trabajando desde sus casas. Incluso el entonces director ejecutivo, Jeff Dailey, les habría asegurado que la mayoría continuaría desempeñando sus tareas de forma virtual. El problema es que hace meses que Dailey ya no ejerce de CEO. Y la perspectiva con la que la empresa parece afrontar ahora el teletrabajo es otra bien distinta... y de signo opuesto.

Tras un cambio en la cúpula de la empresa que encumbró al puesto de director ejecutivo a Raúl Vargas, las directrices sobre el trabajo en remoto parecen haber cambiado de forma sustancial. La compañía quiere ahora un modelo híbrido que obliga a buena parte de sus empleados a acudir al menos tres días a la oficina.

"Tras la pandemia, el equipo directivo de Farmers ha decidido que la organización pasará a un entorno de trabajo híbrido a partir de septiembre, un enfoque mixto que creemos que nos permitirá seguir ofreciendo flexibilidad al tiempo que aprovechamos las ventajas del entorno de oficina", explica un portavoz.

¿Cómo se traduce eso en la práctica? En que aquellos empleados que vivan en el radio de 50 millas —alrededor de 80,4 kilómetros— de una oficina de Farmers tendrán que acudir a trabajar de forma presencial al menos tres días a la semana. Los dos restantes se les ofrecerá "flexibilidad" para que trabajen en remoto.

"Según las necesidades comerciales y los diferentes tipos de puestos, cerca del 60% de los empleados de Farmers serán híbridos, mientras que los otros roles serán virtuales o en la oficina", abunda el grupo, que recalca que su objetivo es adaptarse a un cambio de escenario: "La decisión de adoptar el trabajo virtual al inicio de la pandemia, en marzo de 2020, tenía sentido entonces. Adoptar un enfoque híbrido en septiembre de 2023 es lo que tiene sentido para nuestra organización ahora".

El problema es que el nuevo aviso —por mucho que se haya lanzado con tres meses de antelación— ha cogido a más de un empleado de Farmers con el pie cambiado y tras haber adaptado su vida a un escenario de teletrabajo. Y las críticas, claro, han aflorado en cascada. The Wall Street Journal ha podido consultarlas y asegura que en la plataforma interna de la compañía se han registrado más de 2.000 comentarios críticos con la decisión del nuevo CEO.

Hay quien amenaza con renunciar.

Hay quien ya habla de organizarse de forma sindical.

Y hay quien sencillamente comparte su frustración por un cambio que tachan de injusto y contrario al discurso que ha mantenido la compañía hasta ahora. "Me contrataron como trabajador remoto y me prometieron que esa sería la cultura de la empresa en adelante", explica uno de los empleados citados por TWSJ . Para él la decisión supone "un movimiento de poder francamente repugnante".

Otros comentarios son más dramáticos, como el un empleado que asegura haber dado un giro de 180º a su vida al confiar en que podría trabajar en remoto. "Vendí mi casa y me mudé más cerca de mis nietos —lamentaba un trabajador—. Me apena haber tomado una decisión tan importante basada en una mentira".

"A medida que cambian las condiciones comerciales, como la emergencia de la pandemia, también deben cambiar los enfoques", recalcan desde la compañía.

Farmers no es ni mucho menos la única en mantener un filosofía similar y aplicar un cambio de timón en su política de teletrabajo. Antes lo han hecho ya otras grandes firmas. Incluidos referentes del sector , como Meta, Apple, Amazon o Tesla, cuyo CEO, Elon Musk, ha llegado a pronunciarse de forma rotunda en contra del trabajo en remoto, que ve una opción "moralmente incorrecta".

Imagen de portada: Alex Kotliarskyi (Unsplash)

Vía: Genbeta

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