Posiblemente no hay ningún fan de los superhéroes en general y de Superman en particular que no haya torcido el morro, aunque sea solo levemente, cuando vio por primera vez a Tyler Hoechlin encarnando al kryptoniano más famoso del Universo DC. Es comprensible: su físico está lejos de ser la mole atractiva y sin fisuras de otras encarnaciones del héroe desde los tiempos de los seriales en blanco y negro.
De acuerdo: ahí está la mandíbula cuadrada y la mirada penetrante, la musculatura y la altura, pero... hay algo que no encaja. Posiblemente las espesas cejas, que tan a menudo los tópicos identifican con los villanos de la función, o la boca pequeña y ese hablar entre dientes, o... nada concreto, pero algo falla, ¿no?. Sin embargo, ni siquiera hacía falta que llegara su serie: ya su aparición en 'Supergirl', tras la sorpresa incial, dejaba claro que este nuevo Superman llenaba las mallas sin problemas.
La clave está en la facilidad con la que Hoechlin pasa de Clark Kent a Superman. No necesita las gafas: un cambio de gesto, una sonrisa, y se obra la magia. Superman es aquí un padre de familia que, ocasionalmente, salva el mundo, no un genocida del espacio exterior o un dios bondadoso encarnado, como en otras (no siempre acertadas) versiones. Este Superman es accesible, heroico y encaja con el enfoque habitual (pero no imprescindible) de las series DC de The CW: pizcas de aventura sobre una base de drama ligero.
Y esa es la esencia de este primer episodio de 'Superman & Lois', incluso con la carga dramática más elevada que en series más decididamente ligeras como 'Supergirl', por no decir abiertamente paródicas, como 'Legends of Tomorrow'. Sin entrar en spoilers, este episodio brinda alguna muerte a supera y conflictos familiares a diversos niveles, pero también un Superman muy maduro, consciente de su función y padre y marido perfecto... incluso delante de Lana Lang.
Superman y Lois: Regreso a Kansas
De hecho, la serie con la que 'Superman y Lois' tiene más en común es con 'Black Lightning' y su inteligente mixtura de sencillo drama familiar y peripecias superheroicas. Aquí tenemos, por supuesto, a Superman en pleno funcionamiento, con aliento de hielo y rayos en los ojos (casi demostrando que no se avergüenza de desplegar el catálogo de trucos de los tebeos, a los que las series de The CW tan orgullosamente remiten sin descanso), salvando centrales nucleares y viajando al espacio exterior para repartir bofetadas a un viejo enemigo.
Pero también tenemos a Clark Kent obligado a bregar con la responsabilidad de contar a sus hijos la verdad sobre su identidad, temeroso de que en algún momento los poderes que le caracterizan se manifiesten también en ellos. Todo lo relativo a ese elemento disruptor tiene una vibración muy interesante, más en la onda de los X-Men y sus poderes incontrolables como metáfora de la pubertad que en la de los semidioses en mallas que suelen poblar las historias de DC.
Si hay una queja para este piloto es que Lois queda algo arrinconada en términos dramáticos: pese a que es la Lois independiente y a la altura de su marido que conocemos, en este primer episodio parece no tener demasiada relevancia. Aunque sin duda la subtrama del magnate que parece querer controlar Smallville en la sombra le dará oportunidad de investigar y ponerse a la par que Superman.
La prueba de que 'Superman y Lois' funciona y está a la altura de las grandes adaptaciones el personaje está en un par de momentos clave: la narración inicial, puntuada con guiños a la historia del personaje, que desborda simpatía y sentido de la maravilla. Y la secuencia en la que poco a poco despliega sus poderes ante unos pocos testigos elegidos: la sencillez, comprensión de la grandeza de los poderes de Superman y asunción de que no hace falta demasiada grandilocuencia para retratar a un superhéroe como éste, reafirma al espectador. Puede que no tenga el físico típico, pero Hoechlin es tan Superman como el que más.
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