Los taxis de Madrid se conocen por ser blancos, con una franja roja en diagonal en el lateral... y una letra en el pilar trasero. Una letra que está a punto de desaparecer y que, realmente, esconde un cambio profundo en su manera de trabajar. El sector del taxi se está uberizando en Madrid.
¿Qué es esa X?. Esa letra significa miércoles y especifica qué día está obligado el conductor de un taxi de Madrid a librar. L, M, J o V, para lunes, martes, jueves y viernes, señalan, respectivamente, al resto de días entre semana en los que el conductor del taxi está obligado a quedarse en casa.
No es el único día que lo hace. Los sábados y domingos, los taxis de Madrid descansan alternándose. Y también están obligados a parar la mitad de los festivos y, en agosto, durante 15 días en días alternativos dependiendo de si son días pares o impares. Una reglamentación que ya anunció Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, que cambiará.
24 horas circulando. Además de esta restricción, un taxi no puede circular más de 16 horas seguidas. "El nuevo texto en el que trabaja la Comunidad de Madrid contempla la posibilidad de que estos profesionales tengan libertad horaria y trabajen todos los días y las horas que quieran", se lee en la página web oficial de la región. Es decir, eliminar la obligatoriedad de la libranza son las medidas estrella de la nueva reglamentación que está desarrollando la Comunidad de Madrid.
A estos cambios normativos se añade la ampliación de un máximo de 50 licencias de taxi por titular, en lugar del límite de tres licencias que ahora mismo está vigente. Soluciones que, según la presidenta de la región, harán más atractivo al sector del taxi, permitirá crear hasta 3.000 empleos y facturar un 60% más por licencia.
Una uberización. No todos los taxistas creen que esta sea la solución adecuada y apuntan a una precarización del trabajo que permitirá entrar a grandes empresas en lo que, hasta ahora, era un espacio con multitud de autónomos y que creará inseguridad para el pasajero, pudiendo sentarse en un coche con un conductor cansado.
Desde empresas como Free Now sí se han mostrado a favor de algunas de estas reglamentaciones. "Te sacas una licencia de taxi para obtener una rentabilidad y te limitan qué días y qué horas puedes trabajar. Las personas, claro que tienen que tener una limitación de horas, pero creo que deben ser capaces de gestionarse y limitarse las horas y cómo trabajan por sí mismas", nos aseguraba Isabel García, su directora en España, el pasado verano.
Medidas de VTC. Los precios también es uno de los campos de batalla en los que los políticos madrileños están peleando. Desde Free Now apostaban por una cierta flexibilidad en el precio de las carreras, aunque pedían unos precios suelo para los VTC. La duda es hasta dónde llegará esta flexibilización en los precios que las VTC aprovechan para sacar provecho en los grandes eventos de la ciudad.
Lo que sí se ha adelantado es que los usuarios podrán compartir taxi si dos personas tienen un destino cercano para, luego, compartir gastos. Lo que hasta ahora se hace con amigos para volver a casa pero pasando por una aplicación y con desconocidos. Una especie de Blablacar del taxi.
Dos caminos. Las medidas que tomará la Comunidad de Madrid reflejan, en esencia, la decisión política de optar por un mercado mucho más liberalizado. La opción contraria a la que han optado en Barcelona, donde las VTC quedan restringidas a vehículos de tamaños propios del segmento de lujo.
Una batalla ideológica que se representa metafóricamente en las letras de los taxistas madrileños pero que, en el fondo, esconde dos modelos políticos antagónicos: uno liberal en el que la frontera entre VTC y taxi empezarán a difuminarse y otro proteccionistas que quiere reducir la influencia de las VTC en un sector que, hasta hace no mucho, era terreno del transporte público.
Foto | Jaime de la Fuente
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