Hay una guerra civil en el mundo del Open Source. Una en la que el futuro de WordPress está en juego

  • Todo empezó como una batalla contra WP Engine y su forma de usar la marca WordPress

  • Pero ha derivado en una estrambótica secuencia de acontecimientos para uno de los proyectos Open Source más longevos y destacados

Matt 2
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WordPress es sin duda uno de los proyectos Open Source más longevos y admirados de la historia. La plataforma que primero nos permitió crear blogs y que luego demostró valer para casi cualquier otro tipo de sitio web —tiendas, foros, ambiciosos medios online, galerías, newsletters—. Todo era de color de rosa para sus desarrolladores y comunidad, pero está dejando de serlo.

Polémica repentina. WordPress era respetado y admirado por csai todo el mundo. Sin embargo, en los últimos tiempos Matt Mullenweg y su empresa, Automattic, se han acabado enfangando en una batalla reputacional y legal que ha planteado una singular guerra civil en el mundo Open Source.

Comienza la trifulca. La polémica se desató en septiembre 2024, cuando Mullenweg criticó y atacó a WP Engine —una conocida empresa que ofrece servicios adicionales para usuarios de WordPress— por no contribuir lo suficiente al código del proyecto.

Dimes, diretes y un enorme calentón. La batalla dialéctica entre Mullenweg y los responsables de WP Engine se fue calentando más y más y comenzó a provocar efectos colaterales muy graves. Mullenweg llegó a expulsar temporalmente a WP Engine de la red del proyecto sin ánimo de lucro de WordPress en el cual se engloba el desarrollo del código Open Source. Acabó dando marcha atrás, pero eso dio igual: WP Engine demandó a Automattic en octubre con el apoyo de Silver Lake, una importante firma de inversión.

¿Medidas exageradas? Las propias decisiones de Mullenweb provocaron disensión interna en el equipo de Automattic, lo que incluso llevó a que se ofrecieran despidos con el correspondiente finiquito a quienes creyeran que Automattic no había actuado bien. Se produjeron más medidas estrambóticas, como las de aceptar que la pizza con piña está buena —que lo está, desde luego— en el formulario de inicio de sesión en Wordpress.org.

La guerra se recrudece. Las últimas semanas la situación parecía haberse relajado, pero estos días hemos conocido la última decisión de Automattic, y sigue esa línea polémica y agresiva. La empresa ha decidido reducir el soporte del proyecto WordPress.org, y ahora afirman ser víctimas de WP Engine y una demanda que está haciendo que dediquen más tiempo y recursos al proceso legal que a mejorar el código y calidad de WordPress.

La comunidad, dividida. Como indican en Search Engine Journal, la forma con la que Automattic está comunicando su forma de actuar no ayuda a calmar los ánimos, ya que entre otras cosas apunta a la propia comunidad de WordPress y su propia actitud —muchos han criticado estas decisiones en lugar de apoyarlas— como parte responsable de la situación. En el comunicado de Automattic de hecho entrecomillan la palabra comunidad al hablar de ella, por ejemplo al decir que "nos hemos enfrentado a una intensa crítica e incluso a ataques personales contra cierto número de empleados de Automattic por parte de miembros de la "comunidad" que quieren que Matt y otros abandonen el proyecto".

Y desactiva cuentas de contribuidores importantes. En un anuncio de este sabado, Mullenweg indicó que había desactivado las cuentas de WordPress.org de varios contribuyentes al proyecto, incluyendo a dos —Joost de Valk y Karim Maurcchi— que tenían planes de impulsar WordPress. Hubo cierta confusión a raíz de su teórica intención de crear un fork o versión derivada del proyecto, pero de Valk lo negó al contestar a Mullenweg tras estas medidas. Aun así, el creador de WordPress no parece haberlas reactivado, y ha animado a ambos a que efectivamente lideren un proyecto con esa versión de WordPress en la que teóricamente estaban pensando.

Mullenweg, héroe o villano. Matt Mullenweg, creador de WordPress, fue de hecho nuestro Xataka Leyenda 2023, y lo fue por méritos propios, pero estas decisiones están haciendo que la percepción sobre su gestión esté cambiando. A ello están contribuendo artículos como el que publicaron en Inc en diciembre, titulado de forma agresiva ("¿Es Matt Mullenweg el rey loco de WordPress?"), a lo que él trató de replicar con un post indicando que le decepcionó el tono, cómo lo citaron e incluso el tipo de fotos que acompañaron al artículo, que ciertamente muestran una imagen algo hosca del emprendedor, cuando en nuestra entrevista con él demostró ser todo menos eso.

Pero los errores están ahí. Lo cierto es que la situación parece habérsele ido de las manos a Mullenweg y a los responsables de Automattic, que tratan de situarse como víctimas cuando las hostilidades se iniciaron —y se han ido acrecentando— por las medidas que han ido tomando. Es difícil saber cómo evolucionarán los acontecimientos, pero ciertamente estamos ante una de las crisis más notables del Open Source, cuya filosofía ahora se ha visto comprometida.

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