En 2021 el mercado de los televisores 8K tenía un valor global de 6.017,80 millones de dólares, y en 2030 esta cifra se incrementará hasta rozar los 69.000 millones de dólares. Esta previsión ha sido elaborada por la consultora Verified Market Research, y pronostica que este mercado en particular está creciendo un 29,1% cada año. En circunstancias favorables esta cifra sería meritoria, pero en la coyuntura económica actual en la que la incertidumbre campa a sus anchas es muy sorprendente.
No obstante, estos televisores están afrontando algo que va más allá de las delicadas circunstancias económicas que están condicionando el crecimiento de la mayor parte de los mercados: la ausencia casi total de contenidos con resolución 8K. En algunos países asiáticos, como Corea del Sur o Japón, es posible conseguir contenidos 8K nativos con relativa facilidad. De hecho, en este último país la cadena pública NHK comenzó a emitir en esta resolución en diciembre de 2018.
En Europa el panorama actualmente es muy diferente. Los usuarios del Viejo Continente podemos conseguir algunos vídeos con resolución 8K en YouTube o a través de plataformas como MEGOGO, pero esto es todo por el momento. Y no parece suficiente para que la mayor parte de los consumidores que planean renovar su televisor decida apostar por un modelo equipado con un panel 8K. Sea como sea, como hemos comprobado, estos dispositivos se venden cada vez más.
8K sí, pero no en cualquier tamaño
El primer televisor 8K que aterrizó en las tiendas españolas fue el modelo Q900R de Samsung. Nosotros lo analizamos a fondo en diciembre de 2018, y, aunque tenía un margen de mejora claro en algunos apartados importantes, como la administración de la atenuación local de la retroiluminación o su sonido, desde un punto de vista global nos dejó un buen sabor de boca. A partir de ese momento han llegado a las tiendas muchos más televisores 8K, y no solo los fabrica Samsung; LG, Sony, TCL o Hisense son algunas de las marcas que también están apostando por esta resolución, aunque por el momento lo hacen de una forma tímida.
Según Samsung un ojo humano sano puede identificar el detalle fino de un panel 9K. Y las matrices que nos ofrecen la resolución más cercana son las 8K
Es evidente que estos fabricantes han decidido colocar en el mercado televisores 8K porque creen que esta resolución aporta algo que queda fuera del alcance de los televisores con panel 4K UHD. Samsung es una de las compañías que defiende con más ímpetu sus propuestas 8K, y lo hace porque según sus responsables aporta un valor real. Según los técnicos de esta marca un ojo humano con la agudeza visual intacta es capaz de identificar perfectamente a la distancia de visionado estándar la información adicional que nos entrega un panel 8K si lo comparamos con una matriz 4K UHD del mismo tamaño.
De hecho, en un evento celebrado en mayo de 2022 en el que tuve la ocasión de participar un ingeniero de Samsung me aseguró que la agudeza visual de un ojo humano sano le permite identificar el detalle fino de un panel con resolución máxima 9K. Y las matrices que nos ofrecen la resolución más cercana son, obviamente, las 8K. Según este técnico esta última resolución tiene un impacto muy profundo en la calidad de imagen de los televisores de 65 pulgadas o más.
Por otro lado Toshiyuki Ogura, ingeniero jefe de Sony, defiende que los paneles 8K "nos ofrecen la imagen más real y más cercana a la idea concebida por los creadores". Para Ogura la investigación en el ámbito de la imagen que ha llevado a cabo el ingeniero óptico Kenichiro Masaoka, que trabaja en la cadena de televisión japonesa NHK, refleja con claridad que las imágenes 8K nos ofrecen una mayor sensación de realismo que las que están codificadas a resolución 4K UHD.
El parámetro que nos ayuda a entender qué relación existe entre el tamaño de los píxeles del panel y la distancia de visionado es la resolución angular
Si nos ceñimos a la teoría el parámetro que nos ayuda a entender qué relación existe entre el tamaño de los píxeles del panel y la distancia de visionado es la resolución angular. En esencia este indicador contabiliza el número de píxeles por ángulo de visión, de modo que si nos colocamos más cerca del televisor seremos capaces de identificar mejor los píxeles, pero si estamos más lejos de la pantalla nuestro campo de visión será más amplio.
El ojo humano tiene un campo visual de unos 135 grados, pero algunos expertos, como los que expiden la certificación THX, recomiendan mirar el televisor a la distancia apropiada para que nuestros ojos proyecten sobre el panel un ángulo de 36 grados. Una persona con una agudeza visual impecable (de 20/20 o 6/6) puede distinguir hasta un píxel por ciclo de ángulo. O hasta un máximo de 60 píxeles por ángulo. No es fácil entender bien estos conceptos técnicos, por lo que merece la pena que nos detengamos un momento para echar un vistazo a este gráfico creado por RTINGS para relacionar la distancia de visionado y el tamaño de los televisores:
La mayor parte de los televisores 8K que podemos encontrar actualmente en el mercado residen en la esquina inferior derecha de esta gráfica, de modo que uno de 75 pulgadas nos ofrecería un mayor nivel de detalle que uno 4K UHD del mismo tamaño en el rango que se extiende desde 0 hasta 1,4 m. Y uno de 85 pulgadas nos entregaría más detalle desde 0 hasta 1,6 metros.
El algoritmo de escalado tiene un papel protagonista debido a que dada la ausencia casi total de contenido 8K debe responsabilizarse de resolver de forma óptima la reconstrucción de las imágenes desde 4K UHD, 1080p, e incluso desde resoluciones más bajas, hasta alcanzar la definición nativa del panel. No obstante, esta tecnología ha avanzado tanto que los mejores algoritmos de escalado mediante inteligencia artificial consiguen recuperar un nivel de detalle asombroso desde 4K UHD, e, incluso, desde 1080p.
En la práctica, como acabamos de ver, los televisores 8K nos permiten disfrutar una calidad de imagen muy alta cuando miramos un panel de gran tamaño desde una distancia relativamente corta. Lo que nos dicen las marcas es razonable, pero nosotros creemos que los televisores con panel 8K tienen sentido de 75 pulgadas hacia arriba y cuando los miramos desde una distancia muy corta que en un escenario de uso real puede oscilar entre 1,5 y 2 metros. Cuando el tamaño del panel es inferior o la distancia de visionado es mayor nosotros creemos que el detalle que nos entrega un televisor 8K no es sustancialmente mayor que el que nos ofrece un dispositivo 4K UHD de calidad.
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