PLD Space nació hace diez años con el objetivo de "crear el primer lanzador espacial español". Ha sido un camino largo y complejo, pero ya podemos decir que la compañía ilicitana lo ha conseguido. Aunque su primer vuelo está programado para el segundo trimestre de 2022 desde el Centro de El Arenosillo en Huelva y la primera misión real para el 2024 desde el puerto de la ESA en la Guayana francesa, el MIURA ya está entre nosotros.
Con sus 12,5 metros de altura, sus 2.550 kilos de masa (al despegue) y una carga útil de 100 kilos, el primer prototipo ensamblado se acaba de presentar en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid. El proyecto de PLD Space sitúa a España en una posición muy interesante en el albur de la "nueva carrera espacial": siendo uno de los pocos países con capacidad para mandar al espacio sus propios satélites.
El camino español hacia el espacio
Lo mejor, no obstante, es que esto no ha hecho más que empezar. Durante estos años, la compañía ha cerrado ya seis contratos con algunas de las principales agencias espaciales del mundo y se ha consolidado como uno de los principales referentes europeos en el desarrollo de cohetes reutilizables (tiene varios contratos con la Agencia Espacial Europea para desarrollar estas tecnologías).
La prueba de fuego vendrá, como decía el año que viene cuando MIURA 1 realice su primer vuelo "suborbital" hasta los 150 kilómetros y, aunque no circunvalara por completo la Tierra, transportará varios instrumentos que permitirán hacer varias investigaciones en condiciones de microgravedad. Pero ya podemos decir que la industria española está en condiciones de fabricar cohetes espaciales.
No voy a negar que, a nivel personal y después de años de seguir sus éxitos y sus fracasos, el hecho de que aquella pequeña empresa surgida en la trastienda de una fontanería en la provincia de Alicante pueda hacerse un hueco en el espacio me emociona especialmente. Ahora a por el MIURA 5
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