Estos dos últimos meses en los que hemos vivido sendas olas de calor hemos podido ver una diversidad de mapas ilustrando el auge de las temperaturas. Mapas de calor y mapas de anomalías térmicas, en tierra y en mar han estado proliferando en nuestros feeds. Esto nos lleva a preguntarnos cómo se realizan estos mapas, quiénes lo hacen y a través de qué datos.
Más allá de los mapas de isobaras. La meteorología ha avanzado mucho gracias a los avances tecnológicos. Hoy en día las predicciones son mucho más exactas que antaño gracias a mejores herramientas para captar los datos y a mejores modelos con los que interpretarlos, modelos puestos en marcha por ordenadores con una capacidad de computación inimaginable hace 40 años. Esto es, recopilación y asimilación.
Pero estos avances no han venido solos. La información solo es útil en tanto en cuanto pueda trasmitirse a quienes la necesitan. En este sentido, los desarrollos en la observación y en la predicción meteorológica han venido acompañados de mejoras en la visualización de datos, de forma que la información nos puede llegar mejor que a través de los clásicos mapas de iconos meteorológicos e isobaras. Hoy por hoy contamos con mapas que nos detallan con mucha mejor definición las observaciones y predicciones sobre temperaturas, vientos y precipitaciones
Tomando muestras. Existen diversas herramientas para observar el tiempo. Excluyendo sacar la cabeza por la ventana, la primera herramienta con la que contamos para medir el tiempo son las estaciones meteorológicas. Éstas son tan antiguas como los instrumentos que la componen y como ellos han visto innumerables mejoras. Las estaciones dan una buena referencia de las condiciones meteorológicas en un punto determinado, y precisamente por su consistencia son todavía hoy herramientas imprescindibles en meteorología y climatología.
La información de las estaciones se complementa con otra medida tomada desde la Tierra, la del radar, que puede dar información valiosa sobre precipitaciones. Sin embargo, a la hora de medir las temperaturas son los satélites los que tienen la voz cantante puesto que pueden realizar sus mediciones donde otros instrumentos no llegan.
Sentinel-3 y el programa Copérnico. Desde los 70, satélites como las tres generaciones de Meteosat puestas en órbita, han estado vigilando las condiciones meteorológicas y climáticas de la Tierra. Estos satélites no operan solos. La constelación de satélites del programa Copérnico de la Agencia Espacial Europea (ESA) comenzó a orbitar en 2014. En 2016 y 2018 se enviaron al espacio los satélites Sentinel-3. A bordo de ellos el instrumento SLSTR (Radiómetro de Temperatura de Mar y Tierra).
El instrumento tiene una resolución espacial de entre medio kilómetro y un km dependiendo de la longitud de onda, y una sensibilidad suficiente para medir temperaturas en la Tierra con un margen de error de 0,3 grados centígrados. Sentinel-3 se compone de una pareja de satélites Sentinel-3A y 3B, que cuentan con sendas copias de este instrumento. El instrumento también es capaz de identificar incendios activos.
Modelos climáticos y meteorológicos. El programa Copérnico ofrece sus datos en abierto, de forma que los ciudadanos pueden acceder libremente a ellos, incluso desde fuera de Europa. Las observaciones pueden utilizarse de manera directa o pueden pasar a “alimentar” los modelos meteorológicos que se emplean para realizar las predicciones.
El Centro Europeo para la Previsión Meteorológica de Rango Medio (ECMWF) es una de las instituciones que aprovecha datos como los recogidos por Copérnico para realizar predicciones, estas a nivel Europeo. Estas previsiones (junto con nuevos datos propios) son a su vez utilizadas por los servicios meteorológicos nacionales para realizar sus previsiones, muy habitualmente las que nos llegan a nosotros.
Diseminar la información: Nuevos y viejos actores. Ya estemos hablando de observaciones o de predicciones cómo visualizar los datos es clave. La diseminación es importante y aquí entran en juego nuevos actores, pero también los que hemos visto hasta ahora. Copérnico no solo ofrece sus datos en abierto sino que también informa a través de redes sociales junto con el ECMWF y la ESA. Los medios de comunicación y un sinfín de empresas privadas ofrecen hoy por hoy información meteorológica basada en los datos
Visualizar datos. Algunas de estas empresas han encontrado un nicho de mercado ofreciendo información meteorológica de una manera intuitiva y estética. Páginas como Ventusky, Windy.com o nullschool.net ofrecen mapas globales con información basada en los modelos meteorológicos con los que crean mapas de calor y vientos que nos dan información de una diversidad de variables meteorológicas (calor, precipitaciones, nubosidad, presión atmosférica…). Algunas de estas plataformas permiten también seleccionar el modelo meteorológico cuyas predicciones queremos que nos muestren.
Imagen | Unión Europea, Copernicus Marine Data - Procesado por DG DEFIS
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