Foxconn lleva años siendo una de las grandes aliadas de Apple. En sus factorías se producen buena parte de los iPhone o los iPad que se distribuyen a todo el mundo, pero este gigante taiwanés es también responsable de fabricar otros muchos dispositivos como los Kindle o las Nintendo Switch. Ahora quiere atacar otro segmento: el de los coches.
Coches eléctricos, marca blanca. La estrategia de Foxconn es la de hacer exactamente que hace con los iPhone, pero con los coches eléctricos de diversos fabricantes. No veremos por tanto un coche con marca Foxconn, sino que la empresa se encargará de fabricar esos coches eléctricos para marcas ya establecidas.
Ambición. El pasado mes de octubre el presidente de Foxconn, Liu Young-way, afirmó que la empresa espera ser responsable algún día de fabricar entre el 40 y el 50% de los coches eléctricos a nivel global, una cifra asombrosa que se equipararía a la que ya ostenta en el mundo de la electrónica.
Poco a poco, pero quieren fichar a Tesla. Young-way admitió no obstante que ese objetivo está planteado a largo plazo, pero que "empezaremos en pequeño", y quieren alcanzar el 5% de cuota de mercado en 2025. Eso no quita para que no quieran hacer lo que ya hacen para Apple en el mundo de la automoción: "espero que algún día hagamos coches de Tesla para Tesla".
Comprando fábricas. El año pasado Foxconn desveló varios prototipos y comenzó a mover ficha para convertirse en un fabricante global de coches eléctricos. Así, compró una factoría que General Motors tenía en Lordstowh, Ohio (EEUU) de la empresa del mismo nombre, Lordstown Motors, que estaba en una situación comprometida. El acuerdo parece funcionar: la firma ha comenzado a distribuir camionetas 'pickup' hace pocas semanas.
Fisker y Volkswagen, primeros candidatos. La empresa Fisker quiere aprovechar esa factoría para que Foxconn produzca allí su segundo vehículo, el Pear, en 2024. Otras startups en el segmento de los eléctricos como Indi EV o Yulon Motor han llegado también a acuerdos con el fabricante. Mientras, hay un gigante de la automoción considerando una alianza: se trata de Volkswagen, que podría delegar en Foxconn la fabricación de su nuevo Scout, un pickup para el mercado estadounidense.
Foxconn tiene papeletas para lograr su objetivo. Es al menos lo que opinan epertos como Bill Russo, de la consultora Automovility, que indica que la creciente presencia de electrónica y tecnología en los coches eléctricos hace que Foxconn esté bien posicionada para dar un paso de este tipo.
No tengo fábrica, pero hago coches eléctricos. Tu Le, director de la consultora Sino Auto Insights, coincide y afirma que esto abrirá las puertas a startups que no tienen recursos para construir sus propias plantas. Así, esto facilitaría la aparición de más fabricantes que competirían en un mercado especialmente establecido y en el que el dominio de las marcas tradicionales solo se ha tambaleado con la llegada de Tesla. Ahora podrían surgir otros Tesla que aun sin tener instalaciones de producción propias podrían ganar cuota de mercado.
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