Internet parece un pozo sin fondo. En este último segundo se han escrito 7.000 tweets, subido 750 fotos a Instagram, publicado 1.200 post en Tumblr, realizado 2.300 llamadas por Skype, 60.000 búsquedas de Google, visto 136.000 vídeos, se han enviado dos millones y medio de emails —de los que un 67% son spam— y han nacido 4 bebés, que no entran dentro de los casi 40.000 GB de tráfico.
Sí, en un segundo. El día de ayer, sólo en Google, se resolvió con 5.000 millones de búsquedas.
Este es nuestro Internet y así lo queremos. Datos, datos y más datos. Pero, ¿podemos medir el cómputo total de Internet? ¿Cuánto pesa en términos digitales? ¿Y en magnitudes físicas? Vamos a tratar de averiguarlo.
El “Internet” al que accedemos desde la web es sólo una pequeña porción
No es imposible, pero sí muy difícil cuantificar cuánto ocupa todo Internet. Porque antes de nada hay que observar nuestras conexiones en un sentido global.
Imagina que el Internet al que accedes desde tu smartphone, tu tablet o tu portátil es el Aeropuerto de Barajas. Está bien comunicado, puedes llegar en taxi, aunque si eres novato seguramente te lleves algún susto. Ahora imagina todos esos caminitos que hacen las hormigas en el subsuelo, en las corrientes de agua subterráneas o en las autopistas aéreas que atraviesan las nubes.
La llamada “web profunda” es sólo una pequeña fracción de lo que se puede ver
Nosotros vemos el aeropuerto porque estamos entrando y saliendo por sus puertas, bien señalizadas, pero hay mucho más. Y no, no nos referimos a la vieja Deep Web. La Deep Web es otra forma de acceso a otra forma de Internet.
La llamada “web profunda” es sólo una pequeña fracción de lo que se puede ver (o acceder) con un navegador. Además, lo que un navegador puede acceder es sólo una fracción de todo lo que está pasando en Internet. Y según las estimaciones de Tor, no existen más de 30.000 accesos ocultos. El 0.03% de la web normal. Es decir: si nos atenemos sólo a lo que podemos ver desde este navegador, Facebook es más grande que toda la Dark Web.
De puertos y protocolos
Para cada pregunta hay una respuesta. Y existe una gran familia de protocolos de Internet; los ordenadores no se comunican de una única y exclusiva forma, sino que acceden a diferentes puertos. Cada puerto es un idioma que le dice el protocolo de transporte que tendrán que utilizar el ordenador y el servidor.
En la actualidad hay 1.100 millones de webs operativas
Por supuesto, en Internet existen muchos tipos de protocolos. Algunos nunca los llegaremos a conocer porque ni siquiera están inscritos en el Internet al que nos dan servicio. Otro matiz: no existe red impenetrable. En toda tubería, para cada entrada hay una salida, aunque sea la vía misma desde la que se ha entrado.
Siguiendo con la analogía anterior, la Deep Web es sólo una red de metro: no está vista a plena luz, pero sus bocas de acceso están abiertas, aunque encriptadas. Que la mayoría de páginas alojadas dentro pidan nombre de usuario y contraseña, o sólo funcionen con redes privadas VPN no significa que no existan. Están ahí, y ocupan espacio. Es más: se les otorga muy poco valor, no reciben mantenimiento. Los dueños prefieren guardar backups físicos. Es como el juego del Guacamole: cuando tumban una se crean clones en segundos.
El mundo según los países que más dominios tienen adquiridos. Fuente: Nominet.
¿Cuántas webs existen en Internet?
Según Internet Live Stats, en la actualidad hay 1.100 millones de webs operativas. No olvidemos que estamos hablando de “sitio web”, de un host concreto.
Las páginas webs son como las estrellas: cada día nacen y mueren cientos, pero no desaparecen
Pero estos datos tampoco nos sirven. Porque las páginas webs son como las estrellas: cada día nacen y mueren cientos, pero no desaparecen. Queda ese polvo estelar, un remanente de fondo que también ocupa espacio. Tendríamos que remitirnos entonces a una indexación mayor.
Según World Wide Web Size, a fecha de hoy estamos cerca de las 5.000 millones de webs indexadas. Google indexa una parte muy pequeña. En 2010, de una estimación de 5 millones de Terabytes, Google sólo había indexado un 0,004%. Yahoo indexa una cantidad aún menor. Y Bing aún menos. El resultado presentará siempre dudas sobre la confiabilidad de estas estimaciones por un error de fondo: los estudios webométricos son sesgados y puntuales, como ya señalaba este ensayo.
Hemos pasado, según la International Communication Union, de 3.200 millones de usuarios en Internet en 2005, a 3.500 en 2016. Cada día Internet dispone de más redes y recibe más información. Dar una cifra exacta sería tan caduco como acertar en esa cantidad de tweets por segundo citados más arriba: la unidad total es variable, nunca firme.
Los datos que generábamos en 2012 respecto a 2015. Cada foto cuenta. Fuente: Siliconangle.
Entonces, ¿cuánto pesa Internet?
Pero sí podemos hablar en términos relativos. Podemos determinar, grosso modo, el tráfico que generamos diariamente. Si tomamos como referente los datos de CISCO —una estimación parcial, insistimos— este 2016 hemos llegado al zettabyte (nada menos que 10 elevado a 9 Terabytes). De hecho, aún no ha acabado el año y ya lo hemos alcanzado. Si dividimos en los 365 días del año nos encontraremos con una cifra mágica: 1.018 bytes.
El Zettabyte es la penúltima orden de magnitud de datos creada por el hombre, adoptada formalmente en 1991
Pero antes de seguir ahondemos en eso del zettabyte. El Zettabyte es la penúltima orden de magnitud de datos creada por el hombre, adoptada formalmente en 1991. Por aquel entonces ni siquiera existía la que conocemos como World Wide Web. La primera página web, usando el célebre protocolo HTTP, sería publicada por el físico británico Tim Berners-Lee el 6 de agosto de 1991; la WWW nacería el 30 de abril de 1993.
Un Zettabyte son 1.099.511.627.776 gigas. ¿Cómo hemos llegado a estas cifras tan demenciales? En 2015, Estados Unidos movía un tráfico de 45,7 Exabytes mensuales. China, unos 21,9 Exabytes. Este 2016, China se ha impuesto alcanzando los 54 Exabytes mensuales. Estados Unidos se queda en unos 50. Tráfico que hace fluctuar mareas de ceros y unos.
¿Y cuánto pesa todo eso en términos físicos?
Hace casi diez años se determinó el peso total de Internet en 40 Petabyte, o lo que vendrían a ser 40.000 teras. Estos datos fueron recogidos por The Guardian y sirvieron para conocer un valor mucho más atractivo: la masa real de todo eso.
Usando el método Russell Seitz, éste calculó primero el peso en electrones de todos esos petabytes de información almacenada. Y luego hizo un cálculo de poder medirlos en una báscula. Esa gran masa de datos resultaría en 60 gramos. El equivalente, más o menos, a la masa de una fresa madura. ¿Y si hacemos este cálculo hoy? Como decíamos, ya no tenemos 40 Petabytes, sino un millón (1 Zettabyte). O, lo que es lo mismo: 1.500.000 gramos. Tonelada y media de datos.
Pero esto es sólo una aproximación teórica. Porque, como el propio artículo indicaba, esas cifras dependen del tipo de codificación y la densidad de la misma.
Navega a la velocidad de la luz
Cada vez es más difícil procesar la propia información que generamos. El Internet de las cosas ha expandido en todas direcciones esa acumulación de datos. Y no digamos las tecnologías digitales: videojuegos, música, libros, servicios de streaming. Todo se ha codificado en bits; todo tiene un tamaño específico en este nuevo mundo.
La ASUS ZenPad 3S 10 es una tableta ideal para entrar y salir de Internet en cualquier parte y la máxima velocidad
Y para sobrevivir a semejante tifón de bits necesitamos un equipo que nos ayude a gestionar con agilidad la información. La nueva ASUS ZenPad 3S 10 es una tableta de alto rendimiento ideal para entrar y salir de Internet en cualquier parte y la máxima velocidad.
Con procesador hexa-core superrápido, 4 GB de RAM y gráficos IMG GX6250, la ASUS ZenPad 3S 10 se comporta como un trimarán frente a barquitos pesqueros. Uno de sus fuertes está en la batería: 5.900 mAh que corresponden a cinco horas de uso intensivo. Pero además, gracias a la tecnología Qualcomm Quick Charge 3.0.
Qualcomm realizan incrementos 200mV desde los 3.6V a los 20V, de manera que el chipset puede reducir el voltaje y reducir así la potencia consumida en carga. Gracias a este algoritmo, el dispositivo puede cargarse hasta cuatro veces más rápido. Sumado a los escasos 430 gramos de peso y 5,8 mm de grosor, la ASUS ZenPad 3S 10 se convierte en un aliado capital frente a la voracidad de un Internet cada vez más exigente.
Hace un par de años nació The OPTE Project, una web creada para cartografiar Internet, para crear el mapa de conexiones globales. Esta vasta constelación, multiforme, y con varias capas de profundidad, nos arrojó una perspectiva interesante: Internet es un enorme cerebro interconectado. Sí, a través de servidores redundantes, pero con un núcleo centralizado en manos de sólo unas pocas personas.
Ver 15 comentarios