Tenemos coches, trenes, aviones y barcos, pero hay quien piensa que espacio para más. El quinto elemento de transporte puede ser Hyperloop, que no solo se presenta como un proyecto más cercano a la ciencia ficción, sino que sigue dándole vueltas a la rosca de la imaginación y nos invitan a pensar en coches autónomos que se relacionan con los tubos de vacío, según nos cuentan desde Verge.
Mientras el proyecto sigue adelante en puntos tan cercanos como Europa central, la visión de los creadores del tubo va más allá: coches autónomos que pueden dejar sus carreteras habituales para pasar a formar parte del sistema Hyperloop One, introduciéndose de alguna forma en una vaina de vacío.
Ni se dan más detalles sobre esto, ni parece que sea una prioridad ahora mismo, pero ya nos dejan caer que hay que relacionar todas las actividades en las que anda involucrado el señor Musk. ¿Por qué no viajar desde la puerta de tu casa hasta otro punto lejano conservando el vehículo? A toda velocidad, sin el cansancio que supone conducir horas.
La idea realmente parecerá factible cuando veamos a las vainas transportando cosas y personas en esos tubos de vacío a alta velocidad, a más de 1.200 kilómetros por hora. Ahora mismo hay dos compañías diferentes dándole forma a la idea, con demasiados escenarios posibles para su expansión, pruebas muy sencillas que nos invitan a pensar que hay mucho trabajo por delante.
Buscando el nexo entre los transportes del futuro
Los representantes de Hyperloop One han estado reuniéndose en el pasado CES con empresas que trabajan en la tecnología de conducción autónoma, para establecer posibles relaciones y estudiar la posibilidad futura.
También han tenido encuentros con Intel y Nvidia para acercarse al mismo escenario: buscar un nexo de unión realista entre coches y tubos. Incluso ha habido acercamientos con una compañía como McLaren, una diseñadora de vehículos que siempre está abierta a trabajar con proyectos de futuro.
Sí, es pronto, pero es interesante ver que se sientan a discutir cómo sería una “interfaz” que una diferentes formas de transporte. HyperLoop necesita de la ayuda externa para salir adelante, cualquier apoyo o alianza es bienvenida debido a que los gastos son demasiado altos: se habla de 11,5 millones por milla de tubo.
Alta velocidad coreana a ras del suelo
No es algo exclusivo de Hyperloop, los trenes supersónicos e ideas parecidas están floreciendo en todos los continentes del planeta, especialmente en Asia: todos quieren mandar cargamento y pasajeros como si fuera una bala encerrada hasta puntos que están a miles de kilómetros del origen.
En Corea del Sur también están trabajando en un tren dentro de un tubo que puede correr a 1.000 kilómetros por hora con normalidad, y picos de velocidad que se acercan a la velocidad del sonido.
La empresa de trenes del país (KRRI) es la desarrolladora, y asegura que podrá mover pasajeros de Seúl a Busan en hora y media, la mitad de tiempo que se tarda ahora. No, lo que veis a continuación no es ese tren, es el que tienen en movimiento sus vecinos japoneses, basado en levitación magnética:
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